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La Real Academia Española (RAE) define criminal en serie como “dicho de un asesino o de un violador que comete reiteradamente el mismo tipo de delito, siguiendo unas pautas de comportamiento similares”.
En Paraguay hay varios criminales que podrían considerarse como parte de este grupo deleznable. Tal es el caso del suboficial Osmar Darío González, quien recibió siete condenas por los delitos de abuso y coacción sexual, además de hurto agravado.
Era un agente policial que aprovechaba sus guardias para acechar a sus víctimas. Luego, cometía sus crímenes con un mismo modus operandi: buscaba a mujeres vulnerables y, a punta de arma de fuego, las sometía sexualmente.
Lo excepcional de su caso fue que su detención se dio por una casualidad: sus últimas dos víctimas fueron hasta la comisaría a denunciar que fueron abusadas y lo encontraron en la dependencia policial, uniformado. Esto ocurrió en el 2016.
Atacaba escribanías
Otro criminal que puede ser considerado “serial” es el ex capitán militar Walter Alfonso Cáceres, quien en 2006 fue enviado a cumplir una pena privativa de libertad de 25 años, tras la sumatoria de cuatro condenas.
Se lo había culpado de haber asaltado cuatro escribanías y luego abusar sexualmente de las notarias o sus secretarias.
Supuesto abogado
Luis Óscar Manuel Arrizala González, actualmente con 75 años, era un gestor judicial, pero se hacía pasar por abogado que tenía una red de contactos para puestos laborales. Con ello engañó a sus víctimas, pues las citaba y luego abusaba de ellas.
ABC publicaba en 2017 que enfrentó ocho causas judiciales por abuso sexual. En ese entonces, ya había sido condenado en cinco de los procesos.
No se sabe de cuántas mujeres abusó, ya que algunos de sus delitos databan de los ‘80, pero ocho fueron hasta entonces las víctimas que se animaron a denunciarlo.
”Soldado israelí“
Para catalogar a un criminal como “serial” debe al menos cometer tres crímenes con intervalos cortos entre los casos y estar motivado por una cuestión interna, más allá de lo económico.
No obstante, algunos especialistas señalan que se puede considerar otros factores, como la forma en que cometió los crímenes. Es por ello que incluíamos al conocido sicario “Soldado israelí”, cuyo nombre es Agustín Ramón Martínez Martínez.
A “Soldado israelí” se le atribuye una serie de asesinatos cometidos en nuestro país y en Argentina.
Su primer crimen lo cometió en 1993, cuando mató y quemó a un hombre en Santa Fe, Argentina.
Su modus operandi era asesinar a sus víctimas y luego quemarlas hasta convertirlas en cenizas, presuntamente para no dejar pistas.
En el 2018 fue puesto bajo reclusión una vez más, luego de varias ocasiones por otras condenas, tras asesinar y quemar a un abogado en Yaguarón.