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- En las redes lo dieron por muerto, como a José Luis Perales que tuvo que salir a aclarar que sigue vivo. ¿Quién difunde ese tipo de mensajes?
- Le agradezco que me dé la oportunidad de aclarar. Esas son noticias falsas que abundan cada vez más en las redes. Supuestamente la industria farmacéutica me mató porque me hacen aparecer como contrario a los medicamentos, de los químicos que se expenden en las farmacias. En una de las publicaciones me hacen aparecer en una foto trucada con el ojo hinchado, la nariz sangrando y sacado en ataúd después de una paliza que supuestamente me dieron en el Senado. Espero que estas falsedades no hayan tenido impacto..
- ¿Ya están utilizando la Inteligencia Artificial para estas basuras que inundan las redes?
- Están mal utilizando. No soy el único. Todos le conocen a Arnaldo André, aquel gran actor de telenovelas, un paraguayo que triunfó en Argentina. Lo conocí meses atrás. Vino a hacer una presentación de un libro de mi hermano Carlos. Y bueno, en Argentina, han sacado videos donde le hacen aparecer como víctima de un accidente automovilístico y que gracias a mí, supuestamente cultor de la medicina natural, él pudo curarse desechando los medicamentos que la ciencia ha demostrado su eficacia. Todo es falso. Yo he realizado denuncias por los medios oficiales, la Fiscalía. Me utilizan vía inteligencia artificial para promocionar curas para la diabetes, hipertensión, próstata. Mucha gente se puede confundir. El cambio de medicación le puede producir daños corporales serios y funcionales.
- ¿De dónde sacan su foto, su voz?
- Deben sacar de las redes sociales. Me ponen en unos videos donde supuestamente yo hablo. En realidad es una voz extranjera totalmente artificial. Me informaron que son cuentas falsas que provienen de la Argentina. Es difícil combatir contra ellas porque así como aparecen, desaparecen instantáneamente y no se les puede hacer un seguimiento.
- ¿Cómo ve los cambios en la administración de la salud en este nuevo Gobierno? ¿Cuál es su expectativa?
- Bueno, tenemos recién menos de 15 días del nuevo Gobierno. Es cierto que tuvieron tres meses para prepararse. La deuda del Gobierno con el pueblo paraguayo es enorme. Estamos hablando de décadas de olvido, de ausentismo en la salud pública. Si a eso se le suma una orfandad en la parte educativa donde la pandemia ha contribuido para que haya descendido drásticamente la formación académica de nuestros niños que hoy ya son adolescentes y adultos jóvenes, eso complica la situacion. Si le agregamos la gran deuda que se tiene con la industria farmacéutica, con un presupuesto para salud que está muy por debajo del mínimo necesario...
- Es el más bajo de la región...
- Es el más bajo. Veo que el problema de salud no se va a solucionar probablemente en este quinquenio pero si las nuevas autoridades ponen empeño, patriotismo, honradez, dedicación, creo que se puede enderezar el buque para que esto progresivamente vaya mejorando...
- El Gobierno saliente se jactó de haber dotado al sistema de salud de un adelanto histórico...
- Mire. En pandemia se le dio un apoyo económico incondicional al sistema sanitario. No se olvide que se le dio un préstamo de 1.600 millones de dólares...
- De la noche a la mañana una fortuna...
- Es mucha plata. Yo no veo ni un hospital nuevo. Hay que comprobar si este incremento en las camas de terapia intensiva es sustentable en el tiempo. Acá lo importante es pensar en un sistema sanitario integrado donde haya una integración entre el sector público, previsional y el sector privado para optimizar los recursos acorde a las necesidades...
- Era mucho dinero...
