Las drogas ganan las calles de Asunción y Central

La distribución de droga ha permeado todos los estratos sociales del país y si bien sus ramificaciones son diversas, siempre tiene a la violencia como su principal elemento común. En todos los barrios de Asunción y en todas las ciudades del departamento Central hay vendedores y consumidores, que sólo varían en la cantidad de estupefacientes que mueven. Los jóvenes atrapados en la adicción naufragan en una cruel práctica de autodestrucción física y mental, mientras sus familias luchan contra la desesperanza, el miedo y la discriminación, todo esto, ante una falta total de asistencia del Estado.

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Capítulo I

Su expansión es incontrolable

El escenario se repite con los mismos protagonistas: un barrio pobre, jóvenes de escasos recursos y sin empleo, que ante cámaras son expuestos como los presuntos distribuidores de drogas por las fuerzas de seguridad.

Los intervinientes incautan lo habitual: los tocos de marihuana, moñitos de chespi, cracks o tal vez un poco de cocaína, que son preparados en bolsitas para poner a la venta. Después, lo habitual; Un par de declaraciones de los intervinientes, de los detenidos y listo. Como que todo esto se volvió tan cotidiano que ya no llama la atención.

Sin embargo, es apenas uno de los rostros de este monstruo llamado submundo del tráfico de drogas a menor escala, o microtráfico.

En cualquier esquina

“Podés encontrar en cualquier esquina, como chicle se vende” dice un distribuidor y consumidor de drogas que accedió a dar su testimonio a ABC Color, con la condición de poner su identidad en resguardo.

Este joven arrancó en las drogas en el 2017 como consumidor y cinco años después ya se dedica a la venta al menudeo, es decir, por raciones pequeñas. Dice que actualmente hay demasiada “competencia” y que, como todo negocio, esto depende de la oferta y la demanda. Y la demanda en este rubro parece que nunca termina.

El microtráfico ha permeado todos los estamentos sociales de Asunción y Central. Su expansión aumenta de manera incontrolable.
El microtráfico ha permeado todos los estamentos sociales de Asunción y Central. Su expansión aumenta de manera incontrolable.

Si hace diez años atrás la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) tenía barrios identificados como “puntos rojos” en el mapa de Asunción, es decir, lugares considerados de distribución o de consumo masivo, hoy, ese mapa ya no es necesario y esto debido a una cuestión tan sencilla como brutal: Los 63 barrios de Asunción tienen distribución y consumo. Así lo asegura Francisco Ayala, director de comunicación de la SENAD.

En lo único que varía es en el nivel de penetración que tienen las drogas en los barrios.

“El tráfico aumentó y en consecuencia el consumo de drogas también. Lastimosamente está muy fuerte (el consumo). Es algo que solamente se daba en las principales zonas urbanas de nuestro país, pero lo vemos ya extendido también a otros puntos. El microtráfico se adapta a los niveles de la sociedad”

Sigue diciendo: “En un sector por llamarlo vulnerable, el microtráfico se centra en lo que es el crack, la marihuana, las pastillas, los somníferos. Pero en otros sectores de mayor poder adquisitivo, entran con más fuerza la cocaína y allí también ya las drogas sintéticas. O sea, el microtráfico trasciende líneas o estructuras sociales” sostiene Ayala.

Vendedores y consumidores. La venta al menudeo de droga se ha normalizado en barrios de Asunción y central.
Vendedores y consumidores. La venta al menudeo de droga se ha normalizado en barrios de Asunción y central.

Cerca de colegios y escuelas

Este crecimiento en la distribución empezó a afectar a una población muy sensible para la sociedad: los estudiantes de escuelas y colegios.

La situación fue creciendo a tal punto que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) tuvo que intervenir. En el 2016, la cartera de Estado emitió un manual para los profesores y directores de colegios y escuelas en caso de que se detecte droga.

Así se creó, mediante resolución N° 19.972, el “Circuito de atención ante el consumo y/o presencia de drogas en instituciones educativas”. Se trata de un sistema que el MEC integró a su plan de trabajo orientado a los directores y directoras de colegios, teniendo en cuenta el complejo problema de la presencia de drogas en las instituciones educativas.

Asunción, que cuenta con 31.148 alumnos matriculados en colegios técnicos y científicos - según datos oficiales del MEC - se presenta como un gran mercado para los microtraficantes, ya que en todos los barrios asuncenos el consumo, la venta y el tráfico de drogas (crack, éxtasis y otros) es moneda corriente hoy día.

