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Según el pedido presentado por los 17 nuevos gobernadores a los miembros de la Bicameral de Presupuesto se deben destinar G. 1,6 billones para el almuerzo escolar en el 2024. En este concepto el Ministerio de Economía tiene previsto transferir a los jefes departamentales G. 291.535.045.060.
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Además los gobernadores dicen que necesitan G. 457.738 millones para la merienda escolar, pero el Ministerio de Economía solo proyecta G. 256.133.959.730 para el rubro. Dicen que hay un déficit de 281 millones de dólares para el alimento escolar.
Los nuevos gobernadores alegan también que el gobierno central solo destina 1,08% del Presupuesto General de la Nación a las gobernaciones, es decir, en general se destinan G. 1,2 billones que se deben repartí entre los 17 departamentos y en diferentes rubros, que incluyen pago de salario, obras viales, compra de insumos y no solo la alimentación de los niños.
Gobernadores destinan dinero a pago de salarios
Si bien es imperativo que el Gobierno destine más recursos al sector niñez, no se puede negar que mucho dinero fue dilapidado por las autoridades municipales y departamentales de turno. Los gobernadores, antes que optimizar los recursos que reciben, lo destinan en su gran mayoría para pago de salarios. Si hacen una reingeniería administrativa podrían ahorrarse millones.
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Asimismo, los jefes departamentales, antes que solicitar más dinero deberían coordinar también con los municipios para llegar a una mayor cantidad de niños con la ración diaria de alimento.
En el informe histórico que presentó en marzo pasado la Contraloría General de la República (CGR) se comprobó que en 10 años se destinaron G. 6 billones en almuerzo y merienda escolar. Del informe se desprende que casi el 89 % de los gobernadores y jefes comunales tuvieron “desprolijidades” en la administración del dinero estatal. Incluso, algunas administraciones pagaron hasta G. 43.000 cada plato de comida, es decir, un costo muy por encima de la media de un servicio de calidad.
En otros casos se “distribuyeron” más raciones que niños matriculados, es decir, se tuvieron “escolares fantasmas”, según la CGR.