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La ola de abigeato que se registra en el departamento de Paraguarí y que afecta a pequeños y grandes ganaderos de la zona no conoce límite. Desde el 1 de este mes hasta la fecha ya fueron denunciados el faenamiento de tres vacunos y el hurto de un total de 12 animales, en ocho distritos de la región.
Sin embargo, pese a que son detenidos algunos cuatreros con evidencias, varios de ellos son beneficiados por los que administran la justicia, con arresto domiciliario y desde donde siguen delinquiendo, se quejan los intervinientes de la Brigada de Lucha contra el Abigeato.
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Los afectados denunciaron que en Yaguarón se hurtó un animal. Similar cantidad también desapareció de pequeños ganaderos de Quiindy, Quyquyhó, Carapeguá, La Colmena y Sapucái.
En Acahay se reportó en la Comisaría local el hurto de cuatro vacunos y en Ybytymí dos animales. Asimismo, se denunció el faenamiento de dos animales en Mbuyapey y en La Colmena un vacuno.
Extraño faenamiento en Mbuyapey
El caso de Mbuyapey, referente al faenamiento de dos animales vacunos, es extraño comentó el responsable de la Brigada de Lucha contra el Abigeato, sub oficial primero Cristian Sosa. Explicó que ayer en horas de la madrugada en la compañía Ñuai, se constituyeron hasta la ganadera Rosanita para intervenir, en un supuesto hecho de faenamiento de dos animales vacunos.
La denuncia fue realizada por la propietaria Amada Fretes de Báez, de la ganadera Rosanita, quien manifestó que encontraron una vaca lechera, raza mestiza, a la que se le sacaron el ojo lado derecho, la lengua y la parte reproductora del animal.
Asimismo, a un ternero de la raza Bradford, le faltaban ambos ojos, lengua, ano, aparato reproductor y parte de las vísceras. La vaca lechera estaba en inmediaciones del casco de la estancia, mientras que el ternero se encontraba en el corral, pero ambos fueron encontrados a unos 100 metros del casco de la estancia.
El efectivo policial interviniente manifestó que se desconoce si fue realmente un hecho de faenamiento porque no se encontraron rastros de que fue cortado el alambre del campo.
En Yaguarón, el afectado Amado Estigarribia (67) denunció el hurto de un animal vacuno. Dijo que hace falta un castigo más ejemplar y que se cambie la ley porque esto es un delito grave. “Se pone en riesgo también la vida de los propietarios de los ganados, porque si uno se da cuenta va a querer defender su propiedad”, resaltó.
Hasta la fecha, Acahay es el municipio que registra la mayor cantidad de hurto de animales vacunos, que ocurrió en la compañía Recoleta, de donde los cuatreros se alzaron con una vaca preñada, un torito, y dos vaquillas, de la propiedad de Juan Pablo Brítez (81).
En Carapeguá se había instalado una mesa de diálogo con autoridades policiales, comisarios de tabladas y autoridades municipales, pero hasta ahora no se concretó ninguna actividad específica respecto a este flagelo.