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Instrucciones de quiénes debían ser imputados, datos de qué preguntas se debían hacer a los procesados y acceso a información sobre procesos penales en curso. Las comunicaciones del caso conocido ya como “Asado Papers” siguen revelando la forma en la que políticos mantenían control constante sobre los procesos penales que terminaron empujando a la renuncia de Mario Ferreiro a la jefatura comunal capitalina.
Las comunicaciones revelan que los políticos manejaban tanto la causa que sabían de un allanamiento hasta días antes de que ocurriera el procedimiento e incluso dictaban a quiénes había que imputar o qué preguntas realizar a los procesados.
Esto se desprende del análisis de casi 6.000 páginas de comunicaciones a través de WhatsApp que forman parte del expediente judicial que terminó en la absolución del exjefe comunal de Asunción. Estos mensajes fueron obtenidos del teléfono del extitular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) Camilo Soares, quien entregó el aparato de forma voluntaria al tribunal. ABC accedió a la copia de los documentos.
Las comunicaciones tras bambalinas de la opereta para sacar a Ferreiro revelan movimientos incansables días antes e incluso durante los momentos en los que renunció el exjefe comunal. Los principales operadores eran el entonces ministro asesor de la Presidencia de la República, Daniel Centurión; y el diputado y exintendente de Asunción, Arnaldo Samaniego.
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“La señora y su asistente”
La operativa de Soares contra Ferreiro comenzó meses antes, pero fue entre finales de noviembre y principios de diciembre cuando se terminaría de consumar el montaje de la causa penal contra Ferreiro.
Soares presentó la denuncia que derivaría en imputaciones varias contra Ferreiro y su entorno ya el 27 de noviembre de 2019. En los días posteriores, se notarían conversaciones constantes hasta que el 9 de diciembre el extitular de la SEN le preguntaría a Samaniego si tenía novedades,
“Me dijo q nos llamaría para firmar” (sic), le respondió Samaniego. Eran las 18:41 del 9 de diciembre de 2019. Tal fue la eficiencia que al día siguiente ya consiguieron una reunión con “la señora”, haciendo alusión a la fiscala Stella Mary Cano.
Eran las 07:57 del 10 de diciembre, cuando Soares escribió: “En camino!”.
“Ahí viene la Secretaria de la Sra para avanzar, luego viene ella. Yo me voy enseguida. Trabajen nomás tranqui” (sic), respondió Samaniego.
Los documentos revelan que ese mismo 10 de diciembre Soares comenzó a intercambiar mensajes vía WhatsApp con Silvia Sapriza, asistente de la fiscal Stella Mary Cano. Un par de días después, el 13 de diciembre, el dirigente de izquierda comenzaría a intercambiar mensajes también con Wladimir Woitas, esposo de la representante del Ministerio Público, y quien en las comunicaciones hizo de intermediario en varias ocasiones.
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A quiénes imputar y qué incautar
Soares se presentó a Sapriza vía WhatsApp el 10 de diciembre y le remitió una serie de documentos y fotografías. Las comunicaciones seguirían un día después, el 11 de diciembre, cuando el activista le escribió a la asistente fiscal para adelantarle que le pasaría algunos documentos.
Sin embargo, algunas de las conversaciones más relevantes surgieron el 18 de diciembre, víspera del día en el que se produciría el allanamiento a la Municipalidad de Asunción. Ese día fue la asistente fiscal quien buscó a Soares.
“Buen día!! Por favor cuando se pueda. Los datos de las personas que serán imputadas. C.i Dirección” (sic), escribió Silvia Sapriza. “Solo esos datos me falta”, (sic) agregó la asistente fiscal.
Soares le respondió enseguida y comenzó a remitir los datos de varias personas que terminarían efectivamente siendo imputadas como Rocío Casco, Víctor Mancuello, Víctor Bogarín, Fernando Ferreiro y otros (ver infografía). Tal fue su apuro que incluso envió mal los datos de Roberto Ferreiro, pues envió los que correspondía al padre de quien finalmente terminaría yendo a juicio.
“En breve reviso se están haciendo copias para el pedido de allanamiento que en breve llevamos”, (sic) le informó Sapriza.
Soares le confesó que no estaba consiguiendo los datos de domicilio, a lo que Sapriza le diría que “no importa”.
Soares no se conformaría con dar la lista de quiénes debían ser imputados, sino que incluso hasta daría “recomendaciones” de lo que se tenía que incautar. “Son muy importantes incautar los aparatos telefónicos. Allí, se garantiza tener toda la info” (sic), agregó.
Sapriza remitiría una serie de fotografías y un documento que tenía como nombre “pedimos para incautar todos los aparatos celulares”.
“Gente que va a informar”
Sapriza hasta le consultó a Soares el horario en el que podrían encontrar a “estos señores” en la sede de la municipalidad de Asunción y el comunicador brindó información detallada de los movimientos de los mismos.
“A los que le van a encontrar allí en la Muni son Marcelo Mancuello, Víctor Ocampos y Aureliano Servín. A Víctor Bogarín en su clínica a la tarde” (sic), precisó el activista devenido en comunicador.
Sapriza también le remitiría una serie de fotografías a Soares para luego hacerle algunas consultas y avisos más. “Los demás Ferreiro? Dirección ? Le preguntaré a mi jefa con relación de ellos. Creo que se tiene que hacer ya orden de detención. Está en reunión por este tema. Sale y ya le consulto” (sic), le escribió la asistente fiscal.
