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- Paraguay ya exportaba en los noventa a Estados Unidos. ¿Qué pasó? ¿Porqué costó tanto en volver?
- Lo que se exportaba en los noventa era el famoso Vaca-í, carne enlatada, termo procesada, básicamente eran ventas a distribuidores que revendían a los militares de Estados Unidos. En el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, en la parte dedicada a la Segunda Guerra Mundial, hay una representación de la comida de los soldados. Ahí se puede ver un Vaca-í. Paraguay dejó de exportar en 1997 por no reunir los requisitos. Se trabajó muchos años y en el 2008 se pudo traer una auditoría. El resultado fue un aplazado.
- ¿Cómo fue el proceso? ¿Porqué tantos años?
- Obviamente Estados Unidos exigía mucho en programas muy trasversales que también implicaba responsabilidades dentro del sector privado. Tuvimos que adecuarnos a muchísimas regulaciones que no teníamos. El primer país que visitó el Departamento de Agricultura para una auditoría después de la pandemia fue Paraguay en noviembre de 2021 y julio de 2022.
- ¿Fue una casualidad?
- También fue un gesto del Gobierno americano. En esta decisión hay también un tema geopolítico muy grande. Es de público conocimiento la presión de China a los productores del continente. El 50% de las exportaciones del Mercosur van a parar a China.
- ¿Sin Paraguay?
- Claro, porque Paraguay no exporta a China. Nosotros exportamos a Taiwán.
- ¿Por eso habla usted de “gestos” de Estados Unidos?
- Creo que también es una gentileza del Gobierno americano al esfuerzo que hace Paraguay por estar en el lado correcto, porque nosotros consideramos que además del esfuerzo es una decisión política internacional correcta que asume Paraguay y que le trae algunas consecuencias.
- ¿Cuáles consecuencias?
- La de no exportar a China, los problemas que nos acarrea la Guerra de Rusia contra Ucrania. Es un poco también un reconocimiento al esfuerzo de los sectores público y privado de nuestro país. Muy pocas veces los objetivos se pueden alinear de esta forma.
- ¿Paraguay sigue exportando a Rusia?
- Se redujo. Paraguay no dejó de exportar a Rusia si bien Paraguay tiene una posición política clara en contra de las acciones de Rusia sobre Ucrania. Hace unos días nomás el presidente Santiago Peña hablaba con (el presidente de Ucrania) Zelenski. Le dijo que Paraguay siempre estará a favor de la vida, de las negociaciones y no de las armas. Eso obviamente tiene repercusiones en el sector económico. Se cerraron muchos frigoríficos. Además, el sector privado no quiere asumir ningún riesgo.
- Las presiones también parten de sectores ambientalistas que no le quieren a la carne.
- Esta medida norteamericana es un mensaje de aliento. Hoy estamos viviendo todas estas presiones seudoambientalistas donde se habla mal de la vaca, del metano, del efecto invernadero, de la producción, de la palabra ganadero...
- ¿Cuánta es la producción hoy?
- Es de 13.500.000 cabezas. El año que viene pensamos que llegará a 13.900.000 más o menos.
- ¿Cuánto significa en términos monetarios esta exportación a Estados Unidos?
- Yo no quiero poner cifras porque siempre salimos en discusiones estériles. Lo que hay que destacar es que la habilitación por Estados Unidos a la carne paraguaya es como ganar la Copa del Mundo.
- ¿Tanto?
- Estoy convencido. Estimo que el primer año vamos a exportar 10.000 toneladas y que se duplicará el segundo año, y así sucesivamente. Estados Unidos es el segundo mercado más grande del mundo en importaciones. Las oportunidades son infinitas. Depende de nosotros. Tenemos que hacer bien las cosas. El sector privado tiene que tomar el liderazgo. No podía hacerlo hasta el día de hoy. Hay que conquistar los nichos, los paladares de las familias americanas como dijo el embajador (Marc Ostfield). Va a depender mucho de eso.
- ¿Qué carne sería, la que comemos nosotros?
- Lo que ellos llevarían primero es la carne para industria. Después, como segundo paso, sería llegar a un hipermercado de paraguayos, de latinos que prefieren carne para grillar, para asado: un lomito, vacío, una tapa cuadril, una colita cuadril... Eso sería una segunda etapa. Ellos van a comprar primero carne para su hamburguesa. De eso estoy seguro. Nuestra carne es muy buena porque producimos una carne magra. Hay oferta para restaurantes, para comida diversa como parrillada latinoamericana. La propia comunidad paraguaya residente en Estados Unidos obviamente estará entre las primeras en pedir carne paraguaya porque les hará sentirse más en casa.
