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Estamos acostumbrados a que nuestros policías sean esos uniformados que se sientan en la comisaría o en las esquinas de la ciudad a mirar su celular o pedir cédula de identidad. Pero, aunque no lo crea, también existen otros policías que investigan puntillosamente, y hacen lo que sea necesario para ayudar al ciudadano a recuperar sus pertenencias.
Una joven llamada Belén Acosta relató en un hilo de la red social Twitter la increíble anécdota por medio de la cual logró recuperar sus costosos equipamientos de tenis, que le habían sido hurtados de su vehículo por tortoleros.
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La usuaria de la red social contó que se hizo pasar por la novia de un policía del Departamento de Investigaciones, y estando ella en el lugar frente al malviviente, los policías redujeron al mismo, recuperando las pertenencias de la mujer.
¿Cómo comenzó el peculiar caso?
Todo empezó el 15 de julio, cuando Belén contó en Twitter que le habían roto el vidrio del auto a la vuelta del bar Arsenal de Asunción, y que se habían llevado su bolsón marca Head de color naranja y negro de tenis, donde tenía una raqueta head instinct, y una paleta de pádel jota D indomable. La chica publicó el tuit con la vaga esperanza de recuperar los artículos, pues esos equipos le habían costado muy caros.
Gracias a la ayuda de otro internauta, llamado Martín, quien vio una publicación de Facebook donde estaban ofreciendo las pertenencias de la chica, la víctima del hurto comenzó sus intentos por recuperar sus artículos deportivos.
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Belén intentó contactar con quienes estaban rematando sus cosas en Facebook, pero no le fue fácil al principio, pues no formaba parte del grupo en el que se estaba publicando la oferta.
Ayuda de otros internautas
Pero una vez más el usuario que le avisó fue amable y escribió a las personas que estaban ofreciendo las raquetas, haciéndose pasar por un cliente interesado. Luego, Martín le envió a Belén una captura de pantalla con el nombre y número de los que tenían sus pertenencias.
Ya con el número del que tenía sus pertenencias y conociendo la zona en la que podía encontrarlos, Belén Acosta decidió pedirle a su padre que le acompañe a la comisaría.
En su comisaría zonal le indicaron que debía acudir a la Comisaría 1ª jurisdiccional de Sajonia, y de ahí nuevamente la derivaron a la Comisaría 3ª.
Denuncia policial
Una vez en esta sede policial, Belén hizo su denuncia y les detalló a los policías que ella sabía dónde estaban sus cosas. También les preguntó si la podían acompañar para recuperarlas, o en todo caso que le indiquen cómo proceder.
Luego de consultarle cuánto valían sus artículos hurtados, esta les informó que tenían un valor de G. 4 millones.
Entonces el comisario convoca a los agentes especializados en Robo y Hurto.
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Desde su perfil de WhatsApp con fotografía cambiada, Belén seguía intercambiando mensajes como supuesto cliente interesado con el hombre que quería venderle sus raquetas. Coordina con el hombre ir a buscar los artículos para comprarlos al frente de la parada de la línea 11.
En todo momento el sujeto se negó a pasarle una ubicación por celular.
Inteligencia e intervención
Todo eso la joven lo organizó mientras aguardaba en la Comisaría 3ª a los oficiales de robos y hurtos. Luego de media hora llegaron y les comentó todo lo que sabía del asunto.
Le indicaron que uno de ellos se cambiaría de ropa para ir de civil, y que ella tendría que acompañarlos, pues nada podían hacer si ella no confirmaba que eran sus cosas.
Así, con mucho temor de meterse “en la boca del lobo”, Belén aceptó y fue con los policías.
Palabras clave
El oficial que estaba de civil le dijo que fingiría ser su novio, él se bajaría a negociar las raquetas con el hombre y ella quedaría en el auto con dos oficiales más.
Cambiaron a un auto particular y fueron al lugar. La señal que acordaron es que el policía de civil, su supuesto novio, le diría “amor ve si te gustan la paleta y la raqueta”. Una vez que le dijera esto, ella debía bajarse del auto, mirar los objetos y confirmarle si eran sus cosas con la frase clave: “Sí amor, están relindas las cosas”.
Entre tanto, el hombre le iba diciendo a Belén que estaba con un perro Pitbull, hecho que le asustó.
Al llegar, el policía encubierto logró convencerle de que meta a su perro a la casa.
Redujeron al malviviente
El investigador le dice las palabras claves, y segundos después de que ella confirma también en clave que eran sus cosas, el delincuente fue reducido en el suelo.
Así, pese al temor de su papá que intentó prohibirle que vaya, Belén asumió el riesgo y recuperó sus pertenencias.