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Las graves sanciones financieras anunciadas el jueves 26 de enero por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. contra Horacio Cartes (HC) refieren que el expresidente y titular de la ANR “mientras era presidente continuó con sus esquemas corruptos, incluido el pago en efectivo a funcionarios a cambio de su lealtad y apoyo. “Mantuvo su control sobre la formulación de políticas a través de sobornos mensuales en efectivo, pagados a legisladores leales. Los pagos oscilaron entre US$ 5.000 y US$ 50.000 por cada miembro”, refiere la denuncia del gobierno de Joe Biden.
Agrega que “en el 2017, prometió un millón de dólares de su propio patrimonio para comprar los votos de los legisladores para apoyar su impulso infructuoso de reforma constitucional que le permitiera postularse para un segundo mandato en el 2018″.
Añade: “Siguió influyendo en las actividades legislativas después de dejar el cargo sobornando a los legisladores para dirigir los votos en su interés y apuntando a los opositores políticos, con los principales partidarios recibiendo hasta US$ 50.000 mensuales”.
Algunos legisladores admitieron que recibían pagos de Cartes, entre ellos el diputado cartista Walter Harms y el senador Silvio Ovelar (ANR, cartista).
Entre los casos más sonados fueron las acusaciones del presidente Mario Abdo Benítez quien señaló que Cartes ofreció US$ 250 mil para frenar el juicio político a la fiscala general del Estado Sandra Quiñónez.
