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Este 11 de octubre, se recuerda la fatídica tarde en la que Amín Riquelme Seif Eddine, de 10 años, fue secuestrado cuando volvía a su casa después de la escuela, en el barrio Sajonia de Asunción. Era el hijo pequeño del tabacalero de Alto Paraná, Luis Riquelme.
Los captores solicitaron US$ 50.000 para el rescate, pero luego la familia perdió el contacto con ellos. El 13 de octubre, apenas tres días después del secuestro, el cuerpo de Amín fue hallado en un yuyal en la ciudad de Luque, por un vecino de la zona.
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Su rostro tenía rastros de leves quemaduras, provocadas aparentemente por el cloroformo que habrían utilizado los captores para adormecerlo. Sus manos y pies tenían rastros de ataduras.
La autopsia reveló que el niño murió a causa de una reacción alérgica a la sustancia utilizada para adormecerlo.
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Un secuestro planificado por sus tíos
Tiempo después se comprobó que los ideólogos del secuestro fueron sus propios tíos Luis Fernando Giménez y Myrian Riquelme. Ambos fueron condenados a 25 y 24 años de cárcel, al igual que otras siete personas involucradas en el crimen, quienes obtuvieron penas de entre 9 y 23 años.
Todos los ahora condenados fueron capturados por la Policía el 3 de diciembre de 2004. Según las investigaciones y las confesiones, Giménez les indicó a quién debían secuestrar. La Fiscalía comprobó la existencia de llamadas entre los secuestradores y los tíos de la víctima.
Recientemente, uno de los secuestradores intentó obtener salidas transitorias para dejar la prisión. Se trata de Luis Adolfo Martínez Ruiz Díaz, quien está cumpliendo una pena de 23 años. El Juzgado determinó que tiene “indicadores negativos graves en su personalidad”, por lo cual rechazaron sus intenciones y permanecerá en la cárcel.