Sustancias incautadas

Un agente de la SENAD confió el siguiente dato para este reportaje; En todas las intervenciones que realizaron en los últimos años en los colegios de Asunción o de Central encontraron alguna sustancia prohibida. En la mayoría de los casos, se trató de cracks, ya listos para el consumo.

“Mi hijo empezó con la marihuana a los 13 años, inocentemente, y fue gracias a un compañero suyo de la escuela. Luego, ya cerca de los 18 años, empezó con drogas más fuertes, como cocaína, crack, LSD, todo”, dice un padre cuyo hijo está siguiendo ahora su tratamiento de rehabilitación en el exterior.

La ministra de la Niñez y Adolescencia, Teresa Martínez, dice que la mayor preocupación actualmente es el fácil acceso que tienen los niños y las niñas a todo tipo de drogas.

Afectando a la población más joven

“Lo del microtráfico es una gran preocupación porque está llegando cada vez más a los más jóvenes. Tenemos reportes de nuestros trabajadores de calle que nos indican que el microtráfico está afectando la zona de los colegios” señala Martínez.

La ministra agrega que hay grupos de microtraficantes que utilizan a los estudiantes de colegios para vender drogas en las propias instituciones educativas. “Tenemos casos de directores de colegios que mandan revisar las mochilas de estudiantes. Es un caso muy grave y nosotros estamos hablando con la gente de la SENAD sobre todo esto” asegura la ministra.

Para Martínez, el problema del microtráfico presenta un patrón muy concreto y que tiene que ver con que involucra a toda la familia que está en pobreza.

Por las calles de Asunción o cualquier zona urbana de Central se puede ver a personas adictas al crack. Es una situación que desde el Estado paraguayo no se está teniendo en cuenta.
Por las calles de Asunción o cualquier zona urbana de Central se puede ver a personas adictas al crack. Es una situación que desde el Estado paraguayo no se está teniendo en cuenta.

“En todos los casos, los niños tienen a sus padres involucrados en el microtráfico. La mayoría son de madres solteras que están en la cárcel, justamente, detenidas por este tema. Es un problema social muy grave que tenemos que atenderlo ahora”, dice la ministra.

El Ministerio de la Niñez tiene dos programas de contención o de resguardo para niños y adolescentes en situación de calle con lo que llegan a dar cobertura a un total de 30 niños y niñas, que está a tope todo el año. Es todo lo que puede el Sistema estatal.

En Ñemity, la casa hogar que tiene la Secretaría de la Niñez y Adolescencia, atienden casos de niños y niñas en situación de calle que son dependientes de las drogas.
En Ñemity, la casa hogar que tiene la Secretaría de la Niñez y Adolescencia, atienden casos de niños y niñas en situación de calle que son dependientes de las drogas.

Martínez cuenta, casi con un nudo en la garganta, que tienen casos de niños menores de 12 años que son dependientes del crack o de la cocaína. “Se reemplazó la cola de zapatero por el crack. Lo que teníamos antes por las calles inhalando cola de zapatero, hoy consume crack, y la potencia de esta droga es mucho más dañina para las personas”, relata Martínez.

El clan Rotela

En el circuito del microtráfico en Paraguay, todos los caminos conducen al clan Rotela. “El caso del clan Rotela es totalmente atípico para lo que es el negocio de la venta de drogas al menudeo” señala Ayala, de la SENAD.

En principio, a mitad de los años 2000, el microtráfico era un negocio que fluía sin tener una cabeza fija, con decenas de distribuidores esparcidos por Asunción y Central, ofertando sus mercancías de acuerdo a sus necesidades y ganancias.

Armando Javier Rotela Ayala era uno de esos distribuidores en aquellos tiempos. Hoy, con 40 años, es el líder de un grupo que maneja toda la estructura de distribución de drogas en barrios y calles, tanto de Asunción como de otras ciudades de Central y del interior del país, según los investigadores.

Es difícil determinar la cantidad de gente que mueve el clan, pero quienes investigan a estos grupos no dudan en definirlo como un “ejército”.

Armando Javier Rotela
Armando Javier Rotela, el día que fue capturado por las autoridades.

Una cuestión familiar

El nombre obedece a que los primeros miembros y lugartenientes de este grupo eran familiares de Armando Javier. Fue él, junto a su primo Óscar, quienes iniciaron el reclutamiento de jóvenes para la distribución de drogas, primeramente, en Asunción.

