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A través del AI Nº 12, la jueza penal de garantías especializada en Crimen Organizado, Rosarito Montanía, ordenó el secuestro de un total de ocho buses que, si bien figuran a nombre de terceras personas, para el Ministerio Público estarían vinculados específicamente a José Alberto Insfrán Galeano, quien fue declarado en rebeldía y cuenta con pedido de captura nacional e internacional en el marco del operativo A Ultranza, iniciado el 22 de febrero de 2022.
De la misma forma, la magistrada dispuso la aplicación sobre los mismos de la medida de prohibición de innovar y contratar, en ese mismo contexto declaró a todos los buses como bienes sujetos a eventual comiso. Además, dio intervención a la Secretaría Nacional de Bienes Incautados y Comisados (Senabico) para su administración mientras dure el proceso.
Por último, la jueza ordenó la realización del peritaje metalográfico por revenido químico a cada uno de los buses, a modo de comprobar si los mismos presentan o no algún tipo de adulteración en cuanto a la numeración de chasis.
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Buses que serían del clan Insfrán
Uno de los vehículos para los cuales los fiscales Deny Yoon Pak, Fabiola Molas, Isaac Ferreira y Lorena Ledesma solicitaron las medidas es un bus Mercedes Benz, modelo OF1315, bicolor, con matrícula ANS 875, de origen brasileño, inscrito a nombre de Félix Amado Agüero Duttil.
Así también para otro colectivo de la marca Mercedes Benz, modelo OF1315/51, año 1992, color rojo, azul y amarillo, con placa AKA 191, de Brasil, a nombre de Cristeta Casco de Rojas; así como para un Mercedes Benz, modelo Torino, bicolor, con patente AEJ 975, inscrito a nombre de la “Empresa de Transporte Pastoreo SRL”.
Las medidas cautelares de carácter real también alcanzan al Mercedes Benz, modelo Paradiso, multicolor, con chapa ATE 143, brasileño, inscrito a nombre de la “Empresa La Encarnacena SA”; y al Mercedes Benz, tricolor, con matrícula AFF 909, inscrito a nombre de la “Empresa Servicio Internacional de Transporte Itapúa SRL”.
La resolución judicial también se aplica sobre el Mercedes Benz, modelo OF 1315/51, rojo con blanco, matrícula AKA 198, país Brasil, y otro Mercedes Benz, modelo OF 1315/51, bicolor, con matrícula AVG 570, de Brasil, ambos inscriptos a nombre de la “Empresa Stella Marys SRL”.
Por último, también se señala a un camión de pasajeros Mercedes Benz, modelo OHL-1316/51, bicolor, con patente matrícula APB 420, inscrito a nombre de Derlis Ramón Paredes Argüello.
Los representantes del Ministerio Público también solicitaron medidas para los buses Marcopolo Viaggio, año 1994, tricolor, con matrícula AGP 428, país Brasil; Mercedes Benz, modelo 1318/51, tricolor, con placa ACF 808, país Brasil, y otro Marcopolo Viaggio, tricolor, con patente AEN 150, país Brasil, todos estos a nombre de José Alberto Insfrán Galeano, según informe remitido a la Fiscalía por la Dirección General de Registros del Automotor.
Sobre estos últimos, fueron entregados a la Senabico para su administración y esta, hizo entrega a la Agrupación Especializada de la Policía Nacional para amplificar la dotación de vehículos para el traslado de agentes de las fuerzas del orden.
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Buses fueron abandonados tras inicio de operativo
Para el Ministerio Público se presume que los ocho buses, si bien no se encuentran registrados a nombre de los imputados (dentro del clan Insfrán), existe alta sospecha de que todos ellos formarían parte del patrimonio ilícito del procesado José Alberto Insfrán Galeano.
“Dicha sospecha es atendiendo a que todos los vehículos automotores, consistentes en ómnibus, fueron abandonados, en las mismas circunstancias, en la ciudad de Curuguaty, una vez iniciados los distintos procedimientos ejecutados dentro del operativo denominado A Ultranza Py, que motivó esta causa”, señala un extracto del argumento del fiscal Deny Yoon Pak en el AI Nº 12.
Luego de iniciarse el operativo A Ultranza, fueron abandonados todos los buses citados, que fueron recogidos durante varios días por la fiscala Elvia Chávez tras el aviso del jefe de la comisaría 5ª, en zonas cercanas a la ciudad de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
Es así que, para el Ministerio Público serían, con alta probabilidad, productos adquiridos con las ganancias provenientes de las actividades ilícitas obtenidas mediante los hechos punibles realizados por los imputados, de manera que existe la necesidad de resguardarlos, para la aplicación de la sanción accesoria correspondiente, en su momento procesal oportuno.
Análisis de perfiles
Los investigadores de la Fiscalía señalaron además que en el caso de una de las supuestas dueñas de uno de los buses, Cristeta Casco de Rojas, se pudo constatar que no está inscripta como contribuyente en la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), mientras que los demás son pequeños contribuyentes.
Esta situación, permite a los fiscales inferir con mucha probabilidad que habrían adquirido el bien a favor del núcleo de la familia Insfrán, o bien les habrían vendido, razón por la cual hasta el día de la fecha ninguno de ellos se ha presentado para reclamar su propiedad.
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El clan Insfrán en A Ultranza
El operativo A Ultranza se inició el 22 de febrero de 2022 con varios allanamientos en distintos puntos del país, con el objetivo de anular una megaestructura narco liderada supuestamente por el uruguayo Sebastián
Enrique Marset Cabrera y el paraguayo Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico.
De acuerdo con la información recabada por la Fiscalía, Sebastián Marset era el encargado de conseguir y negociar la adquisición de sustancias para ingresarlas al Paraguay, y también el encargado de negociar su venta, mientras que Miguel Ángel Insfrán, era el encargado de movilizar la droga a centros de acopio distribuidos en Presidente Hayes, San Pedro y Central, con aviones y camiones pertenecientes a sus diversas empresas.
En tanto que José Alberto Insfrán Galeano, quien se desempeñaba como pastor en la zona de Curuguaty, sería uno de los ayudantes de su hermano para lavar las ganancias obtenidas con la venta de cocaína, todo esto a través de su Centro de Convenciones Avivamiento, para lo cual adquirió buses y establecimientos para los retiros.
Por otro lado, la otra integrante del clan Insfrán, Yolanda Ignacia, también actuó de testaferro y colaboró para constituir sociedades a modo de justificar e introducir el capital al sistema financiero y blanquearlo así, al igual que a través de la compra de bienes muebles e inmuebles.