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Monseñor Ricardo Valenzuela inició su homilía pidiendo a los presentes rezar por el Paraguay, por las familias y por las próximas elecciones generales de este 2023. “Tenemos un gran compromiso el próximo domingo y no olvidemos que todas las personas mayores de 18 años podrán votar. Es muy importante que participemos”, expresó.
Explicó que la convocatoria de votación es un llamado de la nación, no de algún partido político. “Tenemos derecho a elegir y decidir por nuestro futuro”, dijo el religioso.
Resaltó que todos tenemos la obligación de elegir, porque no elegiremos solamente a personas, sino que vamos a formar el elenco de líderes que durante los próximos 5 años van a tomar decisiones importantes sobre nuestras vidas, sobre nuestros bienes y todo lo que atañe a la función pública.
El obispo fue contundente en sus palabras y dijo: “Si no concurrimos a votar, otros lo harán por nosotros”. Aseguró que en las elecciones los paraguayos tenemos la potestad de premiar a los buenos y sancionar a los malos candidatos. Destacó que la gente debe entender que participar es una decisión madura, razonable y responsable, mientras que no hacerlo es renunciar a la oportunidad de incidir en el futuro de la nación y de nosotros mismos.
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Votar a conciencia y sin presiones
Exhortó a la población a hacer el esfuerzo de concurrir. “No caigamos en la simpleza de subestimar y poner pretextos para no participar con el viejo dicho de ‘cheve la política ndachemongarui’ (la política no me da de comer)”, indicó.
Asimismo, monseñor señaló que como ciudadanos debemos tener en cuenta que ir a votar no es hacer política ni un favor a algún partido; es un acto cívico que construye soberanía, porque elegir es construir la base del poder ciudadano y como cristianos tenemos el deber no solo de votar, sino que también tenemos la obligación de votar bien. Eso significa votar a conciencia, en libertad y sin presiones.
Indicó que ahora es el momento de poner a prueba nuestros valores, como la honestidad frente a las tentaciones de personas corrompidas que seguramente intentarán doblegar nuestras voluntades con dinero fácil y sucio. “No caigamos en ese pecado y actuemos con honorabilidad y firmeza. Votemos por el Paraguay de nuestros sueños, por la grandeza nacional”, puntualizó monseñor Valenzuela.
La pandemia nos dejó una lección
En otro momento de su alocución, el obispo recordó lo que fue la pandemia y aseguró que eso nos tiene que servir de lección para valorar nuestra vida.
Señaló que la pandemia reciente ha producido muchos cambios y eso nos recuerda que no hay diferencias ni fronteras entre los que sufren, porque todos somos frágiles, iguales y valiosos. Todo lo que pasó nos sacudió por dentro y nos tiene que servir como una lección para ser mejores y valorar la vida.
“Es tiempo de eliminar las desigualdades, de reparar la injusticia que envenena de raíz la salud de toda la humanidad. Aprendamos de la primitiva comunidad cristiana que nos describe el Libro de los Hechos de los Apóstoles. En los momentos de gran sufrimiento, los cristianos siempre han vuelto a Dios y a los santos, con la esperanza de que alivien a su pueblo”, refirió.
En ese contexto, el obispo finalizó instando a los feligreses a que “dejen de lado las cosas que les preocupan y les inquietan, que abran sus ojos, el corazón y confíen en Dios”.