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El presunto líder de sicarios acribillado en Pedro Juan Caballero, Marcio Ariel Sánchez Giménez, alias “Aguacate”, tenía solo 35 años pero ya contaba con un extenso historial criminal. Según los datos de la Policía, se convirtió en sicario incluso antes de cumplir la mayoría de edad, en su ciudad natal, Capitán Bado.
En el 2010 fue capturado tras un enfrentamiento con la Policía, en medio de una investigación por un doble homicidio.
Tras recuperar su libertad, se trasladó a Pedro Juan Caballero y habría perpetrado numerosos homicidios por encargo, hasta que fue “reclutado” por Jorge Rafaat Toumani y se convirtió en su jefe de seguridad durante varios años. El 15 de junio del 2016, exactamente hace siete años, Rafaat fue acribillado y Aguacate estuvo seis meses en prisión.
Según la imputación fiscal, en el marco del operativo “Presea del Norte”, luego del asesinato de su jefe, Marcio Ariel empezó a monopolizar el negocio del sicariato en la frontera seca. Entre sus víctimas se encuentran el exconcejal de Capitán Bado Cristóbal Machado Vera.
Aguacate, capturado y liberado varias veces
En varias ocasiones, Aguacate fue capturado y luego beneficiado por las autoridades judiciales, recuperando siempre la libertad. De acuerdo a los datos, ofrecía sus servicios de sicariato a conocidos criminales, como Sergio de Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro.
En el 2019, fue perseguido a los tiros en Capitán Bado y se salvó solo gracias al blindaje de su camioneta. En esa misma época se confirmó que atropelló la base de Investigaciones de Pedro Juan Caballero para rescatar a un familiar.
Uno de sus últimos “trabajos” conocidos fue el cuádruple homicidio ocurrido en la misma ciudad, donde terminó muriendo la hija del gobernador de Amambay, Ronald Acevedo Quevedo.
Marcio Ariel se paseaba con impunidad
La Policía y la Fiscalía ejecutaron una veintena de allanamientos en busca de Aguacate, pero solo pudieron capturar a su pareja, Gudelia Vargas Armoa, y algunos secretarios. Entre los resultados de los operativos se menciona que se llegaron a decomisar propiedades y bienes de Marcio Ariel por un valor total de US$ 3.000.000.
Sin embargo, pobladores y dirigentes de la zona aseguran que el presunto líder de sicarios se paseaba con total impunidad en la ciudad de Pedro Juan, rodeado siempre de sus matones en lujosas camionetas.