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El presidente de la República, Santiago Peña, concedió anoche una entrevista a ABC Color en Mburuvicha Róga para abordar la crisis política generada por su denuncia. El mandatario había dicho que un grupo de parlamentarios lo extorsionó por un aumentazo salarial a cambio de aprobar su proyecto presupuestario sin modificaciones.
Pese a las insistencias, Peña se negó a identificar a los parlamentarios, su partido o sector al que pertenezca. Esta vez eludió usar la palabra “extorsión” y dijo que le plantearon, a cambio de aprobar el PGN a Libro Cerrado, dar un “reconocimiento” a los legisladores que durante la pandemia perdieron el cupo de combustible y el seguro médico. Actualmente los parlamentarios cobran un total de G. 32 millones al mes.
El mandatario sostuvo que decidió “absorber” el costo político de esta medida impopular para asegurar que su proyecto de presupuesto sea aprobado.
Dijo que su programa fue largamente trabajado de forma muy “ajustada” y “delicada” para que garantice puntos como adecuar el escalafón docente, el programa Tekoporá, pagar las deudas con constructoras y proveedoras estatales así como y reforzar la presencia de policías “Linces” en las calles.
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Indicó que finalmente “el tiempo le dio la razón” porque cuando los parlamentarios decidieron rechazar la adenda con los aumentazos, en represalia la Comisión Bicameral de Presupuesto decidió reasignar U$S 37 millones que “descalabran” su presupuesto.
Denunció que los parlamentarios retiraron fondos de varios rubros para dirigirlos al pago a partidos políticos, al pago de expropiaciones y aumentos salariales a entidades digitadas. Sostuvo que por no ceder un millón de dólares, el daño será 37 veces peor.
Peña lamenta que escándalos llamen más la atención en su gobierno
“¿Yo actué mal? actué de buena fe, por un bien superior para los sectores más necesitados. Yo no fallé, fallaron ellos y hoy me dieron la razón”, dijo.
Casi victimizándose dijo que estaba dispuesto a asumir el costo político ya que su plan valía mucho más. También destacó que todas las leyes que remitió al Congreso desde el 1 de julio fueron aprobadas.
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No obstante, aclaró que “nadie me puso una pistola en la cabeza” para pedir el aumento salarial.
También lamentó que estos escándalos en su gobierno captan más la atención en lugar de “tapas de diarios” sobre la forma en que el Congreso dirige los fondos.
Afirmó que la atención se centra en estos puntos porque supuestamente la oposición y otros grupos buscan desprestigiar a un gobierno que ganó con la diferencia electoral más grande en toda la democracia.
Santiago Peña defendió reculada con la Unión Europea
En otros puntos, el Presidente de la República defendió la ley de Créditos de Carbono.
Así también defendió la “reculada” de su gobierno con el Convenio de la Unión Europea sobre Transformación Educativa.
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Sostuvo con la adenda de la Cancillería y el MEC “los cuestionamientos estaban salvados”.
Sostuvo que todavía mantiene su postura de defender los valores familiares y que los padres controlen la educación de sus hijos.