Santiago Peña evidencia que no tiene poder propio, según analista

Para el analista político Camilo Filártiga, director de Políticas Públicas de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, la designación de Ángel Barchini como ministro de Justicia descubre la falta de poder propio del presidente electo Santiago Peña (ANR), quien se ve compelido además a reforzar lazos con el Partido Colorado, cuyo presidente, Horacio Cartes, y además su mentor. En esta entrevista, Filártiga sostiene que no hay que esperar un cambio muy diferente en el nuevo Gobierno colorado. Es la hegemonía de un mismo partido que se repica desde 1947, afirma.

El analista político Camilo Filártiga afirma que con las designaciones en su gabinete el presidente electo Santiago Peña evidencia que no tiene poder propio.
El analista político Camilo Filártiga afirma que con las designaciones en su gabinete el presidente electo Santiago Peña evidencia que no tiene poder propio.SILVIO ROJAS

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- ¿Cuál es su análisis de estas primeras designaciones que está haciendo el presidente Santiago Peña?

- No me sorprende en absoluto. No espero de este nuevo Gobierno un cambio muy diferente de lo que hemos estado viendo en los últimos gobiernos colorados. Es el mismo modelo político que se va repicando. Es la hegemonía de un mismo partido desde 1947. Se produjo un cambio de régimen en el 89 pero prácticamente los actores son muy similares. Las prácticas de Gobierno no han variado lamentablemente.

- ¿Le decepciona este último nombramiento, el de Angel Barchini? ¿Vuelven a resucitar los viejos carcamales de la política criolla? No terminan de irse.

- Evidentemente el nombramiento de Barchini responde a criterios estrictamente político-partidarios y no a los profesionales. ¿De dónde proviene Barchini? Un nostálgico de la dictadura, un stronista confeso. No me extrañaría que en función de Gobierno él se incline por aplicar medidas autoritarias...

- Dijo que le gusta el modelo (del presidente) Bukele (de El Salvador)...

- Eso deja más bien en evidencia a una persona que al no tener un panorama claro o un conocimiento profundo de la situación o de la materia, evoca a ese tipo de modelos que en realidad puede ser exitoso en El Salvador pero no tiene nada que ver con la situación paraguaya. Son escenarios distintos. Pero además, siendo recientemente nominado, que uno busque un modelo sin tener en cuenta su realidad local, evidencia de alguna manera el desconocimiento que tiene de entrada sobre la materia y sobre los condicionantes locales para poder importar modelos que no necesariamente van a ser exitosos en el país.

- Lo que refuerza que el nombramiento puede ser más el producto de un pago de favor y no porque tiene precisamente condiciones para la función.

- Claro, uno puede presumir que no está en condiciones conociendo su hoja de ruta. Tengo serias dudas que los desafíos actuales en materia de seguridad que, de hecho, son muy distintos en nuestro país a los que se producen en El Salvador, tengan relación con la perspectiva que pueda tener alguien designado no por sus cualidades y experiencias en materia de seguridad sino apenas por sus simpatías con los que realizan estas designaciones.

- Al parecer no puede ni entrar a Estados Unidos. Dicen que le retiraron la visa por sus vínculos cono libaneses con prontuario...

- Seguramente. Debe haber algún registro. Eso no se olvida. Cuando usted me pregunta si es una decepción, decepción es cuando uno espera algo distinto. Para mí no hay ninguna sorpresa. Quizás se pueda citar una contradicción, en el sentido de que, por el perfil del Presidente electo y por el perfil de alguno de sus asistentes más directos, más cercanos, la designación por ejemplo del canciller Rubén Ramírez, con un perfil profesional, tecnócrata, joven, modernizante, actualizado, esta designación en el Ministerio de Justicia se contrapone 180 grados con la expectativa que había.

- Como el cangrejo, un paso adelante y dos atrás...

- Lo que se nota es que ante la ausencia de poder propio, el Presidente electo tiene que reforzar lazos con el partido, del cual además el Presidente de su partido es su mentor.

- Lo obligan a cargarse algunas cruces...

- Hay una conexión que refuerza esta idea de que el poder está en otro lado...

- El poder bicéfalo...