- Bastante, y no se materializó en infraestructura que sea perdurable en el tiempo. Se hicieron contratos de trabajadores sanitarios que fenecieron una vez que pasó la pandemia. Se abrieron camas de contingencia en algunos puntos del país pero me dicen que esas estructuras están siendo utilizadas hoy como depósitos. Lo que se hicieron fueron tiendas de contingencia, una infraestructura muy básica, donde no se puede dar un servicio sanitario de alto nivel. Nosotros necesitamos tomar en serio el tema salud acompañado de educación porque cada vez nos estamos hundiendo más. Hoy vemos en la calle niños desnutridos, la pobreza ha crecido...
- Producimos alimentos para 100 millones de personas en el mundo, dijo el Presidente al asumir...
- Pero sabemos que hay personas que comen una vez al día. Si nosotros no mejoramos la economía, la educación y la salud, muy probablemente vamos a tener un pueblo enfermo. Yo creo que es falta de presupuesto pero también falta de gestión. Hay que hacer un mea culpa también. No todos los médicos son monedita de oro ni tampoco el trabajador sanitario no médico. Tenemos que sacudirnos de esa costumbre de ver lo anormal como normal y lo normal como virtuoso, donde el que cumple horario cree que es una virtud...
- ¿Por qué no es posible tener un servicio como prestan los privados?
- Faltan hospitales, esa es la verdad. Falta gestión. La salud pública absorbe casi el 80% de la población paraguaya. A la previsional le queda 15% y un 5% al sector privado. Falta dinamismo, infraestructura, presupuesto y gestión. En otros países la atención pública supera en calidad a la privada...
- Como Argentina, con crisis económica y todo...
- En Argentina, en Europa, en todas partes el servicio público es mejor. Nosotros tenemos que buscar un sistema sanitario donde podamos optimizar los escasos recursos que tenemos. El presupuesto de salud está muy por debajo del requerido para los paraguayos. El medico paraguayo en general es muy humano a pesar de las precariedades en que se desenvuelve muchas veces. Todavía hay ese contacto médico-paciente que se ha perdido en muchas partes del mundo. No es un trato frío. No tiene nada que envidiarle a profesionales de otros países...
- ¿Qué se puede decir de la designación de la nueva ministra de Salud en un gabinete contradictorio donde hay ministros con prontuario dudoso como Barchini?
- La conozco. La doctora (María Teresa) Barán me parece una profesional seria, capaz. Conoce el ministerio. Fue viceministra. Se la ve honesta pero no depende solo de ella. Depende de todo el submundo que se encuentra por debajo de ella donde se cuecen habas: licitaciones, recursos humanos, departamento jurídico, compras de insumos... Muchas veces se necesita de un equipo grande detrás para intentar cambiar la estrategia del sistema sanitario en Paraguay.
- ¿Se cuecen muchas habas en Salud en este país, las fuentes de corrupción?
- Y sí. No me consta porque nunca trabajé en el Ministerio de Salud pero es lo que se puede entender a través de las noticias que podemos leer, ver y escuchar a través de los medios de prensa.
- Lo que más vemos son licitaciones millonarias para contratar guardias, compra de karaokes, nunca para hablar de reforzar hospitales o construir nuevos...
- Imagínese que nosotros sufrimos consecuencias económicas bastante severas en la pandemia. Me acuerdo de aquella primera licitación, el famoso avión chino vino con insumos que no se adaptaban a las normativas solicitadas y vino en menor número de lo que tenía que venir, y eso se tuvo que frenar a través de esa licitación amañada que se descubrió. Había otras 33 licitaciones que se frenaron y eso hizo que el encierro que tenía que ser de 30 a 40 días se prolongó por seis meses. Y eso tuvo consecuencias en la educación, en la salud, en la seguridad, en el bolsillo de cada paraguayo...
- ¿Murió más gente de la que tenía que morir?
- Se tiene un registro de 27.000 paraguayos que fallecieron con Covid en los hospitales. Nadie dice cuántos paraguayos murieron con Covid en sus casas. No digo que haya sido la causa de muerte. Digo nomás que muchos fallecieron por falta de atención médica, por falta de oxigeno, medicamentos, por falta de una cama, por tener que esperar tres días sentado en un pasillo de hospital para que se le consiga oxigeno o cama...
