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Dos hermanos murieron esta madrugada supuestamente al intentar robar gallinas de una casa en Encarnación. Según la versión de los propietarios, un portafocos ubicado en un árbol próximo al área donde estaban las gallinas tenía el cable pelado, mientras que los familiares de los fallecidos afirman que el tejido metálico estaba electrificado adrede.
“Exigimos justicia. Lo que mis hijos hicieron no estuvo bien”, dijo Víctor Hugo Delvalle, padre de los jóvenes malogrados. Cuestionó duramente a la propietaria de la vivienda, Nilda Graciela Acosta Oviedo (47), por haber puesto una “trampa mortal para que no le roben dos gallinas” y poner en peligro de muerte a la gente.
Delvalle, un trabajador ocasional, comentó que eventualmente llevaba a sus hijos para que lo ayuden cuando hacía labores de empedrado, pero ambos habían caído víctimas del vicio de las drogas, como muchos otros jóvenes del barrio, y se volvieron incontrolables.
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Una historia de adicción
El padre dice que sus hijos eran adictos a las drogas, y que ya no podía contenerlos. Cuando estaban necesitados no se los podía controlar, aseguró. Cuestiona también a las autoridades y a la Policía porque “ellos saben dónde se vende”, que existen varios puntos de venta en el barrio, pero “no hacen nada” para combatir ese delito.
Ahora que lamenta la pérdida de sus hijos pide justicia. Considera que la persona que “provocó la tragedia” cometió un crimen. Por eso, van a reclamar ante las autoridades hasta que la propietaria sea castigada por su responsabilidad en las muertes.
Aparentemente, y por la forma en que fueron encontrados los cuerpos, se estima que uno de los jóvenes fue el primer electrocutado. El otro habría querido ayudarlo y también cayó muerto en el sitio.
Fiscala no imputará a dueña de casa
La fiscala en lo criminal de turno, Lorena Castelví, dijo que en principio no formulará imputación contra la propietaria de la vivienda, “teniendo en cuenta que no había un cerco que esté electrificado”.
Refirió la representante del Ministerio Público que, de acuerdo al informe del perito policial interviniente, Óscar Segovia, y que consta en acta de intervención, el perímetro de la vivienda no estaba cercado por un tendido electrificado.
Añadió que en el interior de la propiedad, colgado de un árbol, había un portafocos que servía para alumbrar el costado de la vivienda. En ese árbol dormían las gallinas, y el cable estaba pelado. Eso fue lo constatado por el perito de criminalística, relató.
Dueños de casa no quiso hablar de lo ocurrido
Intentamos dialogar con la propietaria de la vivienda donde se produjeron las muertes, pero no quiso hablar. La casa donde se produjeron las muertes está custodiada por un agente policial por disposición de la fiscal interviniente, para evitar alguna reacción por parte de familiares y allegados de los jóvenes muertos.
Durante el momento de la intervención policial, en horas de la mañana, la mujer habría negado ante las autoridades haber electrocutado el cerco de tejido de alambre. Admitió estar cansada de que le roben sus gallinas, pero negó haber puesto corriente eléctrica al cerco.
Lo llamativo del caso es que detrás de la casa, pegada a la vivienda principal, existe una construcción tipo gallinero, que tiene su frente cubierto con alambre tejido. La propietaria declaró que las gallinas duermen en un árbol ubicado al costado de la casa. De él cuelga un portafocos. Este portafocos tendría un cable pelado, y sería el que provocó la electrocución de ambos presuntos ladrones.
Consultamos sobre ese detalle a la fiscal Castelvi, quien aseguró que los cuerpos de los jóvenes fallecidos fueron encontrados bajo el árbol, y no en cercanías a lo que aparenta ser un gallinero.