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La víctima fatal fue identificada como Marina Ferreira viuda de Centurión (81), quien fue encontrada muerta el viernes al mediodía por policías de la comisaría 6° de Coronel Bogado en su casa del barrio San Blas de dicho municipio sureño que queda a 50 kilómetros de Encarnación.
Los policías acudieron a la vivienda por pedido de la abogada, amiga y vecina de la víctima, Mirian Carmen Vázquez Caballero (49), quien fue para visitarla pero halló el tejido perimetral cortado y una puerta violentada.
Los uniformados encontraron a la dueña de casa en su cama, atada de pies y manos y amordazada con cinta de embalaje. También tenía una almohada sobre la cara y un pronunciado sangrado de nariz.
Un examen forense determinó que fue asfixiada hasta la muerte justamente con la misma almohada, aunque por los vestigios en la escena del crimen se nota que fue reducida con un puñal.
El fiscal de Coronel Bogado, Rodolfo Colmán, y el jefe de la comisaría 6° de la misma ciudad, comisario principal Wilfrido Meza, coincidieron en declarar que el crimen fue con fines de robo.
Ambos explicaron que la señora Marina Ferreira vivía sola y que era dueña de una extensa propiedad que linda con su domicilio y que fue loteada para ser vendida por porciones.
De hecho, la señora Marina últimamente esperaba vender los terrenos que le sobraban y luego incluso rematar su casa para mudarse a Argentina y disfrutar de sus hijos y nietos que viven en el país vecino.
Sin embargo, uno de sus vecinos aparentemente se enteró de que la señora había cerrado recientemente una venta y fueron en busca del dinero.
Los malvivientes, efectivamente, cortaron un tejido perimetral, forzaron una puerta y luego dominaron a la mujer cuando esta ya se encontraba descansando en su habitación.
El hecho se produjo supuestamente ya el miércoles a la noche, justo cuando empezaba una tormenta.
La casa quedó completamente revuelta, aunque los ladrones aparentemente no hallaron el dinero que buscaban y tuvieron que conformarse con algunos objetos que había en el lugar.
Detenidos
Luego del hallazgo del cadáver, que se produjo casi 48 horas después de la muerte, los policías de la comisaría local recibieron la información de que los autores podrían ser unos vecinos de la víctima, con los que esta supuestamente tuvo recientemente una discusión porque metían sus animales a los lotes en venta.
Efectivamente, los uniformados montaron vigilancia y capturaron el viernes de tarde en la misma zona a dos vecinos, Pedro Ezequiel Duarte Silvero, de 19 años, y un joven de 17 años, quienes circulaban en una motocicleta.
El menor de edad, casi automáticamente, confesó su participación en el hecho pero “aclaró” que el que realmente planeó el crimen fue su tío, Miguel Antonio Barreto, de 32 años, quien por su parte registra antecedente por abuso sexual en niños y tenía una medida de prohibición de salida del país.
Objetos recuperados
Miguel Antonio fue arrestado posteriormente por policías de Investigaciones que reforzaron la operación.
Ya con los tres sospechosos presos, estos revelaron dónde escondieron las cosas que robaron de la casa de la víctima, que fueron recuperadas.
Incluso el celular de la ahora fallecida fue rescatado pese a que ya había sido empeñada.
Según la teoría del caso, Miguel Antonio Barreto y su sobrino de 17 años fueron los que entraron a la casa y Pedro Ezequiel Duarte Silvero habría actuado de “campana”.
De hecho, el menor de edad dijo que su tío fue el que mató a la víctima con la almohada porque gritó en un momento del atraco.
El menor de edad detenido ya había sido investigado como sospechoso de un crimen idéntico, ocurrido en 2021 en la compañía Aguapey de la misma ciudad de Coronel Bogado.
En aquel caso, había resultado muerta a puñaladas Evarista López Acuña, de 86 años, quien también fue atacada en su propia casa.