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El presidenciable colorado, Santiago Peña participó ayer de un encuentro político en Encarnación, donde volvió a abordar el tema del narcotráfico, donde se ratificó en su postura de que hay que “dividir” el problema de la inseguridad urbana y el del narcotráfico en zonas de frontera. Aunque en esta ocasión no se desdijo de afirmar que el índice de criminalidad de nuestro país es de “países nórdicos”, pero sí culpó directamente al exministro Arnando Giuzzio de la situación actual.
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“El otro componente, que está vinculado al sicariato, a problemas de tráfico de droga, yo creo que ha habido un relajamiento de los mecanismos de control a nivel nacional que tenemos que fortalecer”, empezó diciendo Peña, quién luego apuntó directamente contra Guizzio, pero de paso le “pegó” al presidente Mario Abdo Benitez y al propio Horacio Cartes, al criticar sus decisiones.
“Esta es una posición hasta diría política, donde creo que no ha sido una buena decisión de entregarle los organismos de control a personas que no son de nuestro partido, porque no van a sentir la identidad política para defender, y menciono particularmente el caso de quién fuera ministro de la Senad y luego ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio”, afirmó.
En su intento de crítica, Peña no solo cuestiona a Mario Abdo, sino también a Cartes, ya que su exjefe en el Ejecutivo también tuvo durante mucho tiempo como ministro del Interior al liberal Francisco de Vargas. De hecho, en esta lógica de cuestionar a no colorados en un gobierno, él mismo no tendría que estar donde está, ya que se afilió a la ANR tras un ultimatum de Cartes, de echarlo del Ministerio de Hacienda si no dejaba de ser liberal.
“Nosotros vemos que él (Giuzzio) fue uno de los grandes responsables del debilitamiento del control territorial que permitió que Paraguay se haya convertido en los últimos años como uno de los países de mayor tráfico de droga que fue incautada en Europa”, insistió Peña, quién también parece olvidar que se abrazó con cuanto procesado o sospechado de vínculos con el narcotráfico hubo en el Partido Colorado.
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En su momento, Santiago Peña apoyó políticamente a la exdiputada Cynthia Tarragó, quién luego fue detenida y condenada en Estados Unidos por presunto intento de lavado de dinero vinculado al narcotráfico.
También fue respaldado políticamente por el ahora preso en el marco del operativo “A Ultranza PY”, el exdiputado Juan Carlos Ozorio y sigue cercano a otros de los sospechados por dicho operativo, el diputado Erico Galeano.
Ni siquiera puede alegar desconocimiento de las sospechas, ya que se “abrazó” al diputado Ulises Quintana, ya luego de que se hiciera público su proceso por presunto narcotráfico y sin importarle que estuviera aguardando juicio oral y público como presunto cómplice del supuesto narcotraficante, Reinaldo Javier “Cucho” Cabaña.
Demás está decir que sigue cobijado por el designado “significativamente corrupto” y agregado a la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) por parte de Estados Unidos, Horacio Cartes. Sin embargo, a decir de Peña, fue únicamente la gestión de Giuzzio lo que “trajo como consecuencia la mayor presencia de estos grupos de narcotraficantes”.
“Creo que nosotros tenemos que cortar la ruta que viene, porque Paraguay no es un gran productor de cocaína, si de marihuana, pero el gran problema que estamos viendo es el tráfico de cocaína que está yendo a Europa y tenemos que cortar, y eso comienza principalmente en el Chaco, donde ingresa esos productos”, finalizó diciendo el candidato.
Demás está decir tampoco mencionó nada relacionado al rol de la Justicia, ya sea desde la cuestionada Corte Suprema de Justicia o la reprochable gestión de la exfiscal general del Estado, Sandra Quiñónez.