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En conversación con ABC Color este sábado, Nicanor Duarte Frutos, expresidente de la República y actual director de la margen paraguaya de la Entidad Binacional Yacyretá, hizo valoraciones sobre los desafíos que enfrentan el gobierno entrante del presidente electo Santiago Peña y el Partido Colorado en general, además del cambio de paradigma político que señala el inesperado éxito electoral del excandidato presidencial “antisistema” Paraguayo Cubas, entre otros temas.
Duarte Frutos, quien fue presidente de Paraguay entre 2003 y 2008 y actualmente forma parte de la facción “oficialista” de la Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado) que fue derrotada en las internas coloradas por el movimiento Honor Colorado del expresidente Horacio Cartes y el presidente electo Peña, opinó que el principal desafío del gobierno que entrará al Palacio de López en agosto es “detectar los puntos más sensibles que generan malestar en la sociedad y que le dieron una base electoral importante a Payo Cubas”.
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Cubas, quien se candidató por el partido Cruzada Nacional con un discurso “anti-establishment”, quedó en tercer lugar en la carrera por la Presidencia, acumulando casi un 23 por ciento del total de los votos, un porcentaje apenas menor al conseguido por el candidato de la opositora Concertación Nacional, Efraín Alegre.
Duarte Frutos opinó que la gran cantidad de votos que consiguió Cubas “es síntoma de una falta de confianza en los partidos, en la dirigencia tradicional”, y advirtió que si los partidos no son conscientes de los motivos del descontento social que propulsaron a Cubas se puede estar abriendo un camino para “regímenes populistas y demagógicos”.
“Payo reivindica la dictadura como modelo político”, señaló el expresidente. “Payo no solo plantea una crítica al desencanto social, plantea el cambio de régimen, gobernar por decreto, y le votaron casi 650 mil personas. La democracia está en crisis y los políticos hemos perdido la confianza”.
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Como algunos de los disparadores de ese desencanto social, que el gobierno entrante de Peña debe buscar resolver, Duarte Frutos señaló el hecho de que miles de trabajadores no tienen cobertura del Instituto de Previsión Social y por lo tanto “no tienen posibilidad de tener jubilación o atención médica”.
Señaló particularmente a los trabajadores de “delivery”, a quienes calificó como “los héroes de la pandemia” de covid-19 “que nos traían la comida y los medicamentos” pero “no tienen seguridad social, están precarizados”.
“¿Vamos a pensar eso desde un gobierno colorado y dar satisfacción a esas demandas insatisfechas que pueden generar convulsión?”, se preguntó.
Peña debe gobernar “para todos los paraguayos”
Ante expresiones del presidente electo Peña, quien insinuó que su gobierno estará formado solamente por miembros de la ANR, el expresidente Duarte dijo que “la responsabilidad de un presidente es gobernar para todos y con todos”.
“No puede haber exclusividad en el manejo del poder administrativo, necesitamos visiones distintas, pluralizar la gestión”, enfatizó, diciendo creer que Peña “es consciente de que tiene que gobernar para todos los paraguayos”.
ANR debe superar la “clientela”
El expresidente Duarte Frutos reflexionó que “el desafío principal del Partido Colorado para su modernización (…) es superar la visión clientelar del disciplinamiento del voto”, argumentando que aunque el “voto duro” aún ha permitido a la ANR obtener victorias electorales, se han registrado casos en que “la máquina ha perdido”, citando como ejemplos la derrota colorada en las elecciones municipales de 2015 en Asunción o las más recientes en Ciudad del Este.
“El desafío del coloradismo es superar la clientela como elemento decisivo para ganar elecciones y establecer políticas públicas universales”, insistió.
El objetivo de la ANR, opinó, debe ser que la ciudadanía joven se identifique con el Partido Colorado porque un gobierno colorado garantice un sistema de transporte público eficiente, la democratización del acceso a la salud y el agua potable.
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“Que haya una identificación de la sociedad, mediante políticas públicas universales, con el coloradismo”, subrayó.
Desbloqueo de listas
El exmandatario opinó que el desbloqueo de listas en las elecciones para el Congreso Nacional fue un error nacido de “una mirada anticolorada” que permite que “los que tienen plata y son conocidos” sean los que tienen más posibilidades de llegar al Parlamento.
