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David Díaz es quien agarró a la kurijú entre la tarde y noche del domingo. Relató que este animal entró en un gallinero y ya estaba triturando a una gallina.
Detalló que el dueño de la vivienda donde estaba esta serpiente escuchó el alboroto que hacían los gallinas y los perros y se acercó para saber qué era lo que lo motivaba. En ese momento, vio a la enorme serpiente y alertó a los vecinos.
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David llegó a la casa y, según dijo, por tener experiencia en el rescate de estos animales, logró atraparla sin lastimarla para luego entregarla a las autoridades policiales y bomberos voluntarios.
Manifestó que el hallazgo de un animal así llamó la atención en el barrio, en especial de los niños.
Finalmente, el animal fue liberado en su hábitat por los bomberos voluntarios de la Segunda Compañía de Trinidad en la Costanera Norte.