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Se podría calificar -como mínimo- de insólita la situación que le toca vivir al ministro Eugenio Jiménez Rolón, a quien ayer, intentaron nuevamente imponerle la vicepresidencia 2ª de la Corte Suprema de Justicia pese a que de antemano aclaró que no deseaba postularse para el cargo, postura que ratificó en la sesión pasada y también ayer.
“Acá hay amenazas y todo (...) Después de la amenaza reciente, me siento en un patíbulo, apuntado y siento que sea así”, expresó Jiménez, visiblemente indignado ante las exposiciones de los colegas que pretenden justificar la imposición.
En realidad, con esta “jugada” de la mayoría en la CSJ se busca dejar al ministro Eugenio Jiménez Rolón impedido para ocupar algún cargo, como la presidencia del máximo tribunal, en el próximo periodo, atendiendo a que la ley establece que los integrantes del Consejo de Superintendencia no podrán ocupar cargos en la mesa directiva de forma consecutiva.
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“Esto es grave, porque denota un cierto autoritarismo. No se puede obligar a un ministro de la Corte a aceptar ese cargo y hay una persona que fue electa y no se opuso a su designación, que fue el Dr. (César) Garay”, dijo solidarizándose el ministro Manuel Ramírez.
La mayoría que intenta imponer esta designación, alegando que es una “carga pública” está compuesta por los ministros Luis María Benítez Riera, Carolina Llanes y Alberto Martínez Simón. El presidente de la Corte, César Diesel, no se pronunció claramente en contra de la imposición.
Respaldan la postura del Jiménez, sus colegas Víctor Ríos y Manuel Ramírez Candia. Estuvieron ausentes en la sesión los ministros César Garay y el cuestionado Antonio Fretes.
“Estamos impuestos por la ley a ser elegibles. Si el pleno elige, debe asumir”, alegó Martínez Simón, quien junto a Llanes y Benítez Riera, trataron de justificar la imposición, e incluso realizaron veladas amenazas de eventuales “consecuencias” contra Jíménez, en el caso de no someterse a la mayoría.
Estas “amenazas” motivaron que los ministros que estaban en contra del atropello se retirasen, y con ello, la sesión quede sin quórum, con cuatro miembros.
A raíz de esta indefinición, la crisis entre las autoridades en el Poder Judicial no hace más que agravarse y no se definió fecha para retomar la discusión.
Llanes tiró “advertencia” a Jiménez
Durante la sesión ordinaria de ayer, fue la ministra Carolina Llanes quien dijo que ante la negativa de que se le imponga el cargo de Eugenio Jiménez, este asumirá las consecuencias.
“Sigo pensando que nosotros como ministros nos hemos comprometido a todas las atribuciones constitucionales y legales que nos concede la Constitución y la ley. Entonces, considero que no hacerlo es decisión de cada uno de los ministros y asumirá seguramente las consecuencias inherentes a no cumplir con un juramento”, amenazó Llanes.
Si bien la ministra no lo dijo taxativamente, podría haber dado a entender que podría ser alegado mal desempeño en sus funciones, una causal de juicio político.
La ministra Llanes alegó que debe primar el “interés general público” ante el “interés personal” de Jiménez. Lo más llamativo es que no les exigen lo mismo a otros colegas. Igualmente abogó por ratificar la designación irregular, diciendo que guste o no, la decisión de la mayoría es la que rige también en las democracias.
Dijo que aunque a algunos colegas no les guste la imposición de la mayoría, “ese es el mecanismo constitucional diseñado, ese es el mecanismo democrático vigente. Las mayorías deciden”.
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Agregó que “si vamos a desnaturalizar el sistema de las mayorías, entonces directamente estamos desvirtuando la potestad de la máxima autoridad del Poder Judicial que es el pleno de la Corte Suprema de Justicia, entonces para mí eso es muy grave”.
Actitud dictatorial, dice Víctor Ríos
El ministro de la Corte y exsenador Víctor Ríos fue tajante al repudiar el intento de imposición “autoritaria” a su colega Eugenio Jiménez Rolón, comparando la actitud con la de los peores regímenes autoritarios. Recriminó que solo falta que se plantee torturar al colega, ya que considera esta imposición como la violación de un derecho fundamental como es el de la libertad.
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“Eso de que se hace lo que quiere la mayoría decía (Adolfo) Hitler, decía (Benito) Mussolini, decía (Alfredo) Stroessner, y yo de ninguna maneja puedo aceptar una cosa así y pido permiso para retirarme”, expresó Ríos antes de salir y dejar sin quórum la sesión de ayer.
El ministro advirtió que la actitud de sus colegas que plantean la imposición los encamina incluso a plantear absurdos, fuera incluso de lo que defiende la Constitución Nacional.
“Vamos a la vía del absurdo: ¿qué vamos a hacer con el ministro Jiménez? ¿Lo vamos a torturar? ¿Lo vamos a engrillar? ¿Cuál es la solución? Acá en todo momento se habla de elección, es elegible, implica voluntad. No se le puede imponer. Es absolutamente absurdo”, insistió Ríos.
Si bien la Corte Suprema de Justicia sesiona todos los miércoles, no se puede descartar que ante la crisis puedan reunirse en cualquier momento de manera extraordinaria.
Desde que saltó el escándalo por presunto cobro de coima en el caso Hijazi, el ministro Antonio Fretes no participa de las sesiones y su mandato fenece el próximo 10 de marzo.