- ¿Cuánta carne exporta hoy Paraguay?
- Son 330.000 toneladas.
- Con esta apertura, ¿se va a multiplicar la exportación?
- Yo creo que no se va a multiplicar. Lo que creo es que se va a redistribuir y vamos a depender menos de Chile. Vamos a tener una cadena de la carne que no es solo ganado sino es frigorífico, transporte, una cadena de la carne más cimentada en la diversificación de mercado. No vamos a ver un crecimiento muy grande sino una redistribución del comportamiento hoy...
- ¿Qué lugar ocupamos en exportaciones de carne en el mundo?
- Estamos entre los 10 exportadores más grandes del mundo teniendo el 1% del stock ganadero.
- En comparación con Chile, ¿exportar a Estados Unidos debe tener mejor precio para el exportador, o no?
- Sí y no. Hay ciertos cortes que no compra Chile y sí compra Estados Unidos. Recuerde que el productor entrega un animal y la industria desagrega en más o menos 100 productos con valor comercial. Entonces hace un mix de mercado y un mismo animal puede derivar en 50 mercados. Así le grafico muy rápidamente.
- ¿En qué medida va a incentivar la inversión?
- Va a incentivar la mirada de los inversionistas de Estados Unidos hacia el Paraguay. Esto puede significar acercarnos al grado de inversión de la calificadora de riesgos. Nuestra economía es muy agropecuaria. Esta habilitación puede ser una señal muy importante. Es muy trasversal este logro.
- ¿Cuántos países exportan a Estados Unidos?
- Hay 18 países.
- ¿Qué fue lo trascendente que hicieron para que la habilitación se produzca?
- Primero fue la confianza en nosotros mismos. Fue un trabajo muy arduo. Muchas veces, cuando hay demasiados pasos uno no quiere ni comenzar. El asunto es creer, terminar bien las auditorías, las traducciones, los manuales, las inversiones. Los organismos multilaterales también ayudaron. Tuvimos financiamiento del BID, de la Unión Europea, de la JICA de Japón, además del Departamento de Agricultura que nos ayudaron a cumplir todas las exigencias de Estados Unidos y por ende, también de Canadá.
- ¿Canadá entra también en el circuito?
- Después de Estados Unidos viene Canadá enseguida. Hubo miedo pero sabíamos que íbamos a llegar. Paraguay está entre los 10 mayores exportadores del mundo. Hacemos ruido en todos lados. Paraguay es conocido internacionalmente por su carne. El año pasado llegamos a 53 mercados de exportación. Es una carta de presentación super importante.
- ¿Qué tiene esta carne para que compita a tan alto nivel?
- El ganado es criado en forma sostenible, mayoritariamente a pasto. Ese es el valor que lo diferencia.
- Es ganado más de pradera...
-En inglés le dicen “carne criada a pasto”. Eso hace la diferencia y que valoran los paladares más exigentes. Ese nivel estamos obligados a mantener. Van a venir nuevas exigencias. De nada sirve el esfuerzo si nos cierran de nuevo por A o B motivo. El compromiso es de los sectores público y privado, tanto productores e industria.
- ¿No va a faltar carne en el país?
- Paraguay tiene un potencial demasiado grande para que en nuestro país falte carne. Es más, vamos a crecer más. En cuanto al tamaño del hato ganadero y también a la propia existencia mismo del hato que tenemos ahora hay un futuro muy bueno por delante...
- ¿No va a subir el precio de la carne?
- No va a subir. Los frigoríficos no van a dejar de faenar. Eso hace subir mucho más que un aumento en exportación.
- Vamos a seguir comiendo nuestros asaditos?
- Todos los domingos...
- ¿Cómo pasó usted dos Gobiernos?
- En mi caso yo tengo que agradecer a los dos Presidentes, a Abdo por haber confiado en un profesional que en ese momento (2018) tenía 30 años. La tercera vez le dije que sí porque me dijeron que no se le puede decir que no a un Presidente de la República. Obviamente, después con Santiago tuvimos mucha química. Venimos más o menos de la misma escuela, de la misma formación. El supo entender rápidamente la importancia de la labor que realizábamos. Nos hizo sentir cómodos lo que demuestra una gran madurez política...