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Millones en cuentas a cobrar
El exfiscal del Estado, Javier Díaz Verón y su esposa, María Selva Morínigo fueron absueltos en la causa que los investigaba por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Los jueces que los “blanquearon” presentan llamativos movimientos en sus declaraciones juradas.
El juez Javier Darío Báez, uno de los que integró ayer el Tribunal que absolvió al exfiscal y su esposa, declaró el 20 de febrero de 2020, cuando asumió, que tenía un patrimonio neto de G. 6.306 millones. Gran parte de esa cifra provenía de inmuebles y cuentas a cobrar.
Lo llamativo es que el magistrado, que fue concejal colorado de Limpio (2010-2015), hizo constar cuentas a cobrar a otros dos exediles de la ANR de esa ciudad. Baéz había votado meses atrás por la absolución de Dany Durand.
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Más egresos que ingresos
La jueza Alba González, otra de las integrantes del tribunal, manifestó el 30 de diciembre de 2019 ante la Contraloría General de la República (CGR), que su patrimonio neto era de G. 151 millones en negativo. Es decir, la magistrada tenía pasivos que superaban a sus activos integrados por un inmueble y dos vehículos.
Según González, sus ingresos mensuales eran de G. 20.856.000, mientras que sus egresos, llamativamente, sumando sus pagos de deudas consignados llegaba a unos G. 22.088.513.
La jueza había sido salpicada en el año 2018 en un supuesto pedido de coima de US$ 30.000 en un caso de drogas.
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Cifras casi similares en DD.JJ.
El juez Víctor Hugo Alfieri Duria, otro de los miembros del tribunal de sentencia que absolvió ayer al ex fiscal general del Estado Javier Díaz Verón y su esposa, María Selva Morínigo, declaró el 30 de diciembre de 2019 que tenía activos por G. 690 millones, mientras que sus pasivos eran de G. 74.500.000.
El magistrado hizo constar que sus activos provenían de G. 10 millones en efectivo, dos cuentas bancarias, por un monto global de G. 30 millones; cuatro inmuebles, por G. 500 millones; un vehículo, avaluado en G. 80 millones; y mobiliarios, por G. 70 millones. Sus pasivos, en tanto, eran por tres créditos con diferentes entidades.
Un punto curioso es que el magistrado había declarado el 5 de abril de 2001 números similares con relación a sus activos. Es decir, 18 años antes, Alfieri Duria ya hizo constar que sus bienes sumaban unos G. 650 millones, integrado por 4 propiedades, por G. 510 millones; dos vehículos, tasados en G. 95 millones; G. 10 millones en efectivo; y cuentas bancarias, por G. 40 millones.
Más llamativo es que el juez Alfieri dice que dos de sus propiedades, ubicadas en los barrios La Recoleta y La Encarnación, están tasadas en el mismo valor en todas sus declaraciones juradas (DD.JJ). O sea, en casi dos décadas no fueron revalorizadas.
El magistrado, antes de ser juez, fue representante del Ministerio Público, según los registros.