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El Ministerio Público dio a conocer esta noche que formularon imputación contra nueve reclusos de Tacumbú, en torno a la operación Veneratio, llevada a cabo para “recuperar” la cárcel, que era controlada por grupos criminales. Los agentes fiscales Fátima Girala, Miguel Quintana y Marcial Machado encabezan la causa.
Formularon imputación contra Armando Javier Rotela, Milciades Giménez Prieto, César Ramón Ortíz Sosa, Juan Valentin Insfrán Espínola, Miguel Ángel Saravia Medina, Lucas Ramón Duarte Rolandi, Óscar Ariel Cabello Azcona, Arsenio Erico Alvarenga Sosa y Alan Ricardo Caballero.
La imputación fue presentada “ante la existencia de indicios de sospecha suficientes sobre la comisión de los hechos punibles de motín de internos, transgresión a la Ley Nº 4036/2010 “De armas de fuego, sus piezas y componentes, municiones, explosivos, accesorios y afines”, y asociación criminal, todos en calidad de coautores.
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Los reclusos se amotinaron para evitar ingreso policial
El informe de la Fiscalía indica que el día de la operación Veneratio, antes de la incursión policial a la Penitenciaría de Tacumbú, se escucharon explosiones y gritos provenientes del interior de la cárcel.
Según el Ministerio Público, el personal policial intentó ingresar por adelante y por detrás del penal, pero el trabajo se vio retrasado debido a que Armando Rotela, líder del Clan Rotela, ordenó a sus colaboradores principales “atrincherarse” en uno de los portones de acceso a los pabellones, desde donde arrojaron explosivos y todo tipo de objetos contundentes.
Esa situación obligó al uso de un camión blindado para avanzar dentro del recinto. Así también, los reclusos tomaron los techos de distintos pabellones, desde donde lanzaron todo tipo de objetos contundentes y cortopunzantes en contra de los agentes policiales y militares.
Una vez que la Policía logró ingresar, se encontró con la reacción agresiva de los internos, quienes utilizaban armas de fuego, explosivos caseros, armas blancas y todo tipo de objetos contundentes. El enfrentamiento duró aproximadamente tres horas.
Como resultado, 41 efectivos policiales resultaron heridos, entre ellos el suboficial Martín Mendoza, agente Lince que falleció tras recibir una herida en la cabeza. Además, murieron 11 reclusos.
Los representantes del Ministerio Público solicitaron medidas de prisión preventiva para todos los imputados, teniendo en cuenta el peligro de fuga latente debido a la peligrosidad de cada uno de ellos.