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- Me pasó Turró (Cinthia María) si puede mirar. Este fue lo que presentaron el lunes de mañana. Dicen que se reunen otra vez. Si hay algo que modificar o agregar, me avisa.
Este es uno de los tantos mensajes que le escribió la Capitana Josefina Cuevas al hoy prófugo empresario argentino Diego Hernán Dirisio.
Cuevas tenía el cargo de Jefa de División de Importación de la Dirección de Materiales Bélicos (Dimabel) y Dirisio era, por entonces, uno de los compradores más importantes de armas, a través de su empresa “International Auto Supply (IAS) SA”.
Sin embargo, mediante el operativo Dakovo - realizado en forma conjunta entre autoridades policiales de Brasil y Paraguay- se descubrió que en realidad, IAS encubría todo un esquema de tráfico de armas, que terminaban finalmente a manos de grupos de narcotraficantes de Brasil.
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En cuanto al chat, en este caso, la cuestión era simple; Cuevas le acababa de enviar el borrador de nada menos que la reglamentación de la Ley 4036, de armas de fuego, sus piezas y componentes, municiones, explosivos, accesorios y afines.
Si bien esta ley se aprobó en agosto de 2010, desde entonces no está reglamentada. Justamente, la reglamentación de esta normativa es considerada fundamental para tener un mejor control sobre la venta, distribución y comercialización de estos productos y sus derivados.
Abc Color accedió a la investigación de los brasileños en el caso Dakovo, que evidenció el sistema de tráfico de armas que tenía a Paraguay como punto central de distribución.
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En uno de los expedientes, los investigadores brasileños resaltan el nivel de intimidad y relacionamiento que hay entre la capitana Cuevas y Dirisio, ya que en el chat mencionado, ella le envía el borrador de la reglamentación para que el propio Dirisio haga las modificaciones o agregue puntos que él considere importante.
Lo concreto es que esta ley, considerada importante en el sector, sigue sin tener una reglamentación.
Regalos
En otro de los chats, Diego Dirisio le muestra la foto de un generador de energía, de 12 horas de autonomía, instalado en lo que sería la vivienda de la capitana Cuevas.
Dirisio le pregunta, entonces, si le gustó cómo quedó el regalo, y ella contesta que sí, que le encantó y le agradeció el gesto.
Información sensible
Los brasileños centraron una parte de su investigación en las conversaciones vía chats entre los oficiales de la Dimabel, Diego Dirisio y su entorno.
En el caso de Cuevas, se observa que la Capitana compartía información de la Dimabel con el hoy prófugo Dirisio, como por ejemplo, datos de importación, las empresas habilitadas o inclusive, qué firmas estaban recibiendo armas, las características de las misma, los precios y hasta si había incautaciones realizadas.
Los investigadores brasileños sostienen que manejar estos datos fueron fundamentales para que Dirisio gane terreno.