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Alfredo Mieres, fiscal que investiga el atentado contra la suboficial segundo Marian Castillo Barrios, de 31 años, personal del Departamento de Investigaciones de Presidente Hayes, dijo que no se puede descartar ninguna información en una situación de esta naturaleza, pero que le llama la atención la poca información que está pudiendo conseguir.
“Hemos recepcionado muy poca información por parte de la víctima, tal es así que la gente de investigaciones había solicitado la realización de dos allanamientos, de dos domicilios, efectivamente hemos procedido a hacerlos el día viernes, en busca de algunas evidencias, armas de fuego, u otro elemento que podría tener relación con el hecho ocurrido, se procedió a hacer el allanamiento, pero no hemos encontrado absolutamente nada dentro de la vivienda”, indicó.
Dijo también que hablando con los colegas y jefes de la mujer que sufrió el atentado y amenaza, tampoco le dieron mucha información al respecto.
“Yo había conversado con el jefe de investigación de delitos, le mencionaba, le pregunté si había algún antecedente de algún procedimiento que hayan realizado, que haya recibido alguna amenaza de alguna persona, de otra persona, por lo menos ellos no mencionaron eso”, agregó.
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Víctima tampoco aportó muchos datos y no pidió más seguridad
El fiscal aseguró que llamarán a otros agentes policiales, considerando que la víctima no ha aportado datos muy relevantes que puedan determinar que efectivamente haya tenido algún problema anterior al hecho, o por lo menos la Fiscalía no tiene información al respecto.
“Yo puedo decir que informaciones muy precisas no tengo, llama la atención esa situación que se da dentro de esta investigación. De igual manera, también hemos solicitado la colaboración de la gente de investigaciones a los efectos de que arrimen más pruebas, cámaras de circuito cerrado cerca de la zona”, detalló.
Agregó que la víctima no solicitó custodia o medidas de seguridad, pese a que fue consultada al respecto.
“Yo conversé con ella, le hemos preguntado si ella precisa de una custodia o seguridad, por lo menos ella no solicitó eso, de igual manera la Policía Nacional tiene la capacidad suficiente en ese sentido de cuidar esos detalles, y fundamentalmente de evitar la ocurrencia de otro hecho punible en el lugar”, concluyó.
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La casa de una policía de Investigaciones fue baleada por sicarios el 15 de enero en Benjamín Aceval. Los autores del atentado dejaron una nota en la que exigen la devolución de “la mercadería o la plata” y amenazan a otro uniformado de nombre Lorenzo. Coincidentemente, el jefe de la mujer amedrentada se llama Lorenzo.
El hecho fue mantenido en secreto por la cúpula de la Policía Nacional que prohibió que se comunicara este caso.