Santiago Peña respondió afirmativamente, aunque sin palabras, solamente con gestos a la distancia, a la consulta sobre la promulgación de la polémica ley de Superintendencia de Pensiones y Jubilaciones, promulgada en apenas 24 horas por los cartistas y “satélites” en el Congreso.

Con el tradicional gesto de “al pelo” -el pulgar levantado- ratificó la información de la Presidencia de la República que aseguraba que hoy el documento estaría en su escritorio y que esta tarde estaría reunido con el asesor jurídico de la Presidencia, por lo que se deduce que en el transcurso de la jornada estaría promulgada la ley.

Además del gesto, el Presidente esbozó una sonrisa ante la consulta, pero no dio más detalles ni respondió a las consultas acerca de la forma en que se llevó adelante, señalada por varios sectores como un atropello antidemocrático, consolidado en una mayoría coyuntural.

Esta mañana, el senador Derlis Maidana dijo que el documento ya había sido firmado por el Presidente, por lo que no se puede descartar que el gesto también confirme eso.

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Ayer, 42 cartistas consumaron atropello de la mano del vicepresidente Alliana

En menos de 24 horas de su ingreso a la Cámara de Diputados y en apenas 11 minutos de tratamiento en el pleno, una mayoría de 42 colorados cartistas sancionó ayer y remitió al Ejecutivo para su promulgación el proyecto de ley que crea la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones.

Todo esto se dio en medio de protestas ciudadanas en varios puntos del país exigiendo mayor debate, un fuerte operativo de seguridad y represión en torno al Congreso Nacional, y ante el reclamo de 37 diputados colorados disidentes y de partidos de la oposición, que no dieron quorum para evitar legitimar el atropello, ya que incluso se violó el reglamento de la Cámara Baja.

Tras dos fallidas sesiones extraordinarias, la tercera fue la vencida para consumar el atropello de la mano del propio vicepresidente de la República, Pedro Alliana (ANR, HC), que personalmente fue hasta la sede legislativa para operar y arrear a sus correligionarios.