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El diario argentino La Nación, publicó este miércoles en su versión digital una entrevista con el candidato cartista a la Presidencia, Santiago Peña, en la que este se refirió a algunos de los principales cuestionamientos que se le hacen y dijo, entre otras cosas, que las sanciones a Horacio Cartes están basadas en mentiras.
Al ser consultado por las acusaciones de corrupción de su líder, Peña respondió que “Cartes fue acusado de cuestiones en las que él no ha tenido la oportunidad de defenderse. Él tiene sus abogados y llevará adelante su estrategia. Pero eso es algo personal de él. No es responsabilidad política del Partido Colorado ni mía como candidato presidencial”.
Peña se refirió al posible impacto de las sanciones a nivel electoral, diciendo que no cree que tengan impacto ”en el ciudadano de a pie”, destacando que “por eso fue electo como presidente del partido por los afiliados el 18 de diciembre”.
Aseguró que en el entorno de Cartes le piden que “se defienda y demuestre su inocencia porque creemos que es mentira”.
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Niveles de corrupción en Paraguay “no tienen tanto fundamento”
El medio argentino destacó que Peña señaló que “no tiene demasiado fundamento” la definición de Paraguay como un país con un alto nivel de corrupción”, al referirse a que nuestro país ocupa el lugar 137 entre 180 países, según Transparencia Internacional.
Peña aseguró a La Nación de Buenos Aires que “no hay que olvidar que ese ránking es una encuesta sobre la “percepción” de corrupción que tienen los ciudadanos. No se basa en datos objetivos. Y los paraguayos tenemos una mirada muy crítica de nosotros mismos”.
Aseguró que los “números duros posicionan a Paraguay entre los mejores países de la región”. Por ejemplo, el presidenciable citó el “riesgo país”, diciendo que es un “dato que elaboran los inversores que están poniendo su plata en juego. Nuestro índice está en alrededor de 200 puntos básicos, lo que nos ubica como el quinto país con menor riesgo país de América Latina y el Caribe”, aseguró.
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Peña volvió a comparar a la salud y la educación con la economía
Peña destacó que “Paraguay cuenta con estabilidad macroeconómica, pero estamos muy lejos de lo que podríamos ser. Tenemos problemas que no hemos resuelto, como la mejora de nuestro capital humano. Nuestro sistema de salud y educación quedaron desfasados en el tiempo. Si mejoramos en la gestión económica es porque modernizamos nuestras instituciones”, aseguró.
Destacó que “el ministerio de Hacienda es un organismo técnico que toma decisiones sobre el desarrollo de la política fiscal de largo plazo y contamos con un Banco Central independiente que reconoce el valor de una inflación baja y estable para poder mantener el poder adquisitivo de las personas”.
Peña volvió a mencionar puntos que ya habían generado polémica como su visión la educación y la salud, a los que considera que hay que mirar “con el mismo enfoque técnico” que a las cuestiones económicas.
Resaltó que “la generación de empleo es un eje transversal que recorre todas estas políticas: formar a los paraguayos para el trabajo y usar nuestro enorme potencial productivo”.
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Comparó a gobierno de Cartes con el de Mario Abdo
Al ser consultado sobre las diferencias que tendría en un eventual gobierno, con el actual de Mario Abdo Benítez, Peña comparó a la actual gestión con a que tuvo su líder, Horacio Cartes, reconociendo que este último tuvo un “desgaste tremendo por el intento de lograr una enmienda constitucional que le permitiera presentarse a la reelección”, lo que, a su entender, le “impidió sostener el proyecto político”.
Con respecto a Mario Abdo Benítez, Peña dijo que “por el contrario, se concentró mucho en la política y descuidó la gestión.” El candidato colorado dijo que “la economía se estancó en estos cinco años”. “El déficit fiscal se fue a las nubes, la deuda pública se duplicó, y eso puso en riesgo las bases de la fortaleza macroeconómica de Paraguay”, criticó.
Dijo que de ganar las elecciones intentaría “plasmar una gestión política con un alto contenido técnico”.
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No se desdijo de su calificación sobre los argentinos
Un punto ineludible en la entrevista del medio argentino fue, evidentemente, la calificación de “haraganes” que Peña había lanzado contra los ciudadanos de ese país, La Nación dijo que no se desdijo, pero que se explicó. En la entrevista, Peña dijo que un amigo suyo argentino le dio la razón al decir que “lo que dijiste es cierto, pero no nos gusta que nos lo digan”.
Peña se defendió diciendo que “cuando uno tiene una economía como la Argentina, con una inflación del 100%, un régimen tributario que es considerado por muchos argentinos casi como ´confiscatorio´, y el programa social pone a miles de personas en la disyuntiva entre trabajar o cobrar un plan, lastimosamente todo ese conjunto termina matando la cultura del trabajo”.
Continuó diciendo que “gracias a Dios, esa no es la situación del Paraguay donde el trabajo sigue siendo una buena inversión”, aunque dijo que “tenemos que tener mucho cuidado porque vemos en países de la región que hay hábitos muy fáciles de incorporar”.
Concluyó el tema destacando que su madre es argentina, así como dos de sus hermanos, con ascendencia en destacadas figuras de ese país.
“Lugo ganó por su cercanía con la Iglesia”
Consultado al respecto de la caída del partido colorado en 2008, señaló que eso tuvo más que ver con la cercanía de Lugo a la imagen de la Iglesia- de la que fue obispo- que con las ideas de izquierda de las que aseguró, plasmó en su gobierno.
“Esas ideas no cayeron bien en aquella época y tampoco ahora tendrían cabida. Creo que la sociedad paraguaya es mayoritariamente de centro, que valora el esfuerzo del trabajo, que considera a la familia como el eje de la sociedad, y que, a pesar de 35 años de dictadura, valora la libertad y la democracia”, puntualizó.
Con respecto a la posibilidad de ser presidente, señaló que quiere que lo “recuerden como el presidente que unió a los paraguayos y a los sudamericanos”.