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Sin oír argumento alguno, como el hecho de que hay varios sectores afectados que aún no fueron escuchados y que se estaría dando al próximo gobierno un “cheque en blanco” al otorgar una absoluta discrecionalidad para operar mediante la reglamentación y las resoluciones, la Cámara de Senadores sancionó y remitió al Ejecutivo para su promulgación o veto, a menos de un mes de su presentación, el proyecto de ley que “crea la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios”.
Este proyecto es cuestionado por varios sectores, que advirtieron incluso su posible inconstitucionalidad, sin embargo, primó el hecho de que forma parte de un paquete de reformas que plantea el gobierno entrante de Santiago Peña.
A propuesta de los senadores Ever Villalba y Eduardo Nakayama (ambos PLRA), se planteó su postergación, pero las diferentes bancadas coloradas y los “satélites” del PLRA, Patria Querida, Hagamos rechazaron el pedido de mayor debate.
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Uno de los primeros en defender el proyecto del Ejecutivo -incluso antes que los cartistas- fue el senador Dionisio Amarilla (PLRA), que dijo que supuestamente no corresponde seguir dilatando el tema a juzgar por los resultados del sistema actual.
El senador Sergio Rojas (PLRA) dijo que votaría a favor ya que a todo gobierno al inicio se le da un tiempo de gracia para implementar sus política, y que en los argumentos refieren que pretenden recaudar unos US$ 400 millones más al año con esta fusión.
Cuestionaron sobre todo celeridad
Varios legisladores cuestionaron sobre todo el apuro con el que aprobaron este proyecto, sin siquiera oír a todas, algo que incluso fue peor en Diputados, donde siquiera se debatió suficientemente en comisiones.
Cuando se trató en Diputados, “le mandaron al frente a una titubeante Rocío Abed (ANR, HC) que balbuceaba artículos de un dictamen que le escribieron en su calidad de presidenta a la comisión de equidad y género, porque esa fue la comisión que estudió este proyecto de ley en diputados”, recordó Amarilla sobre el trámite previo en Cámara Baja.
“Ahora otra vez en esa soberbia que les da la impunidad a tambor batiente tiene que aprobar, no sabemos por qué”, acotó la legisladora.
Por su parte, las senadoras Esperanza Martínez (FG) y Kattya González (PEN) cuestionaron la efectividad de esta fusión, ya que el problema real son los recursos humanos, sumado al hecho de que gran parte del equipo económico de Peña es el mismo que hizo poco y nada en el gobierno de Horacio Cartes.
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“Ahora resulta que Aduanas es lo más corrupto que hay y la clave va a ser llevarle al que funciona mejor (SET) con el corrupto”, afirmó Martínez, que consideró que presentar este proyecto como una solución es una “falacia”.
“Nos quieren traer las banderitas de que van a cambiar cuando en el fondo no saben como va a pagar la deuda pública”, refirió Martínez.
Por su parte, González remarcó que el proyecto es planteado por “los mismo tecnócratas que aprobaron el Metrobús y la matriz salarial que fue un fracaso”, y acotó que muchos .
Finalmente, el senador Salyn Buzarquis (PLRA) reprochó a los aduaneros, que son los que más se opusieron a este proyecto, recordándoles que ellos votaron por los colorados.
“No tengo ningún interés de defender Aduanas, ustedes votaron por ellos (colorados). Nosotros peleamos por ustedes, pero a la hora de la verdad ustedes votan por este modelo. Haganse cargo de las elecciones que ustedes tomaron políticamente”, afirmó Buzarquis.