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La desaparición de las armas que estaban en poder de la Policía Nacional será investigada por los fiscales Christian José Ortiz Riveros, de la unidad 12; Luis Amado Said Frágueda, de la unidad 2, y Pamela Pérez Trinidad, de la unidad 1, todos de la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico y Crimen Organizado.
La grave irregularidad fue detectada el martes 11 de marzo pasado, cuando la Fiscalía solicitó retirar un informe balístico sobre un caso de robo agravado con lesión por disparo de arma de fuego.
En ese momento, los personales de Criminalística encontraron el informe, pero no la evidencia del caso, consistente aparentemente en una pistola.
Ante esta situación, al día siguiente controlaron las demás evidencias depositadas en el lugar y automáticamente pillaron que faltaban otras dos pistolas, también relacionadas con asaltos que dejaron heridos.
Ese día, la oficina de resguardo de evidencias quedó lacrada hasta el día siguiente, 13 de marzo, cuando se hizo otra revisión y se encontraron más faltantes de armas de fuego de algunos casos relacionados con narcotráfico, atentados e incluso una pistola incautada en la operación Pavo Real, que a su vez investiga a una enorme red que era comandada por el capo Jarvis Chimenes Pavão.
Hermetismo en la Policía Nacional sobre devolución de armas
Hasta ahora la Policía Nacional no reveló el listado de las armas que aparentemente fueron devueltas por sus propios agentes desleales. La directora de Criminalística, comisaria principal María Antonia Zamphirópolos de Velázquez, y el director general de Investigación Criminal, comisario general director César Roberto Silguero Lobos, intentaron minimizar la desaparición de las evidencias y se excusaron de dar detalles del caso.
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El comisario general Silguero se vio obligado a hablar con ABC TV recién después de que los periodistas intentaran conocer la versión del comandante de la Policía, comisario general comandante Carlos Humberto Benítez González.
Lo único de lo que los policías se preocuparon fue en aclarar que ninguna de las armas aparentemente devueltas corresponde al caso de la muerte del diputado Eulalio “Lalo” Gomes, quien fue eliminado en su casa de Pedro Juan Caballero justamente por policías de la FOPE.
Este nuevo escándalo en la Policía Nacional, sobre la aparente devolución de armas incautadas, se suma a la reciente y también vergonzosa desaparición de 770 kilos de marihuana, de una carga total de 14.290 kilos, que estaban depositadas en la base de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en la ciudad de Saltos del Guairá, capital del departamento de Canindeyú.
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La carga fue requisada en la operación Penumbra ejecutada el 23 de febrero pasado. El faltante de la droga se constató cuando la jueza de Crimen Organizado Rosarito Montanía ordenó el pesaje de la carga antes de su incineración.
