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Las empresas Río Salado SA y Ahoraité SA (casa de créditos) figuran como beneficiarias de millonarias transferencias realizadas entre los años 2019 y 2021 por el presidente -con permiso- de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Antonio Fretes. Los traspasos, que suman G. 1.150 millones, se hicieron en apenas tres días.
Los documentos dan cuenta de que las compañías beneficiadas tienen como accionistas a Asdrúbal Antonio Fretes Valenzano -hijo de Antonio Fretes- y a la abogada Lourdes Beatriz González Gómez. Ambos figuran como las “caras” visibles de los negocios conectados al clan Fretes.
Préstamo de G. 800 millones a Fretes a Ahoraité SA
La mayor transferencia por parte del integrante del máximo tribunal fue para la casa de préstamos Ahoraité SA que recibió G. 800 millones. El primer giro del ministro Fretes para esa empresa data del 01 de julio de 2019 y fue por G. 300 millones.
Catorce meses después, específicamente el 25 de setiembre de 2020, el presidente del Poder Judicial realizó una segunda transferencia, esta vez de G. 500 millones a la casa de préstamos. Para ambas transacciones no se especifica el motivo.
Un punto importante es el ministro de la Corte aparecía como accionista de Ahoraité SA, de acuerdo al acta de asamblea extraordinaria del 25 de abril de 2018. Entonces, Antonio Fretes tenía acciones por más de G. 102 millones, mientras su hijo Asdrúbal Fretes Valenzano, por G. 267 millones; Lourdes Beatriz González Gómez, por G. 248 millones, y Río Salado SA, representada por Pamela Meseguer (empleada registrada por Ahoraité SA ante el IPS), por G. 1.203 millones.
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En aquella ocasión también tenían participación accionaria la empresa Tebicuary Campos & Haciendas SA, representada igualmente por Pamela Meseguer, con G. 568 millones, y Adriana Florentín Oliver (pareja de Asdrúbal Fretes) con G. 230 millones.
Las constancias emitidas por la Dirección General de Personas y Estructuras Jurídicas y Beneficiarios Finales muestran que para el 30 de junio de 2020, el nombre de Antonio Fretes desapareció de la nómina de accionistas de Ahoraité SA. Para entonces, su hijo Asdrúbal Antonio Fretes Valenzano se presenta con mayor cantidad de acciones con relación a la asamblea realizada en el año 2018.
Lo coincidente es que Asdrúbal Fretes aumenta su participación sumando la cantidad de acciones que pertenecieron con anterioridad a su padre, Antonio Fretes. Todo esto pasó luego de entrar en vigencia el Decreto Nº 9043/2018, por el cual el Poder Ejecutivo reglamentó la Ley Nº 5895/2017 “Que establece reglas de transparencia en el régimen de las sociedades constituidas por acciones”.
Esta normativa estableció reglas a los efectos de transparentar el régimen de las sociedades constituidas por acciones. Entre los puntos reglamentados están los mecanismos para ejecutar el canje de las acciones al portador por acciones nominativas, pudiendo conocerse al verdadero propietario o beneficiario final de las mismas.
Asdrúbal Fretes pasó de G. 267 millones a G. 364 millones de participación accionaria en Ahoraité SA. Los demás socios no tuvieron modificaciones en los montos de sus acciones.
Firma no registrada recibió G. 350 millones
La otra empresa beneficiaria con transferencias fue Río Salado SA, cuyo rubro principal declarado ante la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) es: “actividades inmobiliarias realizadas con bienes propios o arrendados”. Esta compañía recibió G. 350 millones el 13 de diciembre de 2021, según los detalles.
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Un punto llamativo es que Río Salado SA, pese a que sus ingresos provienen del negocio inmobiliario, no está registrada ante la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero y Bienes (Seprelad). Este sector está sujeto a las obligaciones establecidas en las leyes ALA/CFT (Antilavado de Activos y Contra Financiamiento del Terrorismo), específicamente la Ley Nº 3783/09 modificatoria de la Ley Nº 1015/97.
La legislación establece que las personas físicas como también jurídicas dedicadas a ese rubro deben estar registradas ante la cartera antilavado. Río Salado SA figura como la que realizó multimillonarios movimientos de dinero en los últimos nueve años.