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El conocido homicida Agustín Ramón Martínez Martínez (62), alias “soldado israelí”, falleció en la mañana de este sábado en un caso de aparente muerte súbita, dentro de la cárcel de Tacumbú, donde cumplía una condena de 40 años por homicidio.
Según confirmaron fuentes internas del penal, alias “soldado israelí´” se presentó por sus propios medios a la guardia, solicitando atención médica, asegurando tener fuertes dolores en el pecho. Un enfermero y un médico de guardia del penal recomendaron que sea derivado hasta un centro asistencial.
Un informe de la Comisaría Cuarta de Asunción da cuenta de que en la mañana de este sábado el hombre fue trasladado hasta la urgencia del Hospital de Barrio Obrero donde los médicos de guardia constataron que ya no tenía signos vitales y ordenaron de nuevo su traslado al lugar de reclusión para los procedimientos de rigor.
Tras la constatación de su fallecimiento se dio intervención a personal de la Fiscalía, a fin de realizar los trámites del levantamiento del cuerpo, que sería sometido a una autopsia para determinar con precisión la causa de su muerte.
“Soldado israelí”: por qué estaba en prisión
Agustín Ramón Martínez Martínez, alias “soldado israelí” estaba preso desde 2018 por secuestrar, fusilar, descuartizar, quemar y enterrar a un abogado, todo para robarle su camioneta. En 2022 fue condenado a 40 años de prisión, pena que estaba prevista de cumplirse recién en 2058.
Nacido en la ciudad de San Patricio, departamento de Misiones, el 28 de agosto de 1961, decía haber combatido a los 30 años en la Guerra del Golfo (1990-1991) como mercenario contratado por el Estado de Israel, de donde nació su apodo, aunque más como burla que otra cosa.
Como siempre se expresó en un correcto castellano, pero con un acento medio extraño, el propio Martínez explicaba que es de origen extranjero y que su nombre nativo era Yahel Yamil Oskiski, otra mentira que siempre quiso imponer.
Antecedentes de alias “soldado israelí”
En 1993, mató, quemó y enterró a un capataz de estancia y dejó herida a su esposa, en la provincia de Santa Fe, Argentina. Por este hecho fue condenado a ocho años, pero al año siguiente escapó de la cárcel y volvió a Paraguay.
Ni bien se reinstaló en nuestro país, en 1994, un repartidor de la empresa Argos fue asesinado a tiros y su camioneta quemada, con el cuerpo adentro, en la ciudad de Caapucú, departamento de Paraguarí. Por el modus operandi, la Policía apuntó a Soldado israelí y se inició su cacería.
En 1995, fue ultimado, quemado y enterrado el cuerpo de un ganadero en el municipio de Quiindy, departamento de Paraguarí. Soldado israelí, era en esa época el secretario y guardaespaldas del ganadero asesinado y coincidentemente la última persona que estuvo con él. Su captura demoró tres años, ya que recién en 1998 fue localizado en la zona del Mercado 4 de Asunción.
Su supuesto conocimiento del caso “AMIA”
Por el caso Quiindy, lo sentenciaron a solo seis años, aunque al cumplir la mitad de su pena, en 2001, fue extraditado a Argentina para cumplir los siete años que le faltaban por el crimen en Santa Fe, pero fundamentalmente para ser interrogado por el atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA), registrado en Buenos Aires en 1994.
Resulta que cuando estaba en Tacumbú, Agustín Ramón Martínez Martínez propagó el rumor que él tenía información sobre el coche bomba que explotó frente al edificio de la AMIA y que mató a al menos 84 personas. Obviamente, fue solo otra de sus mentiras delirantes.
Volvió a Paraguay como hombre libre en el año 2009 e inmediatamente después un político y dos capataces fueron asesinados, descuartizados y quemados dentro de un horno para carbón en la zona de Ybycuí, departamento de Paraguarí. Martínez Martínez era secretario y guardaespaldas del político y también el último que estuvo con las víctimas.
Fue recluido de nuevo en Tacumbú, pero como la Fiscalía nunca profundizó la investigación, Soldado israelí salió otra vez en 2015. Al recuperar su libertad, formó su propia familia, pero llamativa e inesperadamente quedó viudo. Ni la pequeña hija a la que debía cuidar le hicieron olvidar sus viejos hábitos, matar y quemar gente.
Su último crimen
El martes 22 de mayo de 2018, Agustín Ramón Martínez Martínez bajo engaños sacó de su casa de Fernando de la Mora al abogado Lucilo Nicolás Cardozo Salina (54), a quien supuestamente le iba a dar un caso sobre abigeato en Encarnación, departamento de Itapúa.
Ambos viajaron en la camioneta del abogado, una Mitsubishi Tritón. Sin embargo, al alcanzar el distrito de Yaguarón, en el departamento de Paraguarí, Soldado israelí aparentemente neutralizó con un golpe al abogado, tomó el control del vehículo y se detuvo en un surtidor para comprar nafta.
El psicópata condujo hasta la propiedad de su suegro, donde mató a Lucilo con un fusil recortado calibre 7.62, luego desmembró el cuerpo, lo arrojó a un pozo y le prendió fuego.
El asesino se paseó durante todo ese día con la camioneta del abogado, hasta que a la noche regresó con el vehículo a su casa, donde le esperaba su pequeña hija, en el barrio San Pablo de Asunción.
La esposa del abogado, como este no contestaba el celular, revisó el rastreo satelital de la camioneta, hizo la denuncia y la Policía atrapó a Martínez en su casa, justamente con la Mitsubishi Tritón de su víctima.
El juicio
En el juicio, Soldado israelí fue condenado a un total de 40 años de cárcel, 30 años de pena ordinaria y 10 años como medidas de seguridad. En sus alegatos, como siempre fantasioso, sostuvo que un grupo narco fue el que mató al abogado.
La familia de Lucilo cree que Soldado israelí lo asesinó para quedarse con su camioneta, que de hecho ya la andaba ofreciendo días antes del crimen. Varios fiscales intervinieron en esta causa. La fiscala Sonia Pereira fue la que le acusó y pidió juicio oral. Su colega Alfredo Ramos Manzur consiguió la máxima pena para Martínez Martínez.