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La aeronave, que se estrelló en la cabecera del aeródromo municipal de la ciudad de Cerrito, departamento de Ñeembucú, no contaba con un plan de vuelo registrado, según la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC).
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El interviniente fiscal antidrogas Milciades Ramos detalló que en el interior de la avioneta se halló un GPS que podría ser clave para obtener información sobre su ruta y operatividad. Mencionó que también se descubrió un papel con una matrícula posiblemente boliviana, mientras que la matrícula visible en el exterior había sido removida, “un indicio común en operaciones ilícitas”, indicó.
Piloto prófugo y operativo policial
El fiscal indicó que el piloto de la avioneta continúa con paradero desconocido. Agregó que según testigos, habría sido auxiliado por una camioneta que lo trasladó del lugar antes de la llegada de las autoridades.
Explicó que la Policía Nacional montó un operativo cerrojo en la zona para intentar capturar al piloto y al vehículo que lo habría rescatado, aunque hasta el momento no se reportaron avances en la búsqueda.
El fiscal Milciades Ramos relató que en el sitio del accidente se encontraron 12 bidones de combustible, de los cuales ocho estaban llenos de nafta de aviación y cuatro vacíos, “Esto refuerza las sospechas de que la aeronave realizaba vuelos de larga distancia, posiblemente relacionados con actividades ilícitas” expresó.
Sospechas de actividades irregulares en la zona
Pobladores de Cerrito señalaron que es frecuente observar avionetas aterrizando en campos de carrizales (islas en medio del río Paraná) cada 15 días. Según testimonios, estas aeronaves suelen partir rumbo a Santa Fe, Argentina. No obstante, los lugareños manifestaron su temor a denunciar estas actividades debido a la fuerte presencia de grupos delictivos que controlan la zona fronteriza.
“El crimen organizado tiene mucho poder aquí; nadie se anima a intervenir porque sabemos que puede haber represalias”, expresó un lugareño bajo anonimato.
Investigación en curso
El fiscal antidrogas Milciades Ramos informó que en el lugar del accidente trabajaron efectivos de la Fuerza Aérea y personal de la DINAC, quienes colaboran para determinar las causas del siniestro y recabar evidencias que permitan desmantelar posibles redes criminales.
Ramos destacó que, aunque no se encontraron drogas en la aeronave, todos los indicios apuntan a que era utilizada para operaciones irregulares, probablemente vinculadas al narcotráfico. “El GPS encontrado será clave para trazar las rutas de vuelo, y estamos trabajando en identificar al piloto y posibles cómplices”, aseguró.
Este incidente expone nuevamente la vulnerabilidad de esta zona del país, donde las fronteras facilitan el accionar del crimen organizado y ponen en jaque la seguridad de la población. No es la primera vez que se señala al departamento de Ñeembucú como una de las rutas principales para el tráfico de estupefacientes y el contrabando de cigarrillos hacia Argentina.