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En el marco de una investigación por presuntos actos de cacería ilegal en la zona de Ñeembucú, una comitiva interinstitucional realizó un operativo de control en un hotel ubicado en Corateí, Ayolas.
La Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC) confirmó que el negocio contaba con un aeródromo privado y un helipuerto, este último no tenía habilitación ni estaba debidamente registrado. No se encontraron helicópteros.
También estuvieron agentes de la Dirección de Material Bélico (DIMABEL), quienes incautaron cinco escopetas y un rifle, que no tenían la documentación que avalaba su tenencia legal. Estas armas estaban en exposición y, a la hora de la verificación, no se contaba con los documentos de los mismos. Debido a la falta de papeles, la Dimabel incautó el armamento.
También colaboraron agentes de la Policía Nacional y funcionarios del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES).
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Antecedentes serán remitidos a la Fiscalía
Asimismo, se identificó la presencia y exhibición de animales silvestres vivos, como guacamayo azul-amarillo, mono aullador negro, tortugas terrestres y loro hablador. Además, se incautaron de dos juegos de cornamentas de ciervos, que quedaron bajo resguardo del Mades.
De acuerdo al reporte oficial, las investigaciones sobre la denuncia de cacería ilegal continuarán de forma interinstitucional, con el compromiso de sancionar a los responsables de estos hechos.
El Mades aseguró que los antecedentes serán remitidos al Ministerio Público para la investigación penal correspondiente. Según la denuncia de los pobladores, en este hotel se ofrecían excursiones de cacería y extranjeros pagaban altas sumas para sobrevolar la zona de humedales.
Muchos vecinos relataron que vieron a cazadores disparar animales desde los helicópteros y encontraron a animales silvestres baleados dentro de sus territorios privados.