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Cerca de las 08:30, Wilfrido Cáceres, ex director financiero de la Municipalidad de Asunción, llegó al cuarto piso del Poder Judicial para su audiencia de de imposición de medidas fijada para esta mañana ante el juez Rodrigo Estigarribia.
El ex director municipal fue imputado por el fiscal Silvio Corbeta por supuesto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, vinculado a la lujosa mansión que adquirió durante la pandemia, ubicada en San Lorenzo.
Su esposa, Ruth Da Silva, y su secretaria Camila Ramírez, quien es apuntada como testaferro de la pareja, también se presentaron esta mañana para sus respectivas audiencias. Ambas están imputadas por lavado de dinero.
Cáceres no quiso conversar con los medios de prensa al momento de su llegada, pero aclaró que brindaría declaraciones una vez concluida dicha diligencia.
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Lujosa mansión: enriquecimiento ilícito y lavado de dinero
El juez Estigarribia había rechazado los incidentes de prejudicialidad y de nulidad de la notificación, planteados por el ex director municipal y su presunta testaferro, respectivamente, por lo que ambos estuvieron obligados a presentarse ante el magistrado.
La Fiscalía sospecha que Cáceres desvió fondos municipales para la adquisición de dos inmuebles donde fue construida la mansión durante la pandemia y que para intentar ocultarlo los transfirió a la presunta testaferro, de apenas 20 años, por un valor de G. 100 millones cada uno.
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La Contraloría General de la República (CGR) demostró que no hay correspondencia entre el salario del ex director comunal y sus bienes, lo cual es un indicio de enriquecimiento ilícito, según había mencionado el fiscal Corbeta. En cuanto a lavado de dinero, señaló que se configuraría ante la transferencia del inmueble a la presunto testaferro.