Armando Javier Rotela está preso en la cárcel de Tacumbú desde 2017. Fue condenado a 27 años de cárcel por tenencia, comercialización de drogas y asociación criminal.

Pero en la cárcel, su grupo se hizo más fuerte. Según fuentes del Ministerio de Justicia, el Clan Rotela controla la distribución de drogas en el 50% de las cárceles en Paraguay. Actualmente, el sistema penitenciario paraguayo registra un total de 18 cárceles a nivel nacional con 16.655 personas privadas de libertad, incluyendo hombres y mujeres, según datos actuales del Ministerio de Justicia.

Control penitenciario

Este control en las penitenciarías le ha valido al Clan Rotela enfrentarse al poderoso grupo criminal PCC (Primer Comando Capital) de Brasil, que tiene su ADN en las cárceles de Sao Paulo y al narcotráfico como su principal financiamiento.

Marcos Alcaraz, fiscal adjunto de la Unidad Especializada en la lucha contra el Narcotráfico, dice que el caso de los Rotela es muy particular, porque la Fiscalía logró la condena de prácticamente toda la familia, empezando por el líder, Armando Javier.

“En el caso del Clan Rotela nosotros hemos conseguido la prisión de hermanos, primos, tíos, tías, es decir, dentro de lo que es el microtráfico, es una estructura familiar fuerte que tiene sus ramificaciones muy amplias” señala Alcaraz.

Armando Javier Rotela Ayala, presunto líder del “Clan Rotela”, es esposado al terminar la audiencia oral en su contra por supuesta tenencia y comercialización de estupefacientes.
Armando Javier Rotela Ayala, presunto líder del “Clan Rotela”, es esposado al terminar la audiencia oral en su contra por supuesta tenencia y comercialización de estupefacientes.

El fiscal Isaac Ferreira, de la Unidad especializada antinarcotráfico, conoce bien al Clan. Lo ha investigado por años y logró la condena de 27 años de cárcel para Armando Javier y otros miembros de este grupo. Según Ferreira, en una de sus últimas investigaciones, lograron confirmar que uno de los guardiacárceles operaba para el clan Rotela.

“Él tiene una estructura y gente con la que trabaja. Nosotros tenemos investigaciones que demuestran que Armando Javier Rotela seguía operando, o al menos, dando indicaciones para seguir trabajando, desde la propia cárcel” dice Ferreira.

Apelando a un discurso nacionalista y reclutando jóvenes, la red de distribuidores del “Clan Rotela” se fue ampliando para hacer frente al PCC dentro de las cárceles. Pero esa rivalidad se extendió por fuera de las paredes de las penitenciarías.

Esta enemistad entre ambos bandos ha llegado a su punto máximo el 16 de junio de 2019, cuando se registró un botín en la penitenciaría regional de San Pedro. En aquella ocasión, presuntos miembros del PCC asesinaron a 10 internos de este penal, en un suceso que se conoce como la “masacre de San Pedro”.

Imágenes antes de la masacre en la cárcel de San Pedro
Imágenes antes de la masacre en la cárcel de San Pedro

Hoy en día, en el submundo de este negocio a nivel local, todos saben que la distribución de drogas en gran parte del país está a cargo del Clan.

“Lo que hizo el Clan fue agarrar todos los focos de distribución y marcar un sistema. Además, tiene un ejército en las cárceles que están dispuestos a todo por el mandato o las órdenes que recibe” dice Ayala, de la SENAD.

Solamente entre Asunción y el departamento Central, la SENAD realizó 603 operativos contra el microtráfico desde abril de 2018 hasta septiembre de 2022, según la propia institución.

Más de 600 operativos señala la SENAD durante los últimos años contra el Microtráfico. Nada parece indicar que estos guarismos ayuden a eliminar la actividad.
Más de 600 operativos señala la SENAD durante los últimos años contra el Microtráfico. Nada parece indicar que estos guarismos ayuden a eliminar la actividad.

Los datos reportan que se han decomisado 35.183 kilos de marihuana, 105 kilos de cocaína, 9 kilos de crack, 350 unidades de LSD (droga sintética), entre otros, en estas operaciones.

A todos los barrios de Asunción y todas las ciudades de Central

Si antes los operativos se concentraban solamente en algunos puntos considerados claves, hoy los reportes que le llegan a la SENAD indican que el negocio se ha expandido a cada barrio de Asunción y los barrios de todas las ciudades del departamento Central.

La SENAD tiene contabilizadas casi 600 personas detenidas en los últimos cuatro años en diferentes procedimientos. Todas quedaron investigadas por tener vinculación con el microtráfico, en diferentes escalones de la estructura.

