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Alberto Segovia Martínez, el procesado por violencia familiar que ayer, miércoles, fue beneficiado con la medida alternativa de arresto domiciliario más uso de tobillera electrónica, intentó matar su expareja hace apenas un mes, poco antes de la Navidad.
El caso ocurrió en la ciudad de Areguá, cuando Alberto Segovia Martínez fue denunciado por agredir a su expareja en el domicilio familiar. Por el hecho, ella lo denunció, y cuando la víctima se dirigía al hospital para realizarse el diagnóstico médico de rigor, Segovia Martínez la volvió a seguir e intentó matarla en el centro asistencial, según la denuncia.
Pese a los graves hechos, ayer el tribunal de Apelación presidido por el camarista Óscar Juan Rodríguez Keneddy, Allicia Orrego Pérez y Joel Domingo Melgarejo Alegretto, con voto en disidencia, resolvió aplicar el sistema de monitoreo electrónico al agresor.
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Víctima estaría con mucho temor
En la resolución no se indica si se consultó o no a la víctima antes de tomar la decisión judicial y, por la naturalidad del caso, la expareja agredida estaría con mucho temor a que el agresor burle la seguridad de la tobillera electrónica y vuelva a acercarse.
Según se establece en la resolución, la vivienda donde el procesado cumple arresto domiciliario deberá fijarse fuera de un radio de al menos 5 kilómetros de la casa de la denunciante. Esto, conforme a ley 5863 del sistema de monitoreo por dispositivo electrónico.
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Silvana Lurashi, secretaria ejecutiva de la Oficina Técnica Penal de la Corte, refirió que el trámite dispone que el juez de Garantías debe escuchar nuevamente a la víctima y tener en cuenta todas las circunstancias que la persona violentada reclama.
Sin embargo, esta vez no hay ninguna línea en la resolución que deje constancia de que la víctima fue oída.
Le revocaron prisión preventiva
Luego de que el imputado fuera detenido, la jueza Cecilia Ocampos había dictado prisión preventiva contra el hombre, quien estaba en el Departamento Judicial de la Policía. Apenas ayer, miércoles, fue trasladado a la Penitenciaría Regional Padre Juan de la Vega, pero sus abogados presentaron apelación contra la medida de prisión preventiva y la causa fue elevada a un Tribunal de Apelación, que finalmente le otorgó el arresto domiciliario con tobillera electrónica.
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El dispositivo electrónico dispone también de una aplicación que se le otorga a la víctima, en la cual esta podrá monitorear la ubicación de su victimario y presionar un botón de pánico para alertar a la Policía.
Según explicó Silvana Lurashi, la ley está en vigencia hace algunos años, pero no podían implementarla por falta de presupuesto para la compra de los dispositivos.
Falta más instrucción para el uso
La secretaria ejecutiva de la Oficina Técnica Penal de la Corte resaltó la necesidad de contar con un instructivo y acordadas, para saber específicamente en qué casos aplicar la medida y hacer un buen uso de la herramienta.
Por el momento, solo se dispone de 30 tobilleras, que en primer término solo podrán ser utilizadas con imputados o condenados que residan en Capital.