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Salvo contadas excepciones de diputados que acuden a todas las sesiones y que también son los que mantienen activas mínimamente las comisiones en los días previos a la sesiones, raboneros hay de todos los colores en Cámara de Diputados, según registros oficiales que constan en el Sistema de Información Legislativa (SILpy).
Entre los casos más extremos de irresponsabilidad por ejemplo figura el caso del diputado Juan “Juancho” Acosta (ANR, oficialista), que actualmente es candidato del Partido Colorado a la Gobernación de Amambay y que no marcó presente en ninguna de las sesiones realizadas entre el 8 de marzo y el pasado 3 de abril.
Entre los colorados, hay varios que tienen apenas una o dos asistencias, al igual que varios liberales, entre ellos, el diputado Sergio Rojas (PLRA), que figura con un solo presente. El mismo aspira en el próximo periodo al Senado.
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Además de la campaña proselitista, la defensa a cuestionados personajes o evitar temas vidriosos también es una excusa para no sesionar o para lograr que casi todos estén presentes.
La prueba más palpable de este fenómeno son la sesiones del pasado 8 de marzo, donde hubo presencia de casi todos los colorados, para asegurar el blindaje a diputados sospechados de recibir sobornos.
En dicha ocasión, estuvieron 69 diputados, que en mayoría votaron para archivar el pedido de pérdida de investidura contra 31 de ellos que presuntamente habrían recibido pagos mensuales por parte del expresidente Horacio Cartes, según la acusación de la diputada Celeste Amarilla (PLRA).
Lo contrario ocurrió el 22 de marzo, cuando para no tratar la destitución del ahora exintendente de San Pedro del Ycuamandyyú, Gustavo Rodríguez (ANR, HC), que renunció momentos antes de ser echado, los colorados se retiraron en masa.
Los mismos ya no retornaron para continuar con la otra sesión en la que se tenían que tratar los puntos del orden del día.
Si bien el reglamento de la Cámara de Diputados establece sanciones para los raboneros, estos normalmente zafan ya que están habilitados a “justificar” sus ausencias hasta de manera verbal y en días posteriores.