Fuente: SENAD.
Fuente: SENAD.

“Cambiamos también nuestro sistema de trabajo y apelamos a la investigación, como se estila en los casos de narcotráfico de exportación” expone Ayala, de la SENAD.

Menciona a “Juego Sucio”, el mayor operativo que hizo la SENAD contra la venta al menudeo de droga en todo el departamento Central. “Hicimos en forma simultánea más de 20 allanamientos en la ciudad de Luque. Pudimos identificar al líder y financista de todo ese esquema de microtráfico. Era una verdadera organización que operaba a través de barras bravas. Logramos identificar además a todos sus distribuidores, de distintos rangos” dice Ayala.

“Juego Sucio” desmontó un esquema de microtráfico que movía un millón de dólares al mes en venta de drogas.

Una cifra que refleja lo que moviliza el narcomenudeo es que 5,4 millones de dólares en sustancias, cocaína crack, marihuana y drogas sintéticas fueron incautadas solamente en el departamento Central en un período de cuatro años, señala Ayala.

Un nombre que ya no corresponde

Por todas estas incautaciones y la logística que moviliza, para el funcionario de la SENAD, la denominación de microtráfico ya no corresponde, teniendo en cuenta los volúmenes de dinero que se manejan y la red que se ha extendido. “Para nosotros es narcomenudeo. Porque decir microtráfico es como que se minimiza la cuestión” dice Ayala.

El fiscal adjunto Marcos Alcaraz, considera que hace falta una respuesta más integral desde el Estado paraguayo a la problemática del microtráfico.

Máquina de condenar personas

“En lo estrictamente penal, que es lo que nos corresponde, puedo decir que nosotros (el Ministerio Público) somos una máquina de condenar personas. No digo que esté bien o que esté mal, pero esa es la respuesta que nosotros podemos dar. Y esa no es la respuesta integral que merece un Estado social de hecho que respete la dignidad humana” dice Alcaraz.

Las autoridades que están en este caso.
Autoridades estatales.

Según los datos de Alcaraz, en lo que refiere a esta actividad ilícita, el Ministerio Público tiene reportado que, en el 2021, se ha condenado a 371 hombres y 76 mujeres, totalizando 447 personas, solamente por la ley N° 1340, que se refiere específicamente a delitos vinculados al narcotráfico.

Para Alcaraz, nunca es suficiente la cantidad de intervenciones o de condenados. La mayoría, son adictos y, para Alcaraz, la adicción ya tiene que ser abordada como un problema de salud pública.

“El Estado paraguayo es una trituradora de personas” dice el fiscal.

Desde Nueva Italia a Limpio, la comercialización de drogas se ha extendido a lo largo y ancho de todo Central y Asunción. Pero la situación avanza además en las capitales departamentales de todo el país y diferentes ciudades referentes.

Alto Paraná también es un foco importante de distribución de drogas. El microtráfico se ha expandido a todo el país.
Alto Paraná también es un foco importante de distribución de drogas. El microtráfico se ha expandido a todo el país.

La incursión del microtráfico en la vida cotidiana de los barrios de Asunción y de Central ha cambiado la fisonomía de las ciudades en cuanto a sus costumbres o forma de vida.

Por las noches, el microcentro asunceno se va cargando de personas que buscan algo que comer en los botes de basura o simplemente deambulan por sus calles.

El recorrido por las calles del microcentro asunceno al caer la tarde. Las personas con problemas de adicción salen a las calles. En muchos casos, se quedan tirados en las veredas, sin poder siquiera caminar.
El recorrido por las calles del microcentro asunceno al caer la tarde. Las personas con problemas de adicción salen a las calles. En muchos casos, se quedan tirados en las veredas, sin poder siquiera caminar.

Cuando los comercios van cerrando, la noche se vuelve la mejor amiga de estos habitantes nocturnos que parecen no tener descanso.

“Yo puedo estar dos días sin comer y horas y horas caminando, buscando el crack. Eso te causa”, dice otro consumidor que habló con ABC sobre este tema y que está buscando la forma de salir de esta adicción.

“En todos lados se puede conseguir. Todos saben quiénes venden y cómo consiguen”, afirma un distribuidor de cocaína que accedió a esta entrevista con la condición de resguardar su nombre.

Y termina con la reflexión siguiente: “Realmente creo que es un tema que no va acabar nunca. Es demasiado grande ya”.

aldo.leguizamon@abc.com.py

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