- Al presidente Peña no lo veo con condiciones personales para poder superar esa limitación que adolece en ese sentido respecto del poder. Al no llegar con poder propio, él tiene que construir ese poder en función de Gobierno. Y eso no es siempre fácil de hacer. Entonces ahí veo también una complejidad. En el ejercicio del poder, de un poder autónomo que tiene que ver con poder tomar decisiones por sí mismo, yo veo que él está en un escenario complicado. Pueda que tenga capacidad en varias áreas pero en lo que hace al ejercicio del poder estrictamente, con estos nombramientos lo veo muy condicionado.

- Distanciarse no va a ser posible...

- No lo veo en condiciones para eso. Eso es lo que genera cierta inquietud y preocupación. En el Ministerio del Interior lo nombró a (Enrique) Riera, que tampoco es del riñón del Presidente electo. Con Barchini ambos serán los responsables de la seguridad ciudadana, la seguridad interna, responsable de la Policía donde tenemos un problema casi estructural de corrupción profunda. El Ministerio de Justicia atiende todo el ámbito de la política criminal, las penitenciarías. Son dos ámbitos muy sensibles casi superados por el crimen organizado..

- Es el punto más sensible para el éxito o el fracaso del Gobierno...

- Es un desafío concreto para este nuevo Gobierno en el sentido de controlar o revertir esta situación que parece inexorable, de un control del crimen organizado en ámbitos del territorio nacional y regiones del país donde el Estado y sus fuerzas de seguridad prácticamente no tienen ningun tipo de control. Dentro de esos ámbitos, las penitenciarías son espacios que han sido cooptados controlados por estos grupos criminales. La cuestión es qué tipo de preparación o de perfil tienen estos dos ministros designados para abordar estos desafíos tan complejos. Tenemos una sociedad en crisis. Yo me pregunto, el nuevo ministro de Justicia ¿tiene incorporado criterios humanitarios de derechos humanos? ¿Tiene conocimiento actualizado respecto a la situación de las penitenciarías, a las necesidades de reinserción de la política penal juvenil, criterios de justicia restaurativa? Enfin, son diría yo desafíos que nos impone hoy la democracia en estos ámbitos. Yo tengo serias dudas que estas dos personas recientemente nombradas estén en condiciones reales de poder hacer una gestión acorde con los desafíos que tenemos en estos dos ámbitos..

- ¿Hay que prepararse para esperar lo peor con este avance del narcotráfico en las narices de Asunción, esos crímenes brutales en la frontera esta semana?

- Hay un desplazamiento claro de la criminalidad hacia la capital, es cierto. Hay un debilitamiento de las instituciones del Estado. Hay una corrupción estructural que debilita también al Estado y que por supuesto, favorece el auge de la actividad de esos grupos criminales. Y eso no ha mermado. Al contrario, se ha fortalecido en los últimos años.

- Y con la desconfianza hacia las autoridades, peor...

- Hay que reconocer que quién construyó un poder político de manera muy exitosa fue Horacio Cartes. Tenemos un ex Presidente de la República con poderes vigentes y ocupando la Presidencia de la ANR. No es un político retirado como es lo que la Constitución prevé para nuestros ex Presidentes...

- Ex Presidente con plenos poderes políticos vigentes...

- Su poder no ha mermado en los últimos años sino todo lo contrario. Ese es un caso raro, diría yo único hasta el momento en nuestros 34 años de democratización...

- ¿Cartes consiguió al final by-passear el poder?

- Fíjese. El pudo traspasar la condición natural que la Constitución reserva a los ex Presidentes, que sean políticos retirados que pueden asesorar, que pueden aconsejar pero que ya la Constitución no los imagina con poder vigente. Cartes rompió esa tendencia que hemos tenido con todos los ex Presidentes. Bueno, en el caso de (Fernando) Lugo también es cierto. Lugo digamos quedó como senador activo con una preferencia electoral muy importante. Eso creo que disminuyó radicalmente pero en el caso de Cartes, es muy paradigmático.

- ¿Cómo ve el futuro con un gobierno que se puede presentar vacilante, con el narcotráfico al acecho, la corrupción rampante, la inseguridad, la democracia cada vez más anémica?