- Hasta hoy tenemos gente que recurre a amparos para hacerse atender...
- ¿Alguien se puede imaginar fuera de este país que los medicamentos que compra el Gobierno salen más caros que en el sector privado? Eso es porque hay una cadenas de intermediarios. Y por otra parte, hay un retraso en cumplir con las deudas del Estado paraguayo hacia el sector privado. Tenemos que ver la manera de que eso se salde, se cumpla, llegar a un acuerdo, de manera que en el precio del medicamento sea menor y podamos comprar más, principalmente para las enfermedades más frecuentes. Todo nace ahí.
- Usted habla de gestión...
- Sí, controlar que el médico cumpla su horario, optimizar el recurso humano en líneas generales. Es humillante que muchas veces ver pacientes y familiares que tienen que abandonar sus casas para ser atendidos en la capital donde son rechazados o atendidos tardíamente. Ocupan los pasillos o esperan bajo carpas de campaña. El paraguayo es noble y sumiso. Aguanta.
- “No se puede hacer milagros”, dijo aquel ministro de Salud que fue despedido apenas asumido (Felipe González). Se excedió un poco en sus expresiones. Dijo que hay pacientes que ya saben que van a morir y que los familiares tenían que darse cuenta por los costos altos que significa prolongar su muerte.
- Sus términos no fueron adecuados. Yo estoy de acuerdo con él. Lo que pasa es que no existen los enfermos terminales. Existen enfermedades terminales. El habló de enfermos terminales. Las enfermedades terminales existen y tienen un tratamiento de sostén que hacen que la calidad del paciente sea la mejor calidad posible. Hay que darle el apoyo a ese tipo de pacientes. La medicina sigue teniendo un rol importantísimo. Lo que pasa es que un porcentaje alto del presupuesto de salud para medicamentos se comenzó a consumir en medicamentos biológicos que se obtenían a través de amparos. Eso también es culpa del médico que tiene que saber cuándo y cómo indicar esos medicamentos y a quién.
- En el imaginario de que usted sea el ministro de Salud, ¿qué es lo que de inmediato haría?
- No me es grato ni imaginarme ser ministro de Salud pero sí comenzaría yo por el trabajo conjunto con la educación. No pueden estar separadas.
- Prevención desde la escuela...
- Claro, usted y su familia no pueden tener salud sin educación y educación sin salud. Van de la mano. Eso abarata los costos. Por eso es también necesario que se exija el carnet de vacunación completo, obligar a los padres, vacunas que previenen enfermedades severas o graves. Además tiene la posibilidad de darle un desayuno escolar a ese niño que salió de su tapera a las cinco de la mañana y tiene que caminar 8 km para llegar a su escuela con el estómago vacío. No hay persona en el mundo que tenga la capacidad de concentrarse con el estómago vacío. Yo insistiría en la medicina preventiva.
- Finalmente, ¿se despilfarró en la pandemia o es pura leyenda?
- No sé si se despilfarró. Lo que le puedo decir es que no vemos obras importantes ni un cambio en la salud pública posterior a la pandemia. Tuvieron tiempo para levantar 4 o 5 hospitales. Hay que ver cuántos están en pie, cuántos son nuevos, cuánto personal de blanco tienen, cuánto en equipos, en medicamentos; hacer una auditoría para ver si los hospitales están abastecidos de medicamentos básicos: suero, agujas, jeringas, electrolitos. Són básicos del sistema.
- ¿Cuál es su especialidad?
- Soy egresado de la Universidad Nacional, hice un post grado en pediatría, en el Hospital Infantil “Federico Gómez” de México. También hice una maestría en infectología infantil en el mismo hospital y también ahí hice el diplomado de inmunología clínica. Ahora estoy trabajando en el área de Pediatría como profesor (en el Hospital de Clínicas).