Cargando...
El juez penal de garantías Especializada en Crimen Organizado, Gustavo Amarilla, ordenó a través de los autos interlocutorios 117 y 118, la pericia de los aparatos de Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) y de cuatro celulares, respectivamente. Esto a pedido del fiscal antidrogas Osmar Segovia en el marco de la operación Aurora.
A través del AI N° 117 se estableció como punto de pericia para los artefactos de GPS, la búsqueda y extracción de las coordenadas geográficas asentadas, así como los mapas cartográficos asentados y otros datos relevantes que podrían encontrarse en los aparatos.
Mientras que a través del AI N° 118, se establecieron como puntos de pericia para los celulares de las marcas iPhone, Samsung y Huawei, determinar si dentro de la memoria interna, tarjetas SIM y tarjetas de memoria se hallan guardadas fotografías, vídeos, audios, registros de llamadas, mensajes de texto o de voz, sean de mensajería instantánea, redes sociales, etc. u otros archivos relacionados a los hechos investigados y, en caso que sea positivo, sean extraídos y almacenados en un dispositivo externo por el perito.
Para dicha labor fue designado por la Fiscalía el perito Informático, licenciado Jorge Riquelme, del Laboratorio Forense del Ministerio Publico, quien debe presentarse el próximo 23 de mayo a las 9:30 ante el juzgado de Gustavo Amarilla para prestar juramento y asumir el cargo.
Lea más: Operativo Aurora: prisión para seis supuestos narcotraficantes
Captura de supuestos narcos en Misiones
De acuerdo con los datos, a las 17:40 del 15 de enero pasado, una comitiva del Ministerio Público y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) puso en marcha el operativo Aurora, mediante el cual se logró la detención de seis personas, cuatro de ellas de nacionalidad paraguaya y dos, bolivianas.
El procedimiento se centró e una pista de aterrizaje no habilitada que contaba con una extensión de 1.000 metros, situada en un área límite entre Santa Rita y Santiago, Misiones, donde fue capturada una aeronave Cessna T210 Turbo, sobre cuya matrícula original CP-2759, modificaron con la CP-X043.
En el lugar también estaban los procesados Mario Rubén Ozuna Benítez, Celso Celestino Lezcano Amarilla, Jorge Gustavo Úbeda Oviedo, Rodrigo Ramón Ramírez Ozuna, paraguayos; así como Stephano Alavconi Quezada y Raúl Álvaro Guzmán Cortez, estos dos últimos de nacionalidad boliviana.
Los mismos se encontraban en plena tarea de descenso de una carga de 13 bolsas grandes y una bolsa pequeña, que totalizaron un peso de 420,185 kilos de cocaína.
Para el Ministerio Público los imputados conformaban una asociación criminal estructurada y organizada para el tráfico internacional de sustancias estupefacientes; además hay sospechas de que, todos mantenían constante comunicación telefónica, tanto entre ellos como con otros colaboradores.
Supuestas funciones de cada detenido
De acuerdo con lo que se detalla en la imputación fiscal, el modus operandi de este grupo consistió en proporcionar pistas de aterrizaje no habilitadas y combustible para el abastecimiento de aeronaves que estarían ingresando al territorio nacional cargadas con cocaína, desde Bolivia, a modo de que pueda seguir su ruta presumiblemente con destino final a la Argentina o a Uruguay.
En cuanto a los bolivianos que están procesados, Stephano Quezada y Raúl Guzmán, se les atribuye haberse encargado de introducir al territorio paraguayo las supuestas sustancias en la aeronave con matrícula ploteada, de un lado CP-X043 y del otro lado CP- 2769, procedente presuntamente de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Así también, Quezada y Guzmán, también serían los responsables de remitir nuevamente la sustancia a su destino final que podría ser suelo argentino o uruguayo. Dentro de este equipo, el primero está sindicado de ser el piloto de la aeronave, mientras que el segundo fungiría de copiloto.
Nueva ruta para el tráfico de cocaína
Mediante este operativo se confirmó que la ciudad de Santiago, departamento de Misiones, comenzó a ser utilizada como nueva ruta para las operaciones relacionadas al tráfico de la cocaína, específicamente, que debe llegar a Argentina, según datos de la Senad.
Esas labores criminales incluyen la introducción de la droga desde Bolivia u otro país productor hasta ese punto del país, su descarga y el reabastecimiento de la nave con combustible.