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El CIAT remitió una escueta nota en la que se limitó a decir que supuestamente había respondido consultas en el momento en que la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) abrió una investigación sobre el contrato en 2019 entre esa organización y la SET. Las consultas le fueron remitidas en el marco del primer juicio planteado por la exviceministra cartista de Tributación Marta González Ayala contra la directora y un periodista de ABC Color, Natalia Zuccolillo y Juan Carlos Lezcano.
La defensa de nuestros compañeros había planteado que el Tribunal Unipersonal acerque una serie de pedidos de informes al citado organismo internacional y a la empresa panameña Ideati SA, firma que fue subcontratada por el CIAT para cumplir con el contrato de US$ 3,8 millones.
La empresa privada no respondió las consultas y el CIAT se limitó a remitir un breve texto en el que llegó a contestar incluso el oficio enviado a Ideati.
Uno de los fundamentos del CIAT para no responder las consultas sobre un contrato firmado y pagado con dinero del pueblo paraguayo, dice que ser organismo internacional público le otorga “privilegios e inmunidades diplomáticas”, según su secretario general, Marcio Ferreira Verdi.
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Lo que CIAT no respondió sobre contrato en caso Marangatu
La nota solamente criticó las publicaciones de ABC Color sobre el contrato que fue entregado sin competencia alguna al CIAT por parte de la SET, durante la administración de Marta González, algo que fue reconfirmado durante el juicio en curso.
Llamativamente, el CIAT se encargó de responder, o al menos tratar de desmeritar, hasta las consultas que fueron remitidas a Ideati SA, una empresa comercial que –según el propio CIAT– es apenas una contratista del organismo. Por ejemplo, llegaron a negarse a responder sobre la cantidad de empleados de la firma privada, algo que fue consultado a Ideati y no al CIAT.
Lo que reveló su secretario
A pesar de la negativa a responder las consultas por escrito, Marcio Ferreira Verdi, secretario ejecutivo del CIAT, compareció como testigo de la exviceministra González Ayala.
Durante su comparecencia –por vía telemática– hace unas semanas, reconoció que el organismo subcontrató a una empresa panameña para realizar los trabajos de actualización del Sistema Marangatu. Además, dijo que en el “98% de los casos” son contratados de forma directa.
A lo largo de su extensa declaración en ese entonces, Ferreira Verdi admitió en varias oportunidades que el CIAT recurrió a la subcontratación para cumplir con los trabajos de actualización del Sistema de Gestión Tributaria Marangatu 2.0.
Ferreira Verdi fue consultado por el juez Wilfrido Peralta si el CIAT había recurrido a otra compañía para cumplir con el contrato de US$ 3,8 millones que le había sido entregado en 2016, durante la administración de Marta González Ayala.
“El día de hoy puedo tener unos 40 profesionales independientes contratados por el CIAT, que no están en la nómina. Personas jubiladas, jóvenes informáticos”, comenzó diciendo.
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“Son contratos para tarea. Siempre contratamos empresas o personas hasta por un tema obligatorio”, agregó.
Ferreira Verdi señaló que se contrata a personas que “agarran nuestro sistema y lo convierten al lenguaje de máquinas”.
“Si yo no usara de subcontrataciones, necesitaría tener 200 personas de planta”, agregó.
“Si usted me pregunta si subcontraté, sí, subcontraté una empresa para transformar lo que construimos en lenguaje de máquinas”, dijo.
En otro momento, Ferreira Verdi manifestó que el organismo internacional al que representa “no participa de licitaciones” y que “en el 98% de los casos” en los que suscribe contratos con los estados que forman parte del CIAT son “contratos directos”.
Ferreira Verdi llegó a expresar que en el caso Marangatu “fue una contratación directa, no hubo apertura de sobres”. Aunque luego dijo que no se acordaba de dicho acto administrativo.
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Al iniciar su testimonio, Ferreira refirió que no tenía interés en la resolución del caso. Sin embargo, había dejado por escrito y volvió a reiterar de forma oral que se sentía molesto por las publicaciones de nuestro diario que generaron la querella de González. Esa molestia se leyó en la nota que firmó.