Cargando...
El presidente Mario Abdo Benítez firmó el Decreto N° 7728 el 1 de setiembre pasado, por el cual reconoce al embajador concurrente de la República Árabe Siria en Paraguay, Sami Salameh. El diplomático es embajador residente sirio en Argentina desde noviembre del 2021.
Salameh, en su vasta trayectoria profesional como diplomático en el servicio exterior de su país, fue entre otros destinos y funciones, encargado de negocios de la embajada de Siria en Chile (2010-2012), y cónsul general de Siria en San Pablo, Brasil (2014-2019).
El pasado 28 de junio pasado, el ministro de Relaciones Exteriores, Julio César Arriola, recibió en audiencia al embajador de la República Árabe Siria, Sami Salameh, “a fin de identificar objetivos comunes para imprimir dinamismo a las relaciones bilateral, ante el proceso de reconstrucción y estabilización del país árabe”.
“En la ocasión, el canciller nacional resaltó la necesidad de fortalecer los vínculos entre ambos Estados y pueblos, destacando el importante papel que juega la comunidad siria en diversos sectores que contribuyen al proceso de desarrollo en Paraguay. Asimismo, ambas autoridades acordaron aunar esfuerzos a fin de aumentar la cooperación y el intercambio comercial entre los dos países”, refiere el informe de la Cancillería nacional.
Lea más: EEUU, la UE y aliados piden reanudar la redacción de nueva Constitución siria
Representante de Bashar al-Assad
En conmemoración de 20 años (2020) de la llegada de Bashar al-Assad al poder, el diario Clarín de Buenos Aires recordó que “la llegada del dictador sirio al poder” fue “tras la muerte de su padre Hafez el-Assad.
En su vida anterior, Bashar al-Assad era oftalmólogo, indica. “Nada predestinaba al joven de entonces a convertirse en presidente de la República Árabe Siria. En julio de 2000, tenía casi 35 años cuando sucedió a su padre, Hafez el-Assad, que acababa de fallecer, al frente del país”, refiere el medio argentino.
El régimen sirio de Bashar al-Assad tiene aliados claves como Rusia, Irán y grupo miliciano libanés Hezbollah.
Lea más: Israel ataca con misiles el Aeropuerto Internacional de Alepo en Siria
Más de 10 años de guerra
En la “primavera árabe del 2011, desde las primeras manifestaciones ciudadanas, la represión es implacable. “Pronto, el país se hunde en el caos. Casi diez años de guerra, un conflicto asesino que ha dejado cerca de 400.000 muertos. Por orden de Bashar al-Assad, se bombardean las ciudades, se lanzan barriles de TNT sobre la población. Las armas prohibidas se usan según la OPCW (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas). Millones de sirios huyen al extranjero”, señala Clarín.
El rotativo bonaerense indica que “debilitado en varias ocasiones, el régimen sirio también ha podido contar con sus principales aliados rusos e iraníes en los últimos años”. “Gracias a ellos, Bashar el-Assad se prepara para obtener un nuevo mandato en 2021. Podría permanecer en el poder por otros 15 años. Y según algunos expertos, ya está preparando a su sucesor: su hijo Hafez el-Assad, como su abuelo, fundador del régimen dinástico”, refiere.
Lea más: Los bombardeos de EEUU en Siria mataron a 6 milicianos proiraníes, según ONG
Acercamiento de Mario Abdo al Medio Oriente
Desde que asumió el presidente Mario Abdo Benítez, el 15 de agosto del 2018, se inclinó por el “mundo árabe”. Prueba de ello, es que durante su gobierno, fortaleció los lazos diplomáticos con Qatar, Emiratos Árabes y Turquía. Recientemente, el Gobierno paraguayo abrió un embajada residente en Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, los senadores Óscar Salomón (ANR, oficialista), presidente del Congreso Nacional y Juan Afara (ANR, oficialista) viajaron a Siria el pasado sábado 16 de julio pasado. Según portales oficiales del Gobierno sirio, ambos legisladores fueron invitados por Bashar Al Assad para “fortalecer los lazos de amistad” entre ambos países.
La delegación paraguaya fue recibida por Hammouda Sabbagh, presidente del Parlamento Sirio durante el día sábado. También se reunieron con el ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Faisal al-Mekdad.