Golpe a Fretes: Corte reemplaza a incondicional del cuestionado ministro

El pleno de la Corte Suprema de Justicia designó este miércoles como nuevo síndico de quiebras a Marcial Otilio Paredes Basualdo, en reemplazo de Blas Velázquez, leal al clan Fretes y protegido del ministro Antonio Fretes. Velázquez no fue confirmado en su cargo y en su lugar designaron a Paredes, dando así un golpazo al clan que está salpicado con varios escándalos de tráfico de influencias.

Antonio Fretes tenía a Blas Velázquez como aliado desde el año 2016.
Antonio Fretes tenía a Blas Velázquez como aliado desde el año 2016.Archivo, ABC Color

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A propuesta del ministro Víctor Ríos, el pleno de la Corte Suprema de Justicia resolvió en la sesión ordinaria de la fecha designar al Dr. Marcial Otilio Paredes Basualdo como nuevo síndico de Quiebras, en reemplazo del cuestionado Blas Velázquez, hombre leal al clan Fretes y protegido del ministro Antonio Fretes.

Velázquez ocupaba el cargo de síndico de Quiebras desde el año 2016 y su confirmación se daba siempre “de oficio”. Con este gesto, la Corte Suprema da un golpe de timón en respuesta a todos los escándalos que ya salpicaron al ministro y actual presidente de la Corte con permiso, Antonio Fretes.

Blas Velázquez es oriundo de Quiindy, al igual que Antonio Fretes, ministro de la Corte Suprema de Justicia. De hecho, el ahora exsíndico de Quiebras es considerado como mano derecha del actual presidente con permiso en la máxima instancia judicial.

Meteórico crecimiento patrimonial de Blas Velázquez

Según su propia declaración jurada de bienes, Blas Velázquez Fernández, estando apenas tres años como síndico de Quiebras, aumentó su patrimonio en 1.300%.

El síndico, ligado a un par de casos de supuestos despojos millonarios en los últimos años, presentó su primera Declaración Jurada de Bienes ante la Contraloría en el año 2016. En ese entonces, su patrimonio neto era de G. 63 millones.

Velázquez era dueño de una modesta casa en Fernando de la Mora, al menos según la descripción y los valores que él mismo hizo constar, pues tasó el inmueble con su construcción en G. 63 millones.

Además, dijo poseer dos camionetas Mercedes Benz ML 320 ya antiguas y mobiliario por G. 50 millones. No tenía cuentas. Aun así, Velázquez hizo constar en su DD.JJ. que su patrimonio neto era igual al precio de su casa, es decir G. 63.335.200.

La última declaración jurada de Velázquez publicada por la Contraloría es de 2019. Para ese entonces, Velázquez declaró un inmueble en la zona de La Recoleta, Asunción, tasado en G. 800 millones.

Además, mobiliario por G. 80 millones. No tenía deudas, tampoco vehículos ni dinero en efectivo o en cuentas bancarias, según él mismo.

Así, su patrimonio había crecido 1.289% con respecto a lo que declaró en 2016.

Su esposa también experimentó importante crecimiento

La jueza Clara Isasi, esposa de Blas Velázquez, también experimentó un importante bienestar.

La primera declaración jurada de la magistrada data de 2014. En ese entonces declaraba ser dueña solo de dos vehículos. No tenía ninguna cuenta bancaria. Su patrimonio era de G. 137 millones.

Para 2020, la magistrada tenía G. 260 millones en cuentas bancarias, más otros G. 21 millones en efectivo.

Además, sumó un inmueble en Fernando de la Mora y varias inversiones en mobiliario. Su patrimonio ascendió a G. 413 millones, el triple de lo que declaró inicialmente.

La jueza es directora de la Facultad de Derecho de la UNA, filial Quiindy, donde en 2021 rindió homenaje a Fretes (protector de su esposo), al que calificó de “hijo dilecto” de la localidad.

Más info: Esquema protegido por Fretes suma denuncias por despojos

El comienzo del escándalo

El doctor Antonio Fretes venía desempeñándose como presidente de la Corte cuando saltó el primer escándalo, relacionado con que su hijo, el abogado Amílcar Fretes, quien firmó un contrato y cobró por adelantado US$ 368.000 a cambio de evitar la extradición de Kassem Mohamad Hijazi.

Como si esto no fuera suficiente, luego se descubrió que su otro hijo, Asdrúbal Fretes, pasó de ser un modesto funcionario de la Fiscalía a manejar una casa de préstamos con un millonario capital.

Curiosamente, Asdrúbal olvidó reportar en su declaración jurada que era accionista de una empresa con capital de G. 5.000 millones y directivo de otra de G. 20.000 millones; hoy día figura hasta como accionista de un banco de plaza.

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