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La historia se inició el 6 de octubre pasado a las 14:55, cuando un tortolero rubio, flaco y que usó tapabocas robó la cartera de la docente y comerciante Mabel Delicia Olmedo de Romero (46).
Fue al atracar la camioneta de la víctima, que estaba estacionada frente a su negocio que queda en el barrio San José de la ciudad de Carapeguá, departamento de Paraguarí, en la ruta que lleva al municipio de Acahay.
Minutos después, el tortolero usó la tarjeta de débito de Visión Banco de la víctima e hizo dos extracciones de G. 1.500.000 cada una de los cajeros automáticos de Visión Banco e Itaú, respectivamente, en el centro de Carapeguá.
Al cabo de una hora, aproximadamente, de la misma tarjeta de débito fueron debitados otros G. 25.000.000, pero ya en un negocio denominado Comercial Santino, que funciona en Itauguá.
La víctima se percató de que su cuenta bancaria fue vaciada recién después de estas tres extracciones, tras lo cual solicitó el bloquedo de la tarjeta.
La investigación fiscal del robo de la tarjeta de débito
Tras la denuncia del caso, tomaron intervención la fiscala Betti Brítez y policías de Investigaciones de Paraguarí, quienes el 11 de octubre allanaron el Comercial Santino de Itauguá y detuvieron a sus propietarios, Sergio Iván Lugo González (33) y su mujer Karen Fabiola Franco Bogarín (29). Sergio Iván ya tiene antecedentes por estafa.
En su descargo, la pareja dijo que supuestamente el débito de los G. 25 millones que hicieron de la tarjeta robada correspondía a la venta de 500 kilos de costilla de primera, 100 kilos de carnaza negra, 150 kilos de bola de lomo, 120 kilos de vacío y 100 kilos de paleta, según la factura que emitieron a nombre de un tal Antonio Diosnel Fariña López, quien entonces tendría que ser el tortolero que robó la tarjeta.
Para reforzar su coartada, la pareja enseñó otra factura emitida también a nombre de Antonio Diosnel Fariña López, quien supuestamente compró el día anterior y del mismo negocio electrodomésticos por valor de G. 6.400.000.
Le robaron la cédula y ahora está en la cárcel
Con estos elementos, los policías localizaron y apresaron a Antonio Diosnel Fariña López (30), cuando estaba trabajando en su negocio del barrio Molino de Luque y se disponía a llevar a su madre enferma al hospital.
Una vez en Carapeguá, hasta donde tuvo que ser llevado incluso con su madre enferma, Antonio explicó que en 2017 le robaron su cédula y que en 2019 ya habían cometido una estafa con su documento, con el que retiraron justamente en esa ciudad un automóvil por el que nunca más pagaron.
Coincidente y sorprendentemente, el que fue reconocido aquella vez como el que supuestamente retiró el auto fue Sergio Iván Lugo González, el mismo que ahora asegura haber vendido carne por G. 25 millones a Antonio.
Es decir, hace tres años Sergio Iván Lugo González supuestamente compró un auto con la cédula de Antonio y ahora otra vez Sergio Iván Lugo González sería el que vació la cuenta bancaria ajena usando de nuevo la cédula de Antonio, que de hecho nunca había sido recuperada.
Pese a todos estos datos, además de los videos que muestran a Antonio trabajando en los momentos en los que se cometieron el robo de la tarjeta y las transacciones en el Comercial Santino de Itauguá, la fiscala Betti Brítez imputó y pidió prisión preventiva para el mismo.
Para colmo, el juez Guillermo Ortega hizo caso a la fiscala y decretó el encarcelamiento de Antonio en la penitenciaría regional de Misiones.
Antonio ya está cumpliendo su medida de prisión preventiva en la comisaría 5ª de Carapeguá, pero solamente porque en la cárcel de Misiones aún no hay lugar.
Como “broche de oro” de la impresionante historia, la pareja conformada por Sergio Iván Lugo González y Karen Fabiola Franco Bogarín, quienes serían los verdaderos cerebros de la estafa, fue enviada a reposar en su casa por las mismas autoridades bajo la figura de arresto domiciliario, luego de que se comprometieron a devolverle a la víctima la plata robada de su cuenta bancaria.
Versiones de la fiscala y juez
La fiscala de Carapeguá, Betti Brítez, cayó en groseras contradicciones al tratar de justificar por qué pidió cárcel para el inocente Antonio Diosnel Fariña López. Fue en una entrevista en el programa Periodísticamente de radio ABC Cardinal.
Para “salvar” la situación, dijo que la imputación no implica un agravio para Antonio, quien, sin embargo, está encerrado hace una semana, sin trabajar y sin poder mantener a su pequeña hija de apenas un año. Dijo que pidió la prisión porque la pareja le involucró en el hecho.
El juez de Ybycuí, Guillermo Ortega, en tanto, declaró a ABC Color que decretó la prisión de Antonio porque puede haber peligro de fuga y de obstrucción a la investigación.
El magistrado, quien fue fiscal mucho tiempo, dijo que cuando firmó la orden para enviar a la penitenciaría a Antonio no sabía los detalles de la aberrante historia.