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Este miércoles se agrega una página más al historial de llamativas situaciones que se registran en el Congreso Nacional, específicamente en la Cámara Baja, donde dos diputados ya reconocidos por enfrentarse verbalmente nuevamente protagonizaron un episodio.
Mientras se trataba un proyecto para sancionar al diputado colorado Nazario Rojas por unas declaraciones que brindó, el diputado cartista Basilio “Bachi” Núñez presentó uno similar para que se aplique una sanción a su colega, Celeste Amarilla, a quien constantemente acusa de comprar su banca para estar en el Congreso.
Para justificar su acusación, “Bachi” presentó unos materiales audiovisuales donde se escucha la voz de Amarilla presuntamente en una conversación con el liberal Stiben Patrón, uno de los acusados por la quema del Congreso Nacional el #31M.
Con esto, el cartista apuntaba a su colega de tener un “doble discurso” contra la corrupción, al integrar ella el Frente Parlamentario contra la Corrupción, mientras alzaba la voz y golpeaba su mesa, evitando al comienzo hacer alusión a la liberal, hasta que finalmente cita su apellido.
“Que no quieran venir a fustigar el Partido Colorado porque siempre va a ser más. Estoy asqueado del doble discurso, me retiro y voy a tomar un café”, dijo el colorado antes de retirarse de la sala.
Respuesta de Celeste Amarilla
La diputada Celeste Amarilla no se calló ante las acusaciones que hizo el cartista, a quien trató de “payaso pelado, cachivache” y un “diputado de cuarta de dudosa legitimidad”.
Como parte de su respuesta, la liberal comenzó a ironizar sobre que ella “compró” su banca para el Congreso Nacional por 180.000 dólares americanos y manifestó que ahora hará lo mismo, pero por 300.000 dólares.
Seguidamente dijo: “Y quemé el Congreso con... ¿cómo se llama el gordo imbécil ese? quemé el Congreso con el gordito, ok, échenme, por favor échenme porque voy a tener el doble de votos, ridículos”.
Finalmente la legisladora manifestó que ella no tiene miedo de estas acusaciones y recomendó a su colega que vaya a consultar con un psicólogo, alegando que aparentemente tiene una “obsesión” con ella, mientras él representa “lo que más detesta” en su vida.