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Este lunes, el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón, encabezó una conferencia de prensa en la que se hizo un recuento de las actuaciones del Ministerio Público paraguayo en la investigación sobre el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido en mayo de 2022 en Cartagena, Colombia.
El fiscal general Rolón dio la conferencia acompañado del grupo de fiscales que tuvo intervención en el caso desde el día del crimen, incluyendo al de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, y a los agentes Alicia Sapriza, Francisco Cabrera, Alejandro Cardozo y Christian Ortiz.
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Al inicio de la conferencia, Rolón se refirió a las críticas que la Fiscalía paraguaya ha recibido debido a la falta de resultados en el esclarecimiento de la autoría intelectual del crimen, ante hipótesis que señalan que la orden de asesinar a Pecci salió de Paraguay.
“Estamos en la nebulosa”
“Hay que recordar que el hecho luctuoso ocurrió en Colombia”, dijo el fiscal general y recordó que una carpeta fiscal en Paraguay recién se abrió en octubre de 2023, casi un año y medio después del crimen, en base a declaraciones del articulador logístico del atentado, Francisco Correa Galeano, quien insinuó ese mes que el narcotraficante Miguel Insfrán y el expresidente Horacio Cartes fueron los mandantes del crimen.
Señaló también que los trámites de colaboración entre las autoridades paraguayas y colombianas quedaron estancados desde finales del año pasado y al menos hasta abril de este año debido al cambio de administración en la Fiscalía General de Colombia.
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“Hoy estamos en la nebulosa, dependemos en muchos aspectos de la gestión de la Justicia colombiana”, dijo.
Sin embargo, negó “absolutamente” que la Fiscalía paraguaya “no haya puesto de sí todo lo que se debe” para esclarecer el hecho y negó haber pedido “cautela” en la investigación, señalando que solo pidió precaución a los familiares de Pecci “sobre el tema de la información hacia afuera (...) para no trascender los hilos investigativos”.
Los primeros pasos
La fiscal Alicia Sapriza hizo un recuento de las actuaciones inmediatas de la Fiscalía paraguaya luego del asesinato del fiscal Pecci, quien fue abatido por sicarios en una playa de Cartagena, donde se hallaba de luna de miel, el 10 de mayo de 2022.
Recordó su traslado a Colombia el día del crimen y los primeros contactos con los investigadores colombianos, incluyendo la apertura de una carpeta “para agilizar la información que pudiera requerir Colombia desde Paraguay” y agregó que se hicieron diligencias “de manera espontánea” en Paraguay, cuyos resultados fueron enviados a Colombia.
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Días después, continuó, se llevaron a cabo diligencias adicionales en Paraguay con acompañamiento de investigadores colombianos.
Destacó también las pesquisas en celdas de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional que albergaban a prisioneros de alto perfil que fueron investigados por Pecci, como el brasileño-libanés Kassem Hijazi o el brasileño Waldemar Pereira Rivas, de quienes se incautaron celulares en los que “no se ha encontrado elementos que guarden relación” con el crimen.
Las entrevistas con Correa Galeano
El fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, recordó las diligencias que siguieron a las declaraciones de Francisco Correa Galeano sobre la supuesta autoría intelectual del crimen en octubre de 2023.
Comentó que el 9 de octubre tuvo lugar una conferencia a través de medios telemáticos entre autoridades paraguayas y colombianas “para analizar la relevancia de la declaración de Correa Galeano” y que los colombianos afirmaron que “de establecerse que las afirmaciones sean ciertas harían compulsas de copias para remitir a la Justicia paraguaya” que hasta la fecha no han sido recibidas.
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A finales de octubre, el fiscal Doldán encabezó una comitiva que viajó a Colombia para entrevistar a Correa Galeano sobre sus declaraciones –lo que resultó en dos entrevistas– e intentar conversar con los demás procesados en relación con el crimen, quienes se negaron a ser entrevistados.
Comentó que en la primera entrevista con los fiscales paraguayos, Correa Galeano “no dio elementos que nos permitan corroborar” objetivamente sus declaraciones ni la existencia de pruebas concretas que corroboren esas afirmaciones sobre los supuestos autores intelectuales paraguayos.
En la segunda entrevista, sin embargo, el procesado afirmó tener escondido un teléfono “que podría darnos elementos de convicción sobre la instigación del crimen a que hizo referencia el 6 de octubre”, pero enfatizó que la existencia de ese teléfono aún no ha sido probada por las autoridades colombianas.
Por su parte, el fiscal Francisco Cabrera, quien acompañó al fiscal Doldán a Colombia en esa ocasión, resaltó que, en declaraciones previas a las del 6 de octubre, Correa Galeano nunca individualizó a los supuestos mandantes del crimen y agregó que este no supo justificar “por qué antes no había señalado a una persona en particular”.
Exhortos no contestados por Colombia
Agregó que en repetidas ocasiones se solicitó a Colombia la conformación de un equipo conjunto de investigación que pueda viajar de manera libre entre ambos países evitando trámites burocráticos como la redacción de exhortos, sin que las autoridades colombianas hayan dado respuesta hasta la fecha, aunque enfatizó que esos pedidos “tienen sus plazos” y que el cambio de administración en la Fiscalía colombiana naturalmente ralentizaría esos trámites.
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Indicó que también otras diligencias solicitadas como informes migratorios, de trazabilidad financiera, de registros telefónicos y la apertura de una notebook perteneciente a otro de los condenados por el crimen, Andrés Pérez Hoyos, tampoco han sido contestados.
El teléfono de Pecci
Un elemento vinculado al caso que ha ganado relevancia en la opinión pública recientemente es el teléfono personal del fiscal Pecci, que ha permanecido en poder de la Justicia colombiana desde el día del crimen, pero que no ha sido sujeto a pesquisa a pesar de que los investigadores paraguayos creen que podría ser de relevancia para la investigación.
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La Fiscalía paraguaya remitió a Colombia una nota de autorización de la viuda del fiscal Pecci, Claudia Aguilera, para la entrega del teléfono a las autoridades paraguayas, pero poco más de un mes después Aguilera solicitó a Colombia que el dispositivo sea peritado exclusivamente por investigadores colombianos y estadounidenses, comentó el fiscal Doldán.
