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Tras la imputación fiscal contra el cartista Erico Galeano, Santiago Peña informó que había solicitado personalmente al parlamentario “que se ponga a disposición del Ministerio Público y las autoridades judiciales, a fin de deslindar su responsabilidad de los hechos que le atribuyen”.
De esta manera, Peña solicitó a Galeano afrontar el proceso y limpiar su nombre. Solapadamente, también transmitió la orden del patrón del movimiento, Horacio Cartes, autorizando a la bancada en la Cámara Baja retirarle los fueros para el efecto.
Sin embargo, Galeano lanzó una batería de chicanas judiciales para no afrontar las acusaciones fiscales. En lugar de buscar limpiar su nombre como le pidió Peña, prefirió dilatar su proceso judicial aferrándose a sus supuestos fueros que ahora tendrá en la Cámara de Senadores.
Con esto, no solo desgasta al mandatario entrante antes de que asuma el 15 de agosto, sino que también dejó en aprietos a su bancada en Diputados antes que culmine el periodo el 29 de junio y ensucia a su bancada en el Senado incluso antes que juren como parlamentarios el 30 del mismo mes.
Todas las chicanas de Erico Galeano
Galeano fue imputado el 19 de mayo por la Fiscalía, instancia que supuestamente tenía pruebas un año antes, pero cajoneó el proceso hasta la salida de Sandra Quiñónez como Fiscal General del Estado. El 24 de mayo, la Cámara de Diputados le retiró los fueros para que afronte el proceso.
Sin embargo, en su primera chicana judicial el 31 de mayo, la defensa de Galeano obstruyó la convocatoria a la audiencia de imposición de medidas que debía definir si iba a ser encarcelado o no.
Ese mismo día, presentó su segunda chicana alegando que cuando fue imputado era “diputado” y que ahora era “senador” electo proclamado por el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE)
En su tercera chicana sostuvo que el Tribunal integrado en su causa no tenía competencia porque ahora tenía “fueros de senador”.
Finalmente, el 2 de junio, presentó su cuarta chicana o “la chicana de la primera chicana”.
La defensa sostuvo ante el juez Gustavo Amarilla que el recurso que planteó contra la admisión del caso debe ser sustanciado por “escrito” y no de forma oral.
La imputación contra Galeano relata que simuló una venta de un condominio para que Miguel Ángel Insfrán Galeano, sindicado como el jefe, junto a Sebastián Marset, de una red internacional de narcotráfico, le diera US$ 1 millón del tráfico de cocaína, dice la Fiscalía.