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Desde este lunes, el paraguayo Guillermo Federico Rey Torres (38) y el uruguayo Gonzalo Aparicio Sosa Izaguirre (40) cuentan con orden de captura internacional con fines de extradición que fue ordenada por la jueza penal de garantías Especializada en Crimen Organizado, Rosarito Montanía, a través de su AI N° 177, pues aparecen ligados a las 10 toneladas de cocaína que cayeron el 5 de julio pasado en el Puerto de Hamburgo, Alemania, y habían salido de Paraguay.
Esto como respuesta al requerimiento hecho por el fiscal de Narcotráfico, Deny Yoon Pak, quien fue designado en la causa y, días atrás, ya imputó a los mismos por los hechos de tráfico internacional de drogas, en la modalidad de introducción al territorio nacional y la remisión a países extranjeros y asociación criminal, artículos 21, 26 y 44 de la Ley N° 1.340/88.
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Igualmente, el agente del Ministerio Público los imputó por el hecho punible de producción de documentos no auténticos, en la modalidad de uso, tipificado en el artículo 246 del Código Penal. El fiscal les atribuyó la coautoría en todos los ilícitos señalados.
Por este mismo caso, la semana pasada fue detenido Cristhian Iván Noguera Gómez (33), quien se desempeñaba como despachante de aduanas y habría actuado como nexo para exportar la carga de la sustancia mimetizada entre semillas de sésamo negro, dentro de un contenedor. Este fue imputado también, pero por tráfico internacional de drogas y coacción para la comisión del ilícito, y está con prisión preventiva.
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Usaron documentos de fallecidos para comprar firma
De acuerdo con datos del Ministerio Público, expuestos en la resolución judicial, el 8 de febrero de 2023, Guillermo Rey utilizó la cédula 4.057.837, que en vida le pertenecía a Hugo Milciades Cabrera González, pero con su fotografía adherida al documento falso.
Con esa cédula de identidad modificada, Rey se presentó en compañía de otra persona que a su vez hizo uso de la cédula 3.654.446, la cual en vida le pertenecía a Victoriano González Cabaña, ante el estudio jurídico Berkemeyer, con el fin de celebrar un contrato de cesión gratuita de acciones de la firma Nopal SA.
La empresa en cuestión había sido constituida por Antonio Ignacio Villa Berkemeyer y María Stael Olmedo Cabral, quienes cedieron en la ocasión sus respectivas acciones; así, el primero le cedió 9 acciones por valor de G. 9.000.000 a Hugo Cabrera, pero que en realidad era Guillermo Rey y a Victoriano González, que realmente era el otro hombre.
En tanto que María Olmedo le cedió su acción a Victoriano González, resolviéndose en el acto la renuncia del director titular Jorge Peralta Sosa y la directora suplente, Olmedo, quedando conformado el nuevo directorio con Victoriano González y Hugo Cabrera, como directores titular y suplente, respectivamente.
Esa misma fecha, celebraron otro acto de cesión gratuita de acciones, esta vez de la firma Gerbera SA, constituida por Jorge Peralta y María Olmedo, quienes cedieron sus títulos, realmente, a Guillermo Rey y al otro sujeto. Todo esto, bajo encargo de Gonzalo Aparicio Sosa Izaguirre, que a su vez utilizó un documento que correspondía a Víctor Fabio Miranda González.
Según datos recabados, Hugo Milciades Cabrera González, cuya identidad se utilizó en estos actos, falleció el 8 de noviembre de 2021 a consecuencia del covid-19, mientras que Victoriano González Cabañas, pereció el 9 de agosto de 2007.
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Prófugos adquirieron firma para el envío
De acuerdo con la imputación fiscal, en principio fueron identificados como parte de una estructura narco a Guillermo Rey y Gonzalo Sosa, quienes habrían adquirido y administrado empresas preconstituidas, utilizando para el efecto identidades falsas.
Las sociedades a su vez sirvieron para establecer la logística para organizar las operaciones comerciales que permitieron, a su vez, la exportación de un contenedor contaminado con cocaína, entre una carga de semillas.
En ese contexto, los citados habrían adquirido la firma Nopal SA. Así, Gonzalo Sosa llevó a cabo los trámites correspondientes y mediante dicha empresa se envió el contenedor FBIU0469193, oficializado el 17 de mayo de 2023, asignado al canal verde, bajo el régimen de exportación de consumo, con destino final a Alemania.
Ese envío tenía sésamo negro cargado en 727 bolsas de prolipoleno laminada, con 10 toneladas de cocaína ocultas en su interior. Esta carga partió el 13 de mayo desde el Puerto Privado Fénix y fue hallada el 5 de julio en el Puerto de Hambrugo, en Alemania.
A través del mismo despacho, se remitió el contenedor identificado como TEMU1625702, con 679 bolsas de sésamo, hacia el mismo sitio y comprador.
En este sentido, para el Ministerio Público el imputado Iván Noguera, actuó como nexo de la organización criminal para la concreción del despacho del contenedor cargado con sésamo y poco más de 10 toneladas de cocaína, formando de esa manera, parte del esquema delictivo investigado.
Concretó envíos legales para ganar confianza
El hoy detenido y procesado, Iván Noguera, el 10 de mayo de 2023 por encargo de Sosa o Rey, contrató los servicios del auxiliar despachante Carlos Alberto Morínigo Mendoza, a fin de realizar los trámites para oficializar un despacho de exportación de sésamo, a través de la firma Nopal SA, según la imputación.
El auxiliar Carlos Morínigo, es el hermano de la despachante Gloria Beatriz Morínigo Mendoza, cuyo Token fue utilizado para la exportación de los dos contenedores mencionados.
Así, Noguera envió una factura vía WhatsApp a Carlos Morínigo, con el membrete de Nopal SA, para generar el despacho provisorio de mercaderías, en este casó, sésamo.
Esta fue la primera solicitud hecha por Noguera a Morínigo. Así se gestionó el envío de los contenedores HLUX1037979 y CAIU6041143, con sésamo y chía, respectivamente, para generar antecedentes en favor de la mencionada empresa.
Sin embargo, los documentos de respaldo enviados por Noguera a Morínigo declaraban que la carga era de sésamo negro, cuando en realidad era de chía. Esto generó una inspección física el 12 de mayo, pero todo esto habría estado planificado por Noguera para dejar registro de que las cargas de Nopal SA ya fueron verificadas y no se hallaron sustancias.
De esta forma, siempre según los investigadores, la empresa tendría credibilidad de las autoridades aduaneras y la confianza del auxiliar despachante, Carlos Morínigo, para seguir utilizando sus servicios y el Token de su hermana en los próximos envíos, que consistieron en los contenedores FBIU0469193 y TEMU1625702 en los que fue la droga.