- Yo no espero transformaciones importantes. No espero grandes cambios. Vamos a tener un Gobierno pragmático que va a continuar la senda de los anteriores en materia económica. No creo que pueda generar cambios drásticos en materia social de los que urge la democracia paraguaya. Honestamente no espero, a corto plazo al menos, cambios que uno espera de un Gobierno de cinco años.

- Lo contradictorio es que hasta Cartes sorprendió en 2013 nombrando ministros jóvenes, con solvencia profesional, criticados en la ANR porque no eran seccionaleros...

- En esa contradicción que usted menciona está la evidencia de la falta de peso propio del Presidente de la República electo. En el caso de Cartes él contaba con poder propio. Tenía el poder económico y el poder político. Por lo tanto, podía en forma autónoma tomar las decisiones que quisiera...

- ¿Y Peña, se va a pasar pagando deudas?

- En este caso, Peña, como tiene que construir un poder propio está condicionado a tener que reforzar ese lazo con el partido Colorado y con líderes tradicionales del partido...

- ¿Y lo obligan a abrir sarcófagos como el de Barchini?

- Eso es algo que preocupa, de con qué criterio se toman las decisiones. Yo entiendo que el criterio político es un criterio fundamental, inherente a la toma de decisiones en función de Gobierno, pero que responda solamente a un criterio partidario, sin la solvencia de fondo que se requiere, sin la trayectoria en el respeto ciudadano que se requiere, eso es lo que llama la atención. Porque además hay perfiles. No es que no haya nadie que pueda cumplir esas funciones. En este Gobierno estuvo la ministra Cecilia Pérez que hizo una excelente gestión en el Ministerio de Justicia, una persona joven que conoce en profundidad la materia penal, los desafíos de la política criminal, que pudo implementar en medio de condicionamientos, de limitaciones presupuestarias, de todo, una gestión exitosa.

- ¿Es posible que la oposición pueda gravitar en este ambiente?

- Es muy marginal el espacio de poder que le queda a la oposición en el Congreso con esta hegemonía colorada. Habrá que ver después en los hechos. A nivel territorial, la oposición se queda con dos gobernaciones muy importantes: Central e Itapúa, desde donde se puede construir una plataforma política interesante para el 2028, pero falta muchísimo para que la gente pueda observar su perfil: Estigarribia en Villa Elisa y Pereira que ya tuvo su paso por la gestión pública. Para la oposición hay ahí dos oportunidades para trascender, para proyectarse, aunque en ambos casos con juntas departamentales coloradas. Eso siempre es un problema para la ejecución de las políticas. Y a nivel nacional hay un enorme desafío para la oposición de renovar , en el partido Liberal, la renovación de liderazgos coherentes, de liderazgos democráticos donde se tenga muy claro el rol de oposición que tiene que cumplir, y apegado a valores democráticos.

- Estamos ante una realidad cruda. Los partidos menores desaparecieron en estas elecciones: Frente Guasú y Patria Querida... Surgió uno nuevo, Cruzada, de Payo Cubas...

- Esto está todavía en proceso y en construcción. Yo creo que los resultados electorales son muy recientes, y quienes observamos los procesos políticos sabemos que no se pueden sacar conclusiones tan categóricas en períodos tan cortos de tiempo. Esto tiene que rodar un poco, correr agua bajo el puente y ahí vamos a poder entender ciertos fenómenos que se están comenzando a dar, los defectos que las reformas electorales están generando...

- El voto preferencial...

- Sí. El voto preferente ha tenido un impacto positivo en el sentido de movilizar y dinamizar la competencia electoral. Ha generado el interés y el involucramiento de líderes y jóvenes que quizás con el viejo sistema no se hubieran involucrado. Pero hacer campaña es mucho mas caro que antes. Se fortalecieron las estructuras consolidadas como el partido Colorado y el partido Liberal. Pero sobre todo, generó una mayor predominancia del partido Colorado. Si uno compara las últimas tres elecciones: 2013, 2018 y 2023 se puede uno dar cuenta cómo esa predominancia colorada fue en aumento, tanto en representación en el Congreso, diputados y senadores, como a nivel territorial: gobernaciones y juntas departamentales.. Y hay un costo impresionante que los partidos tienen que llevar adelante para el día de las elecciones. Es un punto que deben discutir los políticos para mejorar la ley electoral...

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