“Ahora estoy averiguando los datos exactos de los que tienen sus oficinas en la Muni. Yo te estoy averiguando los datos exactos de ubicación y te paso” (sic), le señaló Soares, quien además terminó revelando que tenía informantes internos dentro de la comuna. “También, voy a tener alguien de allí adentro para que me avise cuando ellos llegan. Y te aviso inmediatamente para que ustedes dispongan” (sic), sostuvo.
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La promesa que no se cumplió
Sapriza le volvió a remitir otra fotografía que aparentemente se trataba de la orden de allanamiento que fue presentada ante la jueza penal de garantías Lici Teresita Sánchez. Soares preguntó enseguida: “Con qué Juez metieron? Paredes?” (sic).
Sapriza le volvió a responder enviando otra fotografía y agregó: “Secreto”. “Voy a leer. Gracias! Te mantengo informada” (sic), le respondió Soares.
“A nadie le muestres porfa”, insistió la asistente fiscal. “Ni bajo tortura!!! No se tiene que filtrar de ninguna manera!” (sic), replicó Soares. Sin embargo, los documentos revelan que ese mismo día el extitular de la SEN le remitió copia de la orden de allanamiento al entonces ministro asesor de la Presidencia de la República, Daniel Centurión.
“Bajo fe de juramento de guardar silencio y como somos un equipo, te paso la orden de Allanamiento” (sic), le dijo Soares a Centurión.
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“Esquema para vigilar”
Soares remitió los datos detallados del piso y área donde se encontraban las oficinas de las personas a las que terminarían imputando y volvió a insistir en que tenía forma de seguir de cerca a quienes se encontraban en el lugar.
“Tengo un esquema para vigilar mañana, la gente que va a controlar, no sabe para qué tienen que controlar la llegada de esa gente, pero tiene la instrucción de avisar inmediatamente. El que hace de enlace directo es Francisco Florentin, es uno de los que declaró” (sic), ofreció el extitular de la SEN.
Florentín era su mano derecha y supuesto testigo clave en el caso. “Me parece que yo tendría que hacer que entre en contacto directo contigo para ser más directos y expeditivos mañana. Porque me preocupa perder mucho tiempo entre el centro y la Muni, fácilmente es media hora y tengo temor que se filtre o se escapen en ese ínterin”, agregó.
“Sí, yo tengo su número. Desde las 8 ya vamos a estar hacia ahí” (sic), le informó Sapriza.
“Ok, entonces le digo que se reporte contigo directamente, así no damos tantas vueltas” (sic), replicó Soares.
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“Para seguir de cerca”
Ya después de las 23:00 del 18 de diciembre de 2019, Sapriza volvió a escribir a Soares y hasta le pidió perdón por la hora. “Desde las 8 estaremos en lo de mi jefa por si quieras seguir de cerca me avisó mi jefa. Perdón la hora.. seguimos trabajando” (sic), le dijo la asistente fiscal.
Stella Mary Cano vive en el 2566 de la calle Austria, no muy lejos de la municipalidad. Con lo señalado por Sapriza, la comitiva no partió desde una sede fiscal sino desde la dirección particular. De hecho, la propia fiscal terminó reconociendo hace algunos días que tras el allanamiento fueron nuevamente hasta su casa con los equipos incautados y trató de justificar esto.
Soares ya había ido hasta el domicilio de Cano y ahora Sapriza le dejaba abierta la posibilidad de “seguir de cerca” la cuestión.
Soares fue avisado del minuto a minuto del allanamiento en la mañana del 19 de diciembre hasta el punto que Sapriza le mantuvo informado hasta del momento exacto en el que ingresaban a la sede comunal.
Instrucciones para preguntas
En enero de 2020, antes de que la fiscala Cano imputara al ya entonces exintendente Ferreiro, Sapriza mantuvo comunicación constante con Soares, al que le pidió incluso que le ayudara a conseguir la dirección particular del exjefe comunal.
El 14 de enero de 2020, Soares llegó hasta a dar datos sobre lo que se le tenía que preguntar a uno de los procesados, el doctor Víctor Bogarín. “Hola! Creo que hoy tenían que ir a declarar Víctor Bogarín y Luis Ahn. Luis es muy amigo mío y es de mi confianza, estaba muy ansioso en poder ayudar todo lo que se pueda. Y Víctor Bogarín era el intermediario de Mario Ferreiro” (sic), escribió el activista.
“Díganle que ustedes tienen mi comunicación con él y que con eso se muestra claramente y no puede negar que estaba haciendo un trabajo de intermediación entre Mario y yo. Además, pregúntenle si se realizó una reunión privada en su clínica, Clínica Kayatt entre Mario Ferreiro, el (Víctor) y yo. Esa es la reunión que ellos suponen que yo les grabé” (sic), agregó.
Soares dijo estar por Brasil, pero aún así agregó un pedido: “Y si te es posible, me gustara ver sus declaraciones después”.
“Hola buen día! Hasta ahora solamente él sr Luis está declarando. Bogarín no está viniendo todavía” (sic), le respondió Sapriza.
“Estará todo cagado!!!” (sic), replicó Soares, lo que resultó hilarante para la asistente fiscal que agregó enseguida: “Jajaja. Volveremos a citarle” (sic).
Una semana después, Soares le diría a Sapriza que necesitaba hablar con la fiscal Cano. La asistente le respondió: “A la noche te llama desde el teléfono de su marido. Me pidió que te avise” (sic).