“La grave situación de la oposición viene de que su estrategia está pensada en el anti-coloradismo, y el desbloqueo terminó impulsando una gran movilización en el Partido Colorado”, explicó. “Con la lista sábana los primeros diez son los que tenían posibilidad de ingresar y el resto prácticamente no se movía, pero con este sistema el número 40 en la lista moviliza a sus parientes, amigos, lleva votos al coloradismo, y el resultado es la peor derrota de la oposición”.
ANR y la narcopolítica
El expresidente dijo que el hecho de que “el coloradismo tiene la mayor cantidad de agentes sospechados de narcotráfico”, como el caso del diputado y senador electo Erico Galeano, quien está imputado por presunto lavado de dinero y asociación criminal, se debe simplemente a que la ANR es “el partido del poder”.
“Los narcotraficantes obviamente van a buscar infiltrarse en partidos de poder, no en partiditos de membrete”, señaló.
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Sobre la situación del diputado Galeano, el expresidente dijo que el presidente electo Peña fue “muy claro” al decir públicamente que Galeano – quien pertenece también al cartismo – debe someterse a la Justicia.
“Erico Galeano tiene que entender su grave situación y que compromete a Honor Colorado y la institucionalidad democrática, él tendría que someterse directamente a la Justicia, las acusaciones son gravísimas”, expresó.
Galeano perdió sus fueros en la Cámara de Diputados, pero está intentando dilatar el proceso en su contra hasta el 30 de junio, fecha en la que juraría como senador y adquiriría nuevos fueros como miembro de la Cámara Alta.
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En ese sentido, el expresidente Duarte señaló que los fueros parlamentarios no pueden ser considerados “un escudo para impedir la investigación de parlamentarios en delitos comunes” sino “una herramienta para preservar al diputado o senador de las consecuencias de su discurso, de los juicios de valor que emita en su condición de representante del pueblo”.
Presidente “rehén” del Congreso
En ese sentido, el expresidente dijo que el sistema constitucional actual se presta a que el Congreso Nacional “intente tomar de rehén al presidente” porque el mandatario tiene “facultades muy limitadas” en comparación al fortalecimiento que la Constitución de 1992 otorgó al Poder Judicial y al Congreso.
Señaló que designaciones como las de miembros del Banco Nacional de Fomento, el Banco Central del Paraguay o en las binacionales no pueden ser tomadas autónomamente por el presidente, sino que deben pasar por el Congreso.
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Admitió que ese “sería un buen sistema de control en una sociedad con ciudadanía alta y actores políticos comprometidos con el desarrollo institucional”, pero que en la práctica en Paraguay acaba “otorgando a diputados o senadores con pocos escrúpulos la oportunidad de extorsionar al presidente”, por lo que el mandatario “necesita gran apoyo de la sociedad, del poder mediático para defender la institucionalidad”.
El expresidente opinó que es necesaria “cierta reforma” de la Constitución para “volver a un régimen presidencialista fuerte” acompañado de “organizaciones republicanas también fuertes”.
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“El presidente no puede ser rehén de bancadas inescrupulosas, hay que devolverle facultades al Ejecutivo que perdimos porque cuando legislamos miramos el retrovisor”, dijo, en referencia a las medidas adoptadas en la Constitución de 1992 dirigidas a impedir que un régimen dictatorial como el de Alfredo Stroessner (1954-1989) se alce de nuevo con el poder en Paraguay.
“Unidad” colorada
El expresidente Duarte dijo que la unidad dentro del Partido Colorado es necesaria para dar gobernabilidad al país, pero enfatizó que esa unidad no puede ser “granítica”, algo que juzga imposible por la disparidad de criterios entre bancadas, sino que debe partir de una “actitud de cooperar con el presidente para el bienestar general”.
Consultado sobre las acusaciones de traición que fueron intercambiadas por varios actores del coloradismo, incluido él mismo, durante la campaña interna de la ANR el año pasado, el expresidente Duarte ironizó diciendo que “los agravios en política prescriben al tercer mes” y que “en el coloradismo la memoria se borra rápidamente”.
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Señaló, admitiendo que podría considerarse elemento de crítica, que “el gran propósito del coloradismo es el poder”.