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El túnel utilizado para el histórico robo a cambistas fue descubierto dentro de un salón que funcionaba como tienda de deportes, en la calle Camilo Recalde, al lado mismo del portón de la entrada trasera de la ANDE en Ciudad del Este.
La Policía llegó al lugar luego de que vecinos encontraran ropas sucias con barro, que estaban en bolsa de basura casi enfrente de ese salón.
El local estaba alquilado desde noviembre de 2022 a nombre de una mujer supuestamente brasileña, pero que en realidad no existiría.
El precio que pagaban los “topos” era de 500 dólares por mes. Un brasileño, conocido como Gordinho, era el que habitualmente atendía al público.
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La tienda fue dividida en dos sectores con una pared de yeso.
Enfrente, como si nada, se vendían principalmente camisetas de fútbol, pero atrás los criminales hicieron un boquete en el piso, que medía medio metro de diámetro y más de tres metros de profundidad.
Desde la tienda, los delincuentes excavaron e hicieron un túnel de 130 metros de largo y que consta de varios desvíos, debido a que cada tantos metros se encontraban con piedras.
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Túnel pasa por debajo de la avenida San Blas
El túnel pasa por debajo de la avenida San Blas, de la Ruta PY02 y llega justo debajo de la bóveda de la Asociación de Trabajadores Cambistas (ATC), que a su vez funciona en la plazoleta situada entre la Ruta PY02 y la avenida Monseñor Rodríguez, 580 metros antes de la Aduana paraguaya, donde empieza el Puente de la Amistad y que representa la frontera entre Paraguay y Brasil.
Aunque el brasileño que manejaba el salón aún no fue identificado, su secretario paraguayo sí.
Se trata de Fabricio Jonathan Álvarez Ayala, de 25 años, quien alquilaba a su nombre una casa situada en el mismo barrio, que también fue allanada, donde aparente mente vivían los “topos” que cavaron el túnel.
Se cree que Fabricio era uno de ellos.
El presidente de la ATC, Walter Fernández, reconoció públicamente que la mayoría de sus compañeros cambistas operaban con dinero “en negro”. El dinero robado sería de US$ 30 millones.