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El automóvil del oficial inspector Carmelo Benítez, un Toyota Ractis, con chapa FAO 550, apareció el sábado de tarde frente a la casa de sus suegros, en Limpio, donde de hecho el agente ahora fallecido vivía con su esposa y dos hijas.
El coche fue “devuelto” a la viuda por otro miembro de la banda de asaltantes, que también sería policía.
El último golpe de esta gavilla de polibandis fue el viernes de madrugada en la ciudad de Mbuyapey, departamento de Paraguarí, donde el oficial Benítez fue eliminado de cinco balazos por una mujer que actuó en defensa de su esposo y su bebé.
El oficial Benítez debía ascender este fin de año a subcomisario, luego de que concluyera el curso respectivo en el Instituto Superior de Educación Policial (Isepol).
Sin embargo, aparentemente durante todo este año lectivo el citado agente y otros camaradas cursantes venían perpetrando numerosos asaltos.
Por ejemplo, también mataron el miércoles pasado a un suizo en Escobar, que es otra ciudad de Paraguarí. Supuestamente, los polibandis actuaban impunes gracias a que contaban con la complicidad de otros policías que firmaban por ellos las planillas de asistencia durante las clases presenciales.
Otros casos
La muerte del oficial inspector Carmelo Alcides Benítez Reyes se suma a varios otros casos de policías en servicio activo que caen abatidos en actos de delincuencia.
Por ejemplo, el 28 de diciembre de 2010, el suboficial segundo Ever Maximino Villalba Fernández, de la Jefatura de Policía de Concepción, cayó muerto al comandar un asalto frente al Círculo de Suboficiales Retirados de Policía, en Luque.
Su gavilla pretendía robar la plata del aguinaldo de los uniformados jubilados, pero un guardia de seguridad privado reaccionó y lo acribilló.
El 7 de agosto de 2010, el oficial primero Abel Rolando Rivarola Fleitas murió calcinado al estrellarse en Formosa, Argentina, la avioneta que pilotaba y en la que llevaba una carga de marihuana desde Paraguay.
El oficial acababa de salir de prisión, donde estuvo por varios asaltos. Su banda, integrada por otros policías, simulaba allanamientos para perpetrar sus golpes.
El 17 de agosto de 2009, el suboficial ayudante Néstor Damián Morilla Rodríguez, de la Montada de la Jefatura de Policía de Alto Paraná, fue acribillado por sus camaradas del Grupo Especial de Operaciones (GEO) luego de que intentara matar en un atentado al conocido empresario de origen árabe Ali Ahmad Zaioum, en Ciudad del Este.
Otro policía fue detenido posteriormente como supuesto nexo para el ataque.
El 8 de diciembre de 2000, el suboficial segundo Felipe Suárez, en aquel entonces personal de la comisaría 2ª de la ciudad de Caaguazú, fue uno de los 10 abatidos en el municipio de Itakyry en una operación de la Policía contra una banda de piratas del asfalto.
Dicho grupo asaltó un camión transportador de caudales de la empresa Águila, sobre la Supercarretera Itaipú, en la zona de Hernandarias.