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Un recluso del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Itapúa llegó sin signos de vida al Hospital Regional de Encarnación (HRE) la mañana de este martes. El hombre estaba con prisión preventiva hacía una semana en el penal de Itapúa.
Óscar Emanuel Medina Madrigal (29) falleció de un ataque epiléptico, relacionado con una presunta falta de medicación adecuada. El hombre era categorizado como no adherente al tratamiento, es decir, no tenía un tratamiento medicado, según los médicos que lo atendieron en el HRE.
El jefe médico del HRE, Rubén Román, explicó que el preso fue ingresado a primeras horas del día con signos de paro cardiorrespiratorio. A pesar de los esfuerzos de reanimación, lamentablemente no se pudo hacer nada para salvar su vida.
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Tenía prisión preventiva
El último caso por el que era investigado estaba a cargo de la agente fiscal Griselda González, quien, a raíz de varios hechos consecutivos denunciados contra el joven, solicitó la prisión preventiva.
El reo había sido detenido el pasado 10 de enero por un hecho de violencia familiar, luego de haber tirado una botella de perfume a su madre de 50 años porque no le quiso dar dinero. El violento episodio habría ocurrido en el barrio San Isidro de la ciudad de Encarnación.
También tenía varios antecedentes por hurto. En 2024 había sido detenido en dos ocasiones por hechos de hurto contra su propia madre, además de tener antecedentes por hurto agravado del año 2021 y 2022.
El director del Cereso, Javier Rodas, indicó que el recluso que fue derivado al HRE estaba bajo cuidado permanente en la enfermería del reclusorio.
Sostuvo que fue trasladado con oxígeno hasta el centro asistencial. Rodas refirió que el joven había reingresado al penal el pasado 14 de enero y que, según él, sí tenía un tratamiento para su condición de salud.