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Diana Carvallo, jueza penal de Garantías, admitió este viernes la imputación por supuesto homicidio culposo en contra de Gisselle Gill Sanabria, propietaria de la guardería Happy Education Learning Place (HELP) del barrio Recoleta, tras el trágico ahogamiento de un niño de 2 años en una piscina sin protección adecuada.
La fiscala de la causa, Natalia Cacavelos, fijo la indagatoria para la imputada para el próximo jueves 25 de julio, a las 9:30. Por su parte, la jueza fijó la audiencia de imposición de medidas para el 5 de agosto, a las 10:00.
El trágico incidente ocurrió el 16 de julio durante una colonia de vacaciones de invierno dirigida por Gill Sanabria. Según las investigaciones, a las 09:27, el menor salió al patio de la vivienda sin supervisión adulta. A las 09:31, mientras corría alrededor de la piscina sin protección perimetral, el niño cayó al agua.
La situación fue advertida 18 minutos después, a las 09:49, por la niñera del menor, quien lo sacó del agua y notificó a las encargadas del lugar. A pesar de los intentos de primeros auxilios y reanimación, el pequeño fue trasladado al Centro Médico Bautista por la Policía, donde se confirmó su fallecimiento debido a un paro cardiorrespiratorio por asfixia por sumersión.
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Irregularidades de la guardería
El establecimiento donde ocurrió el hecho no cuenta con las medidas de seguridad y protección exigidas por la legislación vigente, así como tampoco posee las habilitaciones administrativas para funcionar como guardería o local de apoyo escolar, emitidas por la Municipalidad de Asunción y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), respectivamente, según consta en el acta de imputación.
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Las encargadas del grupo de niños tampoco cuentan con la matrícula profesional de educador que emite el MEC y prestaban sus servicios sin un contrato escrito, según reveló la Fiscalía.
Otro dato resaltante es que ambas “profesoras” informaron que en el patio se colocaba “una hilera de sillas” como una especie de valla para evitar que los niños avancen hacia la piscina.