Fiscalía imputó a líder campesino Rubén Villalba y pidió prisión preventiva

El dirigente campesino Rubén Villalba, condenado y luego absuelto en una causa por la masacre de Curuguaty de 2012 e investigado por invasiones de tierra y homicidios, fue imputado por supuesta asociación criminal, amenaza de hecho punible y violación de la ley de armas luego de su detención ayer en Yasy Cañy, Canindeyú.

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El lunes, el Ministerio Público anunció la imputación del líder campesino Rubén Villalba, buscado por varios supuestos delitos –desde invasiones hasta presuntos homicidios–, quien fue detenido ayer en horas de la madrugada en Yasy Cañy, departamento de Canindeyú.

El fiscal Christian Roig, de la ciudad de Curuguaty, imputó a Villalba (59) por los supuestos hechos punibles de asociación criminal, amenaza de hechos punibles y transgresión a la Ley de Armas, y solicitó al juzgado que dicte prisión preventiva para el mismo.

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También fue imputado, como supuesto cómplice en asociación criminal y amenaza, el comunicador Juan Carlos Herrera (30), quien tenía una radio comunitaria en Yasy Cañy.

Juan Carlos Herrera, también imputado.
Juan Carlos Herrera, también imputado.

Según comentó ayer el fiscal Roig a ABC Cardinal, Villalba es señalado como el líder de un grupo de al menos 20 personas que presuntamente invadió dos propiedades privadas colindantes en la zona de Yasy Cañy y habría amenazado con violencia a los encargados de esos establecimientos.

Curuguaty y otros antecedentes

Rubén Villalba fue condenado a 30 años de prisión por su participación en un enfrentamiento armado entre campesinos y policías durante un operativo de desalojo en Marina Cue, Canindeyú, el 15 de junio de 2012, incidente que resultó en la muerte de 11 campesinos y seis agentes policiales.

Sin embargo, en 2018 fue absuelto en última instancia por la Corte Suprema de Justicia.

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En los últimos años, Villalba fue investigado por numerosos hechos delictivos, entre ellos un doble homicidio de un guardia de seguridad y un policía fuera de servicio durante un ataque a una estancia en Yasy Cañy, en febrero de 2022. Villalba negó tener relación con ese incidente.

También fue señalado como líder de una ocupación de tierras privadas en la zona de Tacuapí en 2019, entre